Ninguna persona con cáncer puede contagiar la enfermedad a otra. Pero durante el último siglo investigadoras e investigadores científicos han descubierto que las personas sí pueden adquirir infecciones por 7 virus que pueden llevar al desarrollo de diferentes cánceres. Aproximadamente el 20% de los casos de cánceres en el mundo se asocian con agentes infecciosos, según la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, que depende la Organización Mundial de la Salud y tiene sede en Francia.
Los hallazgos sobre los virus que pueden causar cánceres rompieron con un paradigma que había predominado por siglos. Una de las primeras evidencias de los virus oncogénicos se encontró en 1911. Fue cuando el médico Frances Peyton Rous descubrió un virus asociado con el cáncer en pollos. En 1966 fue uno de los ganadores del Premio Nobel de Medicina por esa contribución.
Con los avances del último siglo, hoy se sabe que los cánceres pueden ser causados por factores ambientales (como la exposición al humo de los cigarrillos o al amianto, entre otros), los factores genéticos, y por los agentes infecciosos, como el virus del papiloma humano, el virus Epstein–Barr -que es la causa la mononucleosis- o los virus de las hepatitis B y C.
También se han encontrado otros virus asociados a cánceres que son menos conocidos por la comunidad general pero ahora están recibiendo más atención: el virus linfotrópico de células T humano tipo 1 (HTLV-1) y el poliomavirus de células de Merkel, que puede estar en la piel de muchas personas aunque en muy pocas produce enfermedad.
Aquí van 7 virus que pueden causar infecciones y en algunas personas pueden gatillar la aparición de cánceres:
- Virus del papiloma humano (conocidos como HPV por su sigla en inglés)
Los virus del papiloma humano son un grupo de más de 200 virus relacionados. Algunos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales tanto en varones como a mujeres. Hay 14 tipos de HPV que implican un riesgo alto de causar cáncer si las personas adquieren la infección. Dos de ellos el HPV16 y el HPV18 causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.
Los virus HPV pueden estar asociados a cánceres en el cuello uterino, la orofaringe (parte de la garganta detrás de la cavidad oral), el ano, el pene, la vagina y la vulva. Desde hace 20 años existen vacunas que previenen muchos cánceres relacionados con los virus HPV y casos de verrugas genitales, que podrían cambiar la situación actual.
“La vacunación masiva y sostenida, con coberturas muy altas -que sean mayores al 85-90% para el esquema completo- tendría la capacidad de reducir sustancialmente las prevalencias de los genotipos virales incluidos en la fórmula vacunal”, explicó a Infobae Alejandra Picconi, jefa del Servicio Virus Oncogénicos del Laboratorio Nacional y Regional de Referencia de Papilomavirus de OPS/OMS, que funciona en el Instituto ANLIS/Malbrán en Buenos Aires.
En la Argentina, la vacuna contra el HPV es obligatoria a los 11 años. Pero ya en 2019 la cobertura en niñas fue del 87% y 59% para la 1º y 2º dosis respectivamente. La situación “se vio agravada por la pandemia por el coronavirus con la caída de las coberturas en un 18% y 23% para la 1º y 2º dosis, respectivamente en el país. También la reducción de la vacunación sucedió en el resto del mundo”, comentó.
De acuerdo con Picconi, “hoy el acceso a la vacunación contra el HPV es el principal pilar de la prevención primaria”. En tanto, si una persona ya está infectada con el virus se recomienda el tamizaje como prevención secundaria para detectar oportunamente la enfermedad y tratarla. Existe el test de VPH, que es una prueba que detecta la presencia de los tipos de VPH que pueden producir cáncer de cuello de útero, y el clásico estudio del PAP permite detectar lesiones en el cuello del útero antes de que se conviertan en un tumor.
- El virus de Epstein-Barr
El virus de Epstein-Barr, también conocido como el “virus del herpes tipo humano 4″, es uno de los virus más comunes en los seres humanos. Fue descrito por los científicos Michael Anthony Epstein, Yvonne Barr y Bert Achong. Barr era una viróloga irlandesa que falleció en 2016. En 1964, Epstein y Barr publicaron el hallazgo en la revista The Lancet. Hasta ese momento el virus era desconocido, aunque la mayoría de las personas se lo han contagiado en algún momento de sus vidas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Es la causa más común de la mononucleosis infecciosa. Puede permanecer en el cuerpo de por vida, y normalmente no causa problemas. Sin embargo, en algunas personas puede desencadenar linfomas, que son cánceres en el sistema linfático. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, en el caso del linfoma de Hodgkin, uno de los síntomas puede ser el agrandamiento o hinchazón de uno o más ganglios linfáticos, pero un profesional de la salud puede hacer una evaluación e indicar los pasos a seguir.
- Los virus de la Hepatitis B y la hepatitis C
Son diferentes virus que causan hepatitis, que consiste en una inflamación del hígado. En el caso de la hepatitis B se puede cronificar e implica un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer de hígado. Pero ya existe una vacuna segura y eficaz que da una protección del 98% al 100% contra la enfermedad. Al prevenir la infección, también se reduce el riesgo de tener cáncer de hígado.
En el caso del virus de la hepatitis C -que también puede causar cáncer de hígado-, ahora se cuenta con un tratamiento altamente efectivo. Son fármacos que “pueden curar más del 95% de los casos de esta infección, pero el acceso al diagnóstico y el tratamiento es escaso”, señaló la OMS recientemente.
La transmisión se puede producir también a través de pinchazos, tatuajes, perforaciones y exposición a sangre o líquidos corporales infectados como la saliva, el semen y el flujo vaginal y menstrual. Los virus de las hepatitis también pueden transmitirse al reutilizar agujas, jeringuillas u objetos cortantes contaminado o al compartir drogas inyectables.
Para la hepatitis C, se recomienda que al menos una vez en la vida todas las personas se realicen el test a partir de los 18 años. Fernando Bessone, profesor titular de gastroenterología de la Facultad de Medicina y jefe del Servicio de gastroenterología y hepatología del Hospital Centenario de la Universidad Nacional de Rosario, comentó a Infobae: “Las personas deberían tener en cuenta que el virus de la hepatitis C existe y que puede llevar a la cirrosis y al trasplante. Muchas personas no tienen síntomas y no saben que lo tienen. Por eso, así como se hacen chequeos para las mamas o la próstata, se deberían hacer más testeos para hepatitis”.
- Virus herpes tipo 8 o del sarcoma de Kaposi
Recién en 1994 se descubrió que el virus herpes tipo 8 o virus herpes del sarcoma de Kaposi era un agente que causaba cáncer en algunas personas. Se transmite principalmente a través de la saliva, pero también por contacto sexual o por la sangre. Aunque no provoca síntomas en la mayoría de las personas que lo tienen, puede causar el sarcoma en personas con un sistema inmunitario debilitado y otras patologías. Las personas viviendo con el VIH tienen un riesgo más alto de desarrollar el sarcoma si no están en tratamiento.
“Los valores de prevalencia del virus herpes tipo 8 reportados en Latinoamérica demuestran un patrón que sigue un gradiente de Norte a Sur, y en cual se observan valores 10 veces mayores en poblaciones nativas americanas que en aquellas que no lo son. Por lo tanto, las comunidades de la selva amazónica, en la región central de Brasil y Perú, presentan las prevalencias más elevadas de la región”, contó a Infobae la doctora Julieta Trinks, investigadora del Instituto de Medicina Traslacional e Ingeniería Biomédica, que depende del Conicet, el Instituto Universitario del Hospital Italiano y el Hospital Italiano del Buenos Aires.
La Argentina -señaló la investigadora- “es un país considerado una zona de baja frecuencia de este virus herpes tipo 8. Como los datos son aún escasos, podría no ser tan así ya que estudios que realizamos en donantes de sangre demostraron que las tasas de prevalencia serían más elevadas en la región del noroeste argentino que en el AMBA”.
El virus herpes tipo 8 también se encuentra asociado al linfoma de células B no-Hodgkin y a la enfermedad multicéntrica de Castleman, que involucra un crecimiento excesivo de células en los ganglios linfáticos y tejido linfoide de todo el cuerpo. “En la persona infectada por el virus herpes tipo 8, el cáncer se desarrolla ante un estado de inmunosupresión (por ejemplo, post-trasplante o ante la infección por el HIV). En consecuencia, cualquier medida destinada al control de ese estado o a la prevención de la infección podría evitar la aparición del cáncer”, afirmó.
Trinks destacó que “se ha planteado la necesidad de testear la presencia del virus herpes tipo 8 en bancos de sangre y donantes de órganos fundamentalmente en áreas endémicas; aunque hasta el momento, son escasa las guías formales que así lo establecen”.
- Virus Linfotrópico-T Humano 1
El virus linfotrópcio-T humano 1 (HTLV-1) fue el primer retrovirus humano descubierto en el mundo. Fue en 1979 y se lo detectó en un paciente con un linfoma. Según contó a Infobae la investigadora en el Instituto INBIRS, dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, Mirna Biglione, de cada 100 personas que viven con el HTLV-1, entre 3 y 5 pacientes pueden desarrollar enfermedad.
“Se estima que hay más 15 millones de personas viviendo con el virus en todo el mundo. Aún no hay datos precisos sobre la cantidad de personas viviendo con el virus en América Latina, pero se sabe que hay países con áreas endémicas para este virus y sus patologías asociadas”, señaló. Se encuentran cifras que oscilan de 1 a 5 % de la población en el Noroeste argentino, y algunas regiones de Perú, Brasil, Chile, Bolivia y Paraguay.
“Al igual que el VIH, el virus HTLV se transmite por vía sexual sin protección, de madre a hijo (preferentemente por amamantamiento), por la transfusión de sangre contaminada y compartir agujas, y por trasplantes de órganos sin testeos previos”, informó Biglione. En países como Reino Unido, Francia, Japón, Chile, Argentina y Brasil se hace el diagnóstico del virus HTLV en los bancos de sangre de nuestro país.
“Si se quiere donar sangre y el test arroja un resultado reactivo para HTLV, la sangre se descarta. En esos casos, se notifica el resultado a la persona que quería donar. Luego, esa persona tendrá que hacer un nuevo análisis con tests que permitan confirmar si realmente tiene la infección”, explicó. El virus HTLV-1 puede ser un factor de riesgo de leucemias y linfomas, y de parálisis de miembros inferiores, entre otras.
Ema Moyano tiene el HTLV y familiares fallecidos por leucemias, y se ha convertido en una activista a nivel mundial. Días atrás estuvo como expositora en un conversatorio de la Organización Panamericana de la Salud. Moyano comentó qué se espera para el futuro: “Brasil ha dado un paso adelante, y este año incorporó al HTLV dentro de las políticas públicas sobre infecciones de transmisión sexual. Esperemos que pronto el Ministerio de Salud de la Argentina tome la misma decisión al incorporar a este retrovirus en el programa de vigilancia de infecciones de transmisión sexual o en el ámbito de la salud materno infantil”. Al considerar la infección dentro de un programa, podría haber testeos en mujeres embarazadas, kits para confirmar casos, capacitación a profesionales de la salud y difusión para prevenir, argumentó la médica Biglione.
- Poliomavirus de células de Merkel
En 1972, se describió por primera vez un tipo de cáncer de piel agresivo que hoy se conoce como “carcinoma de células de Merkel”. Gracias a las nuevas tecnologías de secuenciación genómica, en 2008 se encontró que el poliomavirus de células de Merkel está asociado al desarrollo de ese carcinoma.
En diálogo con Infobae la científica Carolina Torres, investigadora en virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet, explicó que el poliomavirus se encuentra en muchas personas, pero son muy pocas las que padecen la enfermedad. “En la Argentina hicimos un estudio y encontramos que el 60% de personas sanas tenían el poliomavirus en la piel. Pero la incidencia del carcinoma es muy baja: menos de 1 caso cada 100.000 habitantes según estudios en los Estados Unidos”, comentó. “Es un virus que forma parte de la microbiota de la piel y su infección no da síntomas”, agregó. Aún no se conoce cuál es la vía de transmisión del poliomavirus y se está investigando.
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