El actor estadounidense Ashton Kutcher reveló que hace más de un año batalla contra una forma rara de vasculitis, un trastorno autoinmune, que le afectó a la visión, la audición y el sentido del equilibrio.
La confesión fue parte de un adelanto exclusivo de un próximo episodio de “Running Wild with Bear Grylls: The Challenge”, un programa de National Geographic, y si bien Kutcher afirmó que se siente “afortunado de estar vivo”, reconoció: “Realmente no lo aprecias hasta que se va, hasta que dices, ‘no sé si alguna vez podré volver a ver. No sé si podré volver a escuchar. No sé si podré volver a caminar’”.
“Hace dos años, tuve esta extraña y súper rara forma de vasculitis”, reveló el actor a Bear Grylls, el conductor del programa. Y confió que le tomó alrededor de un año reconstruir cada uno de sus sentidos de nuevo.
La vasculitis es un trastorno autoinmune raro con muchas variaciones que puede causar inflamación de los vasos sanguíneos, lo que restringe el flujo sanguíneo y provoca daños en los órganos y en algunos tejidos.
Hay alrededor de 20 tipos distintos de vasculitis, que se diferencian según el tamaño y la ubicación de los vasos afectados. Los trastornos pueden afectar vasos tan pequeños como los capilares, que tienen entre 5 y 10 micrómetros de diámetro, y tan grandes como la aorta, el principal vaso que bombea la sangre fuera del corazón.
La inflamación resultante estrecha esos vasos sanguíneos y restringe el flujo de sangre o incluso corta el flujo de sangre por completo, lo que posiblemente cause daño a los órganos o cree aneurismas (una protuberancia en la pared de un vaso sanguíneo), según los Institutos Nacionales de Salud.
Según el tipo específico y la gravedad de la afección y los órganos a los que se dirige, los síntomas de la vasculitis varían y pueden ser leves, moderados o potencialmente mortales. Los más comunes incluyen pérdida de apetito, pérdida de peso, fatiga, sarpullido, dolores y fiebre.
Los expertos de la Clínica Mayo, de EEUU, destacan que otros signos y síntomas se relacionan con las partes del cuerpo afectadas:
- Aparato digestivo: si el estómago o los intestinos están afectados, quizá la persona sienta dolor después de comer. Es posible que se produzcan úlceras o perforaciones y, como consecuencia, que haya sangre en las heces.
- Oídos: es posible que sufra mareos, zumbidos en los oídos y pérdida auditiva abrupta.
- Ojos: la vasculitis puede provocar que los ojos se vean rojos, piquen o ardan. La arteritis de células gigantes puede provocar visión doble y pérdida temporal o permanente de la visión en uno o ambos ojos. A veces este es el primer signo de la enfermedad.
- Manos o pies: algunos tipos de vasculitis pueden causar entumecimiento o debilidad en una mano o en un pie. Las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden hincharse o endurecerse.
- Pulmones: en este tipo, es posible que a quien la sufre le falte el aire o incluso tosa sangre si la vasculitis afecta los pulmones.
- Piel: el sangrado debajo de la piel puede verse como manchas rojas. La vasculitis también puede provocar protuberancias o llagas abiertas en la piel.
La vasculitis puede ocurrir sola o junto con otras enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide, el lupus o la esclerodermia. Tener una infección de hepatitis B o C también puede ser un desencadenante, al igual que los cánceres de la sangre, como la leucemia y el linfoma.
El tratamiento está dirigido a reducir la inflamación. Para los casos leves, los analgésicos de venta libre pueden ayudar. Para casos más severos, los médicos pueden recetar esteroides, anticuerpos monoclonales e inmunomoduladores o medicamentos inmunosupresores, por nombrar algunos.
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