Un científico francés confundió la foto de un salami con un nuevo planeta

Etienne Klein quiso darles una lección a aquellas personas que tienden a creer todo lo que proviene de una persona con autoridad

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Esta fue la fotografía con la que bromeó el científico (Foto: Twitter/@EtienneKlein)
Esta fue la fotografía con la que bromeó el científico (Foto: Twitter/@EtienneKlein)

Un reconocido físico francés, fue forzado a disculparse después de haber publicado una fotografía que dijo haber sido tomada por el nuevo telescopio de la NASA, James Web, pero que en realidad, era un pedazo de salami cortado.

Etienne Klein, un renombrado filósofo e investigador que se despeña como director del Comisariado para la Energía Atómica y las Energías Renovables (CEA, por sus siglas en francés), aclaró la broma a sus seguidores diciendo que “ningún objeto perteneciente a la charcutería española existía en otro lugar que no fuera la tierra”.

El científico hizo una publicación en su plataforma personal de Twitter el pasado martes, donde mostraba la que, según él, era la última fotografía de la estrella Próxima Centauri que había tomado el popular Telescopio Espacial James Webb.

La foto mostraba una bola roja de energía cósmica muy brillante, que estaba totalmente marcada por fuertes tormentas solares agitándose por la superficie de la estrella.

“Una foto de Próxima Centauri, la estrella más cercana al sol, localizada a 4.2 años luz de nosotros”, tuiteó el reconocido físico. “Fue tomada por el Telescopio Espacial James Webb. Ese nivel de detalle... Un nuevo mundo se nos revela día con día”.

Posteriormente aclaró que todo se había tratado de una broma, la cual fue más creíble y “traviesa” por la falta de resolución en la imagen.

Klein no se dio cuenta de que muchos internautas no pudieron entender su broma, que simplemente publicó con el objetivo de que la gente no confíe en toda la información y material visual publicado por personas con renombre o que están en posiciones de autoridad.

La broma fue publicada en su Twitter (Capturas de pantalla: Twitter/@EtienneKlein)
La broma fue publicada en su Twitter (Capturas de pantalla: Twitter/@EtienneKlein)

El pasado miércoles, extendió su disculpa a modo de hilo de Twitter.

“En vista de algunos comentarios, me siento obligado a aclarar que este tuit, que muestra una supuesta foto instantánea de Próxima Centauri, fue una broma. Hay que permitirnos desconfiar tanto de los argumentos de personas con autoridad como de la elocuencia espontánea de ciertas imágenes”.

“Bueno, cuando llega el momento de la comer, los sesgos cognitivos parecen irse de día de campo. De hecho, la foto tenía una muy mala y baja resolución que hacía que el chiste fuera más creíble y, por lo tanto, ¡más tóxico!”, cerró Etienne Klein sin perder el toque de diversión.

Una nueva imagen real del Telescopio James Webb

La galaxia espiral NGC 628, también conocida como Messier 74, galaxia del Abanico o incluso ‘la galaxia perfecta’, por sus brazos enrollados, ha sido retratada por muchos telescopios en tierra, como así también por los espaciales Hubble o Spitzer.

Pero cualquier imagen previa de esta espectacular galaxia no se compara con la recientemente obtenida por la última joya de la NASA: el telescopio espacial James Webb, que está dando sus primeros pasos en la observación del Universo y asombra día a día a los especialistas.

Etienne Klein, reconocido físico francés (Foto: Archivo)
Etienne Klein, reconocido físico francés (Foto: Archivo)

No fue la NASA ni sus socios como la Agencia Espacial Europea quien ha desvelado la inédita imagen. Fue Gabriel Brammer, un científico danés que ejerce como profesor en el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. Y lo consiguió procesando los datos públicos del James Webb, accesible para cualquier persona del mundo.

El pasado 12 de julio la NASA no solo difundió las cinco imágenes que todos pudimos ver, sino que también puso a disposición de la comunidad científica toda la información obtenida hasta ahora por el telescopio y sus cuatro instrumentos. Y, al parecer, entre todos estos datos se encontraban tres conjuntos diferenciados por distintas longitudes de onda tomados en el infrarrojo medio. A partir de ellos, Gabriel Brammer ‘tradujo’ a rojo, verde y azul, combinándolos para producir la imagen que ahora vemos.

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