En los últimos años los médicos han notado un aumento sostenido de las infecciones de transmisión sexual (ITS) que generan las más de 30 enfermedades de transmisión sexual (ETS) que existen.
Un fenómeno que se notó en el primer año de pandemia por COVID-19 fue la reducción de las mismas a causa del confinamiento y también del subdiagnóstico que hubo para darle prioridad al coronavirus. Pero todo cambió en 2021. Con la llegada de las vacunas y el fin de las restricciones, los contactos personales y las relaciones sexuales se incrementaron notoriamente. Y ya con los datos de ese año, en este 2022 se ha confirmado un aumento sostenido de la mayoría de las ETS en nuestro país y el mundo.
Pero la falta de contacto no fue el único factor atribuible a la disminución de las ETS (los datos de 2020 muestran una fuerte caída en la notificación de todos los eventos de transmisión sexual, por ejemplo, la tasa de sífilis en población general presenta una caída de más del 59%). Según el último boletín informativo publicado por el Ministerio de Salud de la Nación en diciembre pasado, “Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina”, la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis de la cartera sanitaria nacional advierte que la principal causa del menor registro de la ITS se debe a una menor carga de notificaciones fruto de la tensión a que estuvieron sometidos los servicios de salud (en especial, los laboratorios) durante la pandemia.
“Consideramos que las ITS continúan siendo un problema de salud pública muy necesario de atender y es por ello que publicamos la evolución de los eventos trazadores de su comportamiento en los últimos años en nuestro país”, aseguró la Dirección en el Boletín Nº 38, que publica por ejemplo cómo desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional creció de modo sostenido y con mayor incidencia en los últimos 5 años (2.3 porcentaje de positividad en 2015, 2.7% en 2016, 3.2% en 2017, 3.9% en 2018, 4.6% en 2019 y 5,5% en 2020). El pico de 2019 marcó 56,12 personas infectadas por cada 100.000 habitantes para ambos sexos en todo el país.
Las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se contagian de una persona a otra usualmente durante el sexo vaginal, anal u oral. Son muy comunes y muchas personas las poseen, incluso sin saberlo. A nivel global hay una tendencia en ascenso de las ITS más frecuentes como sífilis, gonorrea, chlamydia trachomatis, tricomoniasis, herpes simplex y el virus del papiloma humano (VPH). Otras como el VIH y las hepatitis por virus B y C se mantienen estables o en descenso.
“La preocupación se manifiesta por la gran cantidad de transmisiones que vemos en los consultorio hoy en día, ya sea por consultas por sintomatología o por que en algún chequeo surge la infección. También radica en que muchas de estas infecciones pueden llegar a pasar desapercibidas con la consecuencia clara que las mismas van a causar un problema mayor en la salud de esa persona infectada”, explicó a Infobae la jefa de Medicina Interna del Hospital Alemán, Cristina Freuler.
“Enfermedades como la gonorrea, micoplasma y clamidia son microorganismos de transmisión sexual que pueden producir infertilidad en las mujeres. El virus del papiloma humano (VPH) también es una infección amenazante que se contagia y produce verrugas (en los genitales o en el ano) que pueden ampliarse a una neoplasia, es decir un cáncer. Inclusive la sífilis puede pasar a estadios de mayor dificultad de tratamiento que llegan a producir lesiones que no se modifican con el tratamiento y quedan secuelas a nivel neurológico”, reafirmó Freuler, que por supuesto recordó la importancia del cuidado a la infección de VIH.
Para la médica infectóloga Romina Mauas (MN 100075), secretaria de la comisión de VIH e ITS de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y coordinadora médica en Helios Salud, este fenómeno de crecimiento de las ITS es pre pandémico: “Ya en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un alerta global por el aumento de las ITS”.
Mauas expuso a Infobae las razones por el crecimiento de las ITS: “Hay más prácticas sexuales grupales. Hay cambios en el comportamiento sexual de las personas como la introducción de la pastilla del viagra para extender las relaciones sexuales, la influencia de drogas recreacionales (fenómeno chemsex), e inclusive un menor temor de adquirir el VIH debido a los tratamientos exitosos hoy en día y a la utilización de la píldora PreP (profilaxis pre-exposición). También notamos menos campañas de información sobre salud sexual reproductiva y recortes presupuestarios para los servicios de salud sexual. La educación sexual integral en cada etapa de la vida de un individuo es clave para detener y disminuir los casos”, sostuvo la experta infectóloga.
Por su parte, Freuler destacó que este aumento de las ITS no es un problema exclusivo de Argentina, sino que es un fenómeno mundial reportado por recientes estadísticas en EEUU, Europa, Canadá, Japón y muchos países más.
Las infecciones por sífilis son un claro ejemplo del incremento de casos a nivel mundial. “Los casos de sífilis y de sífilis congénita, una infección de transmisión sexual que puede transmitirse de la madre al feto con posibles efectos devastadores, ha aumentado en las Américas, alertó tan solo hace un mes la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la última revisión epidemiológica. El organismo sanitario continental calcula que 4,6 millones de personas tienen sífilis en la región. En 2020, los países de las Américas informaron de 29.147 casos de sífilis congénita y las cifras preliminares para 2021 indican más de 30.000 casos de esta infección trasmitida de la madre al niño.
“El número de personas afectadas sigue siendo inaceptablemente alto para una enfermedad que ya no debería existir”, afirmó Marcos Espinal, subdirector interino de la OPS, y destacó que actualmente existe tratamiento y su costo es accesible en la mayoría de los países. La sífilis es una infección de transmisión sexual que puede causar afectaciones neurológicas, cardiovasculares y dermatológicas en los adultos. También puede transmitirse de la madre al niño durante el embarazado, algo que puede provocar aborto espontáneo, muerte fetal o poco después del nacimiento, prematuridad o discapacidades graves en los recién nacidos. Esta enfermedad puede causar afectaciones neurológicas, cardiovasculares y dermatológicas en los adultos y transmitirse durante el embarazo, “algo que puede provocar aborto espontáneo, muerte fetal o poco después del nacimiento, prematuridad o discapacidades graves en los recién nacidos”, advierte la OPS.
La Revisión epidemiológica de la sífilis de la OPS muestra que en América Latina solo al 59% de las embarazadas se les ofreció una prueba para detectar la enfermedad en 2020. “Es muy importante que las mujeres se hagan los chequeos durante el embarazo ya que las ITS que pueden causar secuelas graves a los bebes. En Argentina hay una ley que obliga a realizarle estudios a las embarazadas. Pero es importante que las mismas concurran al médico para hacércelos”, remarcó Freuler.
Aunque en Estados Unidos todavía se están recogiendo las cifras de casos de 2021 de enfermedades de transmisión sexual, hay señales preocupantes: los primeros informes muestran que los casos de gonorrea han subido, y los Centros de Control de Enfermedades (CDC) informaron de que hubo más casos de bebés con sífilis en 2020 que en 2019. Inclusive, entre 2019 y 2020, los casos notificados de gonorrea aumentaron un 10 % y los casos de sífilis primaria y secundaria aumentaron alrededor de un 7 %. El aumento de las tasas de sífilis también contribuyó a un aumento del 15 % en la sífilis congénita durante este período. Los casos notificados de clamidia, que a menudo es asintomática, disminuyeron un 13 % entre 2019 y 2020.
“La falta de acceso oportuno a la atención prenatal o la falta de detección de sífilis en mujeres embarazadas contribuyó a estos casos congénitos”, escribió Leandro Mena, MD, MPH, director de la División de Prevención de ETS de los CDC.
“La pandemia de COVID-19 ejerció una enorme presión sobre una infraestructura de salud pública que ya estaba sobrecargada”, dijo en un comunicado Jonathan Mermin, MD, MPH, director del Centro Nacional para la Prevención del VIH, la Hepatitis Viral, las ETS y la Tuberculosis de los CDC. “El impulso implacable de la epidemia de ETS continuó incluso cuando se interrumpieron los servicios de prevención de ETS”.
Volviendo al Boletín de ITS nacional, en 2019, la tasa de VIH para ambos sexos fue de 10,7 por 100 mil habitantes, con una tasa 2,45 veces superior para hombres con respecto a las mujeres. “Teniendo en cuenta que el 98% de los nuevos casos de VIH se contagiaron por vía sexual, y además ésta es la causa fundamental del contagio de otras enfermedades tales como el Virus del Papiloma Humano, la sífilis, gonorrea, hepatitis B y C entre otras, hay que hacer énfasis en la utilización de métodos de barrera, ya sea mediante la utilización de preservativos o campo de látex tanto para sexo oral, vaginal o anal”, afirma el informe del Ministerio de Salud.
“Debemos derribar las “excusas clásicas” asociadas a éstos como la incomodidad, disminución en la sensibilidad, afectación en la erección, irritación en la piel entre otras, para fomentar su utilización destacó la doctora Adriana Giaccaglia, Miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ). “Si analizamos como ejemplo las infecciones por sífilis en Argentina, la mayor proporción de pruebas positivas durante el 2020 corresponden al grupo de 15 a 24 años. Lo cual nos lleva a interpretar que se trata un grupo de riesgo, donde debemos potenciar los medios de protección y aumentar los testeos, acción fundamental para bajar la tasa de positividad, ya que evidentemente están quedando muchos individuos sin diagnosticar”, agregó.
“El inicio de relaciones sexuales a edades más tempranas, la promiscuidad, las conductas de riesgo asociadas al consumo de sustancias (drogas ilícitas, alcohol) y la utilización de métodos anticonceptivos de corta y larga duración (que cada vez se apunta a que sean más cómodos, seguros y confiables), para evitar embarazos no deseados, pero a su vez generan cierto exceso de confianza y se pierde de foco la importancia de utilizar métodos de barrera”, sostuvo la especialista. Y concluyó: “Dada la situación actual, es imprescindible enfatizar en las acciones de prevención, concientización y educación asociadas a este tipo de enfermedades destinadas a la población general, pero haciendo hincapié en el grupo de jóvenes con mayor vulnerabilidad. En la escuela, en casa, en la visita al especialista, hay que dejar de lado los tabúes y hablar de sexo, por la salud propia y la de quienes queremos”.
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