Si bien desde la aparición de los primeros casos fuera de África a comienzos del mes de mayo la información daba cuenta de una infección leve, que no revestía mayor gravedad, la confirmación de cuatro muertes fuera de ese continente, donde la enfermedad es endémica, hizo sonar las alarmas en todo el mundo. Los últimos datos disponibles dan cuenta de 19.691 casos confirmados a nivel mundial, en 73 países. Y ahora, la viruela del mono está sumando sus primeras muertes en Europa y América.
Es que en los últimos dos días, España reportó dos fallecimientos y Brasil uno, que se suman a otros cinco que ya habían sido notificados recientemente en África, donde la enfermedad es endémica, y fue detectada por primera vez en los seres humanos en 1970. A la lista se sumó Perú, que hoy lunes reportó su primera muerte a causa de la enfermedad.
Y si bien las autoridades sanitarias aseguran que en principio estos decesos no significan una mayor gravedad de la enfermedad, el Instituto de Salud Carlos III, en España, está estudiando las muestras de los cadáveres para tratar de sacar conclusiones.
En España por el momento sólo informaron que las recientes víctimas “se trata de dos hombres jóvenes afectados por la viruela del mono”, sin proporcionar la causa exacta de los decesos. Desde el Ministerio de Salud de ese país dijeron esperar los resultados de más “información epidemiológica”. En tanto Brasil anunció un fallecimiento, sin que se sepa, caso por caso, si el virus es realmente la causa del deceso.
La víctima fatal de Perú se trataba de un hombre de 45 años, que padecía HIV y que ya al momento de la hospitalización presentaba un delicado estado de salud. La causa de la muerte fue informada oficialmente como shock séptico.
Más allá de estos casos puntuales, esto es lo que se sabe hasta ahora de la enfermedad.
¿Cuán grave es la viruela del mono?
Coinciden los expertos que, en general, se trata de una enfermedad leve. Los síntomas desaparecen solos y el tratamiento de cabecera es “de sostén”, esto es, se brindan medidas de apoyo paliativas de acuerdo al cuadro que esté padeciendo el paciente.
De hecho, de los 4.298 casos detectados en España -el país más afectado por el actual brote- sólo 120 (un 2,8%) requirieron atención hospitalaria, normalmente para manejar los dolores y las infecciones que causan las pústulas.
En la inmensa mayoría de casos el cuadro no pasa de ahí, pero se puede complicar en personas que sufren comorbilidades, en niños (sobre todo en zonas con pocos recursos sanitarios) o en quienes tienen debilitado el sistema inmunitario.
¿A qué se deben las muertes?
Si bien hasta el momento hay poca información sobre las muertes ocurridas en España, en ambos casos los fallecidos padecían una encefalitis producida por la infección. Del primer fallecido, en la Comunidad Valenciana, no trascendió la edad, aunque se trata de un “hombre joven”, según Sanidad de esa comuna. El segundo, de Córdoba, tenía 31 años.
En el caso de Brasil, se supo que el fallecido era un hombre de 41 años que sufría una enfermedad oncológica.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Los síntomas de la viruela del mono generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “es importante cuidar la erupción dejándola secar si es posible o de ser necesario cubrirla con un vendaje húmedo para proteger el área. Evite tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden usar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contienen cortisona”.
¿Cómo se transmite?
Aunque hay que estudiar más el mecanismo concreto de transmisión, se sabe que se produce por una interacción muy estrecha. De manera similar a la viruela, se ha descrito a través de gotas respiratorias grandes durante el contacto cara a cara directo y prolongado.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC por sus siglas en inglés), la viruela símica puede transmitirse de persona a persona de diferentes maneras, como el contacto físico directo con la erupción causada por la infección, las “secreciones respiratorias” que pueden transmitirse durante el contacto cara a cara o el contacto físico íntimo, como las relaciones sexuales, y el contacto con elementos como la ropa que han tocado una erupción infecciosa o fluidos corporales.
¿Por qué hay más casos entre hombres que tienen sexo con hombres?
El virus puede transmitirse a cualquier persona en contacto directo con él. Y si bien otros brotes que a lo largo de pasadas décadas no habían llegado a este grupo, este sí lo hizo y es entre ellos donde más están creciendo los contagios. La OMS cuantifica en un 98% los casos detectados en hombres que tienen sexo con hombres, en tanto que los datos de España reducen esta cifra al 83,3%.
¿Es muy contagiosa?
El índice R0, tal como se denomina a la tasa de contagio (es decir a la cantidad de personas que puede infectar una persona que contrae la enfermedad) es de entre un 1,6 y 1,8 para la viruela del mono. Esto implica que sin intervenciones de mitigación, como promedio, cada infectado transmite la enfermedad a entre una y media y casi dos personas.
Cuando el número es inferior a uno, el brote tiende a remitir por sí mismo, que es lo que ha sucedido con otros que han surgido en las últimas décadas. “Se ha estimado que las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres es donde supera a 1. Eso significa que el brote se está expandiendo y que hay oportunidades para llevar ese número de reproducción por debajo de 1 dando a esas comunidades la información correcta y empoderándolas”, dijo en una rueda de prensa la portavoz de la OMS Maria Van Kerkhove.
¿Quiénes deben vacunarse?
La enfermedad no tiene un tratamiento ni vacuna específica, pero algunos países están utilizando los inmunizantes de la viruela para quienes presentan un alto riesgo de exposición. La estrategia aplicada se denomina “vacunación en anillo” y consiste en que, tras detectar un caso sospechoso, se realiza un rastreo estricto de los contactos, a quienes se inmuniza.
En ese sentido, los CDC afirmaron que se puede recomendar la vacunación a las personas que estén en contacto cercano con alguien con viruela del mono, a las que puedan haber estado expuestas al virus y a las que corran un alto riesgo de exposición, como algunos profesionales sanitarios y trabajadores de laboratorio.
Las vacunas que se están usando contra la viruela del mono no son específicas de esta enfermedad, sino que están diseñadas para la viruela tradicional. Aunque parece que arrojan una alta efectividad, es necesario estudiarlo mejor.
¿Cómo se puede prevenir?
Más allá de la vacuna, que no está a disposición de todo el mundo, la OMS recomienda estar muy atento a los síntomas descritos para detectar la enfermedad cuanto antes. Asimismo, el organismo pidió que las personas que muestren signos de la enfermedad que se aíslen para no propagar el virus. También aconsejó a los hombres que tienen sexo con hombres que reduzcan el número de sus parejas sexuales.
¿Por qué la OMS declaró el brote una emergencia sanitaria internacional?
La OMS define una emergencia de salud pública de interés internacional, como “un evento extraordinario” que constituye un “riesgo para la salud pública de otros Estados a través de la propagación internacional de enfermedades” y que “potencialmente puede requerir una respuesta internacional coordinada”. Esta definición implica una situación que es: grave, repentino, inusual o inesperado. Que tiene implicaciones para la salud pública más allá de la frontera nacional del Estado afectado y que puede requerir una acción internacional inmediata.
El mensaje del organismo es que el virus se puede controlar con vigilancia, trazando los contagios y rompiendo las cadenas de transmisión. Pero esto no es lo que está sucediendo. Por eso, a pesar de que los asesores de la OMS no eran mayoritariamente favorables a declarar la emergencia, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, decidió hacerlo ante la inacción que veía en algunos países para contener los contagios.
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