Un grupo de dos investigadoras chilenas crearon una crema de té verde que es capaz de combatir el cáncer a la piel. Los resultados son parte de 4 años de intenso trabajo desde que el 2017 decidieron estudiar esta materia.
Se trata de las investigadoras Priscilla Brebi y Daniela León (ambas PhD en Ciencias mención Biología Celular y Molecular Aplicada), de la Universidad de La Frontera, en Temuco, ciudad ubicada al sur de Chile. En esta localidad las expertas decidieron estudiar in vitro diversos mecanismos de resistencia a terapias fotodinámicas en cáncer de piel no melanoma, lo que quiere decir, terapias que utilizan medicamentos que se activan con la luz.
Después de cuatro de años de trabajo, las investigadoras lograron desarrollar un tratamiento a base “de una crema fotosensibilizadora, que daña las células cancerígenas y, además, es 100% hecha en Chile”. Por medio de esto será “posible tratar y sanar el cáncer a la piel sin necesidad de cirugías, como principalmente ocurre en la actualidad”.
El tratamiento a base de esta crema es menos invasivo para el paciente y mejora la tasa de recurrencia de la enfermedad, dado que las pruebas mostraron que existe una disminución de las lesiones cancerígenas observadas en la piel tras el tratamiento con la formulación elaborada por las científicas. Esto quiere decir que permitiría reducir la posibilidad de que regrese el cáncer.
Los resultados del estudio fueron tan buenos que al exponer estas células cancerígenas al compuesto trabajado por las investigadoras, el 100% de ellas moría a las 24 horas de exposición.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 10 chilenos tendrá durante su vida algún tipo de cáncer a la piel, es decir, en Chile una población de unas 20.000 personas al año. El cáncer más frecuente es el de tipo no melanoma, y sus lesiones precursoras, y se gatillan en áreas de la piel que están al sol como, por ejemplo, el rostro.
El balance de las investigadoras
Para la investigadora Priscilla Brebi, el pensamiento femenino y el trabajo temprano fueron claves en este desarrollo y para el interés por la ciencia. “El pensamiento femenino es fundamental para la ciencia. Si bien en el área de las ciencias médicas y biológicas se ha equiparado la participación de mujeres, hay áreas de las ciencias más duras, como ingeniería, donde aún existe una gran brecha”, añade también que es clave “captar el interés por esta área, desde muy temprana edad, normalizando que niñas y niños pueden aspirar a tener cualquier profesión y que pueden desarrollarse intelectualmente por igual”.
Por su parte, el vicerrector de Investigación y Postgrado de UFRO, Rodrigo Navia, destacó que esto es el fruto de un largo trabajo que “buscaba generar el mayor impacto posible en la sociedad” con este tratamiento. “Hemos venido trabajando durante la última década para potenciar el alcance de nuestras investigaciones en el ámbito de la ciencia aplicada, de modo de generar el mayor impacto posible en la sociedad y estamos muy orgullosos de los avances obtenidos en el área de la salud”, dijo el experto.
Lo que viene a continuación es clave para el futuro de este trabajo. “Realizar la evaluación in vivo de las formulaciones, para determinar las mejores concentraciones del producto, así como la mejor opción de presentación del mismo”, finalizó Daniela León.
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