El equipo de investigación responsable del súper telescopio espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) ha publicado nuevas fotografías. Se trata de dos imágenes inéditas del planeta Júpiter. Estas nuevas ilustraciones del mayor planeta de nuestro Sistema Solar, fueron tomadas con la Cámara de Cercanía Infrarroja (NIRCam) durante la fase de prueba del JWST.
Así como se puede apreciar en las fotografías, el gran planeta Júpiter aparece en ambas imágenes acompañado de un tenue anillo, así como de sus tres lunas: Metis, Teba y Europa. En esta última luna, en la que se puede observar su sombra (imagen de la izquierda, al lado de la Gran Mancha Roja), los astrónomos creen que podría albergar vida, ya que tendría condiciones similares a las de la Tierra.
Para conseguir estas imágenes, la NIRCam utilizó dos filtros diferentes que permiten distinguir las distintas longitudes de onda de la luz. Las fotos demuestran que el JWST funciona a la perfección para capturar objetos tan brillantes y en movimiento como Júpiter, su anillo y sus lunas.
“Combinadas con las imágenes de campo profundo publicadas el otro día, estas imágenes de Júpiter demuestran la comprensión completa de lo que Webb puede observar, desde las galaxias observables más débiles y distantes hasta los planetas en nuestro propio patio cósmico que se pueden ver a simple vista desde su patio trasero real”, dijo en un comunicado Bryan Holler, científico del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore que ayudó a planificar las observaciones de Júpiter.
Los desafíos del JWST
“Se esperaba que la observación de un planeta brillante y de sus satélites y anillos fuera un reto, debido a la luz dispersa que podría afectar al instrumento científico empleado, pero también el sensor de orientación fino debe rastrear las estrellas cerca del planeta brillante”, según se explicó en el informe de la comisión. Ahora, los científicos esperan poder utilizar al JWST para rastrear objetos espaciales cercanos a la Tierra como asteroides o cometas. Según se desprende en su informe, la herramienta de observación espacial está funcionando mejor de lo esperado.
“El resultado clave de los seis meses iniciales es el siguiente. El JWST es plenamente capaz de realizar los descubrimientos para los que fue construido. Fue concebido para permitir avances fundamentales en nuestra comprensión de la formación y evolución de galaxias, estrellas y sistemas planetarios”, concluyeron los investigadores.
Luego de que el presidente de Estados Unidos mostrara el lunes una foto del cosmos profundo repleto de galaxias, los responsables de la NASA descorrieron el martes el telón para mostrar más imágenes luminosas captadas por el mayor y más potente observatorio jamás lanzado al espacio. Las primeras imágenes a todo color y de alta resolución del telescopio espacial James Webb, diseñado para asomarse más lejos y con mayor claridad a los albores del universo, fueron proclamadas por la NASA como un hito que marca una nueva era de la exploración astronómica.
El telescopio infrarrojo, que demandó 9.000 millones de dólares, se lanzó el 25 de diciembre de 2021 y fue construido por el gigante aeroespacial Northrop Grumman Corp. por encargo de la NASA. El observatorio llegó a su destino en la órbita solar a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra un mes después. Con el Webb afinado tras meses de alineación remota de sus espejos y calibración de sus instrumentos, los científicos se embarcarán en una agenda seleccionada por concurso para explorar la evolución de las galaxias, el ciclo de vida de las estrellas, las atmósferas de exoplanetas lejanos y las lunas de nuestro sistema solar exterior.
La NASA seleccionó una primera tanda de fotos, que tardó semanas en ser procesada a partir de los datos en bruto recogidos por el Webb, para mostrar las capacidades del telescopio. La imagen más destacada, que fue presentada el lunes por el presidente Biden en la Casa Blanca, pero lo que se exhibió con más bombo y platillo el martes, fue una foto de “campo profundo” de un cúmulo de galaxias distante, SMACS 0723, la visión más detallada del universo primitivo registrada hasta la fecha.
Entre los otros cuatro objetos del Webb cuyas fotografías se presentaron el martes se encuentran dos enormes nubes de gas y polvo lanzadas al espacio por explosiones estelares para formar incubadoras de nuevas estrellas: la nebulosa de Carina y la nebulosa del Anillo Sur, cada una a miles de años luz de la Tierra. La colección también incluyó nuevas imágenes de otro cúmulo de galaxias conocido como Quinteto de Stephan, descubierto por primera vez en 1877, que abarca varias galaxias que la NASA describió como “enfrascadas en una danza cósmica de repetidos encuentros cercanos”.
Además de las imágenes, la NASA presentó el primer análisis espectrográfico de un exoplaneta del tamaño de Júpiter a más de 1.100 años luz de distancia, que revela las firmas moleculares de la luz filtrada que atraviesa su atmósfera, incluida la presencia de vapor de agua. Concebido para observar sus objetos principalmente en el espectro infrarrojo, el Webb es unas 100 veces más sensible que su predecesor de hace 30 años, el telescopio espacial Hubble, que opera principalmente en longitudes de onda ópticas y ultravioletas.
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