Qué la ciencia nos acompañe: cómo Star Wars inspiró a una nueva generación de científicos

La saga del director George Lucas se basa en la historia o en sus personajes para estudiar el cáncer, desarrollar hologramas, el rayo tractor y los robots. La asombrosa huella en la astronomía

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La princesa Leia, uno de los personajes más queridos de la saga de La Guerra de las Galaxias, aparece en un holograma /Archivo
La princesa Leia, uno de los personajes más queridos de la saga de La Guerra de las Galaxias, aparece en un holograma /Archivo

“Ayúdame, Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza”, dice la princesa Leia en la película de ciencia ficción Star Wars (Guerra de las Galaxias), estrenada en 1977. Es parte del holograma que proyecta el droide R2-D2 y una escena que quedó en la memoria de muchos espectadores, como el estadounidense Alexander Lippert. Quedó impactado por la tecnología que usaban en el film: “De niño no paraba de pensar en una forma de inventar esto”, contó. De grande se convirtió en científico y logró cumplir su sueño. Desarrolló una tecnología para fabricar objetos de mesa animados en 3D mediante la estructuración de la luz.

Lippert no es el único investigador que quedó conmovido por el universo de Star Wars. Ese film de George Lucas fue pionero en el uso de efectos especiales y en plantear posibilidades para el futuro. Está considerada como una de las películas más exitosas e influyentes de todos los tiempos, y forma parte de una saga que aún sigue produciendo novedades. Esta semana se harán cuatro funciones con la banda sonora de Star Wars: El imperio contraataca, que será interpretada por la Asociación de Profesores de la Orquesta Estable del Teatro Colón de Argentina mientras se proyecta la película (fue estrenada en 1980). El espectáculo es presentado por Disney y el Teatro Colón.

El estadounidense Alexander Lippert desarrolló una tecnología para fabricar objetos de mesa animados en 3D. Se inspiró en La Guerra de las Galaxias/Archivo
El estadounidense Alexander Lippert desarrolló una tecnología para fabricar objetos de mesa animados en 3D. Se inspiró en La Guerra de las Galaxias/Archivo

“Yo era muy fanático de Star Wars cuando era chico. ¡Fui a ver cinco veces la película original al cine! Las armas láser, los robots, los diferentes lenguajes de comunicación, los vehículos que levitaban o los viajes por el hiperespacio me asombraron, e influyeron en mi pasión por la ciencia. Yo trabajo en el campo de las nanotecnologías que en el año 1977 aún no se habían desarrollado. Eran solamente un concepto. Pero sin dudas la saga de películas de Star Wars nos dejó a muchos esa semillita de la curiosidad, que siempre es lo más importante para despertar la vocación de un científico”, dijo a Infobae el doctor en química Galo Soler Illia, investigador del Conicet y fundador y decano del Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín. Entre otras iniciativas, el año pasado el científico y su equipo desarrollaron un recubrimiento nanotecnológico para prevenir infecciones especialmente en hospitales.

Hay muchos desarrollos de científicas y científicos que trabajan en medicina, astronomía, robótica, química, física, entre otras disciplinas, que se inspiraron en momentos, tecnologías o personajes de la saga de Star Wars. Incluso la misma película y la saga es objeto de estudios de investigadores en ciencias sociales y consumos culturales.

Científicos estudiaron mecanismos de las células tumorales que les permiten resistir al sistema inmune y a la inmunoterapia. Su trabajo incluye referencias a 'La guerra de las galaxias'/Universidad Politécnica de Valencia
Científicos estudiaron mecanismos de las células tumorales que les permiten resistir al sistema inmune y a la inmunoterapia. Su trabajo incluye referencias a 'La guerra de las galaxias'/Universidad Politécnica de Valencia

La española Pilar Baldominos, quien actualmente se encuentra en el Instituto del Cáncer Dana-Farber de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos reveló pistas sobre mecanismos de defensa que presentan algunas células tumorales para sobrevivir al sistema inmune y a la inmunoterapia en el tratamiento contra el cáncer. Su trabajo fue publicado en la revista Cell y recoge los resultados obtenidos gracias a la tecnología pionera PADMEseq.

Se trata de una técnica que se combina con el uso de ratones JEDI que fueron desarrollados en el mismo laboratorio dirigido por la también española Judith Agudo Cantero. Tanto PADME como JEDI son nombres inspirados en la “La Guerra de las galaxias”. “En nuestro laboratorio, el cáncer es el lado oscuro y la ciencia es la fuerza”, sostuvo Baldominos.

Combinando la técnica PADME y los ratones JEDI, se consigue marcar bajo el microscopio las regiones donde se encuentran las células que el sistema inmune no es capaz de matar para compararlas con otras regiones tumorales. Esos descubrimientos podrían ayudar a seleccionar mejor qué pacientes responden mejor a la inmunoterapia y sirven para seguir mejorando las terapias actuales.

Una ilustración del planeta Kepler-16b, que tiene dos soles como el que se presenta en la saga de La Guerra de las Galaxias/NASA
Una ilustración del planeta Kepler-16b, que tiene dos soles como el que se presenta en la saga de La Guerra de las Galaxias/NASA

En la astronomía, Star Wars también dejó su huella. En la saga, se menciona a Tatooine, un planeta desértico circunvolucional escasamente habitado ubicado en los Territorios del Borde Exterior de la galaxia. Fue el planeta natal de los influyentes personajes de Anakin y Luke Skywalker. Formaba parte de un sistema estelar con dos soles. En febrero pasado, astronómos -que contaron con apoyo de la agencia espacial NASA- usaron una nueva técnica para confirmar la existencia real de un planeta como Tatooine. De hecho, mencionaron al planeta de Star Wars en el anuncio de su estudio.

El planeta que encontraron es Kepler-16b. Está a unos 245 años luz de la Tierra y es un gigante gaseoso y tiene aproximadamente el tamaño de Saturno. “Es una confirmación de que nuestro método funciona”, comentó David Martin, coautor del estudio y becario Sagan de la NASA en el Departamento de Astronomía de la Universidad Estatal de Ohio. “Y nos da la oportunidad de aplicar este método ahora para identificar otros sistemas como éste”.

Hay interés por la técnica que usaron: “Una de las principales razones es que los planetas que orbitan alrededor de dos estrellas tienden a existir a una distancia que los haría buenos candidatos para la vida. Estos planetas se encuentran con frecuencia en la zona habitable, a una distancia de las estrellas en la que se podría encontrar agua líquida”, según Martin.

Salto es un robot ágil y pequeño desarrollado para rescates/Stephen McNally
Salto es un robot ágil y pequeño desarrollado para rescates/Stephen McNally

En la saga de Star Wars, un “rayo tractor” era un campo de fuerza proyectado que manipulaba las fuerzas gravitacionales para empujar o tirar objetos. Estaba en las naves estelares y permitía encerrar o mover otras naves u objetos. En 2018, físicos de la Universidad ITMO en Rusia desarrollaron un modelo de rayo tractor óptico para capturar partículas basado en nuevos materiales artificiales. Los resultados se publicaron en la revista ACS Photonics.

“En futuros trabajos tenemos previsto realizar experimentos para obtener los haces tractores. Este es un paso obligado hacia la aplicación práctica de este fenómeno. A pesar de que en un futuro próximo esta tecnología no nos ayudará a atraer naves espaciales ni a secuestrar vacas, sí puede utilizarse, por ejemplo, para crear trampas especiales para partículas y células o para conducir reacciones químicas de forma selectiva”, había mencionado Alexandra Ivinskaya, la primera autora del trabajo publicado.

Como parte de un proyecto de investigación para el Ejército de Estados Unidos, científicos de la Universidad de California en Berkeley desarrollaron un robot ágil, llamado Salto que parece un caminante imperial de Star Wars en miniatura. Podría ser capaz de ayudar en operaciones de exploración y búsqueda y rescate. Puede saltar más de tres veces su altura: 30 centímetros. Durante desastre, con personas atrapadas bajo los escombros, ese tipo de robots podrían ser realmente útiles para encontrar a las personas de una manera que no sea peligrosa para los rescatistas.

El escarabajo Chewbacca es una de las especies que han recibido nombres de los personajes de Star Wars/A. Riedel
El escarabajo Chewbacca es una de las especies que han recibido nombres de los personajes de Star Wars/A. Riedel

También Star Wars inspiran a biólogos y varios le han realizado un homenaje al ponerle nombres relacionados con los personajes de la saga a las especies de seres vivos que descubren. Uno de ellos es Chewbacca, un ser bípedo alto, peludo y robusto del planeta Kashyyyk. En Papúa Nueva Guinea, un grupo de investigadores describió al escarabajo Trigonopterus chewbacca. El insecto se destacaba por sus curiosas escamas en la cabeza y las patas, que hicieron pensar a los autores en el fiel compañero del personaje de Han Solo. Sin embargo, el escarabajo no podría confiar en su tamaño para ahuyentar a otras especies: sólo mide entre 2,78 y 3,13 milímetros. Es de color negro y tiene forma de rombo, mientras que sus patas y su antena parecen oxidadas.

Hay también estudios científicos sobre la salud de los personajes. Ronan Berg y Ronni Plovsing, médicos del Hospital Universitario Rigshospitalet de Dinamarca, han publicado un estudio sobre la insuficiencia respiratoria crónica que sufre el personaje del villano Darth Vader, quien cuando era Anakin Skywalker luchó contra su maestro y casi se muere. Perdió las piernas y los brazos, y los pulmones le quedaron quemados por respirar los vapores de lava. “En cualquier caso, y aunque el curso clínico y el tratamiento podrían diferir un poco de los que se encuentran típicamente en nuestra unidad de cuidados intensivos, Darth Vader proporciona ejemplos de causas directas e indirectas de la lesión pulmonar aguda, y puede servir como una plataforma alternativa y entretenida para una discusión plenaria con los estudiantes de medicina sobre diversos aspectos de la fisiopatología de la lesión pulmonar aguda y crónica”, sostuvieron los investigadores médicos.

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