Científicos polacos descubrieron las causas de muerte de una momia, correspondiente a una mujer embarazada que murió hace más de 2.000 años en Egipto. La llamada por los investigadores “Dama Misteriosa” fue hallada en tumbas reales de Tebas, Alto Egipto a comienzos del siglo XIX y fue llevada a Varsovia en 1826, donde actualmente se la exhibe en el Museo Nacional de la capital de polonia.
La Dama Misteriosa procedía de la élite de la comunidad tebana y su cuerpo data del siglo I a.C, una época próspera de esa nación, en momentos en que reinaba Cleopatra. Los científicos ya habían establecido que se trata del cuerpo de una joven que murió cuando tenía algo más de 20 años y que se encontraba embarazada de 28 semanas.
Se trata de una reliquia muy destacada del antiguo Egipto, porque fue la primera momia embarazada descubierta y cuyo feto se conservó extraordinariamente bien, por razones químicas que los expertos también han explicado. Anteriormente se pensaba que la momia eran los restos del sacerdote Hor-Jehuti, hasta que, en 2016, se descubrió que era una mujer en estado de gestación.
La novedad surge ahora porque los mismos científicos, pertenecientes al Proyecto de la Momia de Varsovia (WMP) en Polonia, realizaban escaneos óseos cuando detectaron marcas inusuales en el cráneo de la Dama Misteriosa. Según las investigaciones que encararon esto pudo haberlo provocado un cáncer de nasofaringe.
El cáncer de nasofaringe es un tipo raro de cáncer que afecta el sector de la garganta que conecta la parte posterior de la nariz con la parte posterior de la boca.
Las fotografías publicadas por WMP muestran el cráneo con lesiones y los científicos creen que probablemente fueron causadas por un tumor y grandes defectos en partes de los huesos que normalmente no se formarían durante los procedimientos de momificación.
“Tenemos cambios inusuales en los huesos nasofaríngeos que, según los expertos en momias, no son típicos del proceso de momificación”, dijo el profesor Rafał Stec del Departamento de Oncología de la Universidad Médica de Varsovia, quien trabajó con expertos en WMP. “En segundo lugar, las opiniones de los radiólogos basadas en tomografías computarizadas indican la posibilidad de cambios tumorales en los huesos”, agregó. Stec precisó que la corta edad de la momia y la falta de otra causa de muerte indican una “causa oncológica”.
Los científicos ahora planean recolectar muestras de tejido y compararlas con muestras de cáncer de otras momias egipcias. Se espera que estos estudios permitan ampliar el conocimiento de la evolución del cáncer y pueda contribuir al desarrollo de la medicina moderna. La investigación adicional también podría determinar la causa del cáncer de nasofaringe, por ejemplo, si estaba asociado con una infección viral o genética.
Los datos más destacados que se conocían hasta aquí de la llamada Dama Misteriosa habían sido descubiertos el año pasado en un examen con imágenes captadas durante tomografías computarizadas que revelaron que la mujer tenía entre 20 y 30 años cuando murió y estaba en su semana 26 a 30 de embarazo.
El cuerpo había sido cuidadosamente envuelto en telas y dejado con un rico conjunto de amuletos para verla en el más allá, según las creencias de entonces, dijeron los autores del trabajo en el Journal of Archaeological Science.
El feto estaba ubicado en la parte inferior de la pelvis menor y en parte en la parte inferior de la pelvis mayor y fue momificado junto con su madre. Las imágenes de las tomografías del bebé estaban oscurecidas por el tejido del útero que lo rodeaba, lo que significaba que no podían obtener un análisis más detallado más allá de medir la cabeza.
La circunferencia de su cabeza era de 9,8 pulgadas, es decir de 24,89 centímetros, y fue como los expertos concluyeron que se encontraba entre las semanas 26 y 30 de gestación. Al ser momificada no fue extraído el útero, como sí hicieron con el caso del corazón, los pulmones, el hígado y los intestinos y el estómago. Los expertos del Proyecto de la Momia de Varsovia no pudieron decir por qué el feto no fue extraído y momificado por sí solo, como se ha demostrado en otros casos de niños nacidos muertos.
“Se puede haber pensado que todavía era parte integral del cuerpo de su madre, ya que aún no había nacido”, dijeron en ese momento los científicos. Al feto no se le había dado un nombre, aunque, según las antiguas creencias egipcias, un nombre era una parte importante del ser humano.
Por lo tanto, los estudiosos de las creencias del antiguo Egipto estiman que para la vida después de la muerte del niño por nacer solo podría haber ocurrido si hubiera ido al inframundo como parte de su madre.
Los expertos ya han detectado cáncer en otras momias egipcias. En 2017 descubrieron los más antiguos casos conocidos de cáncer de mama y mieloma múltiple, un tipo de cáncer de médula ósea, en dos momias antiguas: una mujer cuyo cuerpo data del 2.000 a.C y un hombre de aproximadamente el 1.800 a. C. Ambos pertenecían a las clases dominantes de las familias egipcias que gobernaban Elefantina, una isla en el río Nilo.
En tanto, la Dama Misteriosa era originaria del llamado Valle de los Reyes en el Alto Egipto que actualmente es una de las principales atracciones turísticas del país y es el famoso cementerio de muchos faraones fallecidos. Está ubicado próximo a la milenaria ciudad de Luxor, a orillas del río Nilo, en el este de Egipto, a 500 km de las pirámides de Giza, cerca de El Cairo.
La mayoría de los faraones de las dinastías XVIII a XX, que gobernaron desde 1550 a. C. hasta 1069 a. C., descansaron en las tumbas excavadas en la roca local. Las tumbas reales están decoradas con escenas de la mitología egipcia y dan pistas sobre las creencias y rituales funerarios de la época. Casi todas las tumbas fueron abiertas y saqueadas hace siglos, pero los sitios aún dan una idea de la opulencia y el poder de los faraones. El faraón más famoso del sitio fue Tutankamón, cuya tumba fue descubierta en 1922.
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