Considerada como una de las principales causales de muerte en niños, la ciencia siempre vinculó a la diarrea con las tormentas o inundaciones. Sin embargo, científicos de Yale advirtieron que existe un mayor riesgo de que los chicos, menores de 5 años. padezcan esta patología cuando se registran sequías prolongadas. Se trata del mayor estudio realizado sobre esta relación en países de ingresos bajos y medios sobre esta relación, hasta el momento. Cuáles son las razones y que estiman los expertos evaluar el rol del cambio climático.
En un comunicado emitido por la casa de altos estudios, los científicos de Yale aseguraron que detectaron “tasas más altas de diarrea entre los niños que vivían una sequía prolongada” en relación a los que habían padecido “fuertes lluvias e inundaciones”. “Las cosas eran peores en los hogares que tenían que viajar largas distancias por agua o que carecían de agua y jabón para lavarse las manos”, afirmaron los expertos; al tiempo que aclararon que “un saneamiento adecuado no compensó el riesgo de diarrea asociado con la sequía”.
Kai Chen, autor principal del estudio y profesor asistente en el Departamento de Epidemiología (Salud Ambiental) de la Escuela de Yale, afirmó que “no se puede eliminar por completo el impacto de la sequía en el riesgo de diarrea, especialmente en un clima que tendrá más sequías en el futuro”, por lo cual indicó que “necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Estas afirmaciones surgen gracias a lo que denominaron como “el estudio más grande en explorar los efectos de la sequía a largo plazo en el riesgo de diarrea en niños”, el cual se centró en aquellos que viven en “países de ingresos bajos y medianos (LMIC)”. Además, destacaron que esta investigación fue la primera en su tipo en “utilizar una nueva medida de sequía que tiene en cuenta tanto el suministro como la demanda de agua”.
“La diarrea puede surgir de la exposición a alimentos o agua contaminados, heces de animales u otra persona infectada. Si bien la relación entre la lluvia y la diarrea se ha estudiado mucho, la evidencia relacionada con la sequía y la diarrea ha sido escasa”, justificaron los expertos.
En ese sentido, señalaron que “para comprender mejor la relación entre la sequía y la diarrea” analizaron encuestas internacionales de salud y datos climáticos, siendo que este fenómeno se “midió con una resolución de 10 kilómetros cuadrados con una métrica llamada índice estandarizado de precipitación y evapotranspiración (SPEI)”.
“Los datos sobre episodios recientes de diarrea fueron recopilados entre 1990 y 2019 por las Encuestas demográficas y de salud, una colaboración entre USAID y docenas de países de todo el mundo. Las encuestas capturaron información sobre más de 1,3 millones de niños menores de 5 años que viven en 51 países del África subsahariana, el sur y el sudeste de Asia, América Latina y el Caribe”, señalaron los científicos, al tiempo que destacaron que “en todos los países encuestados, el 14,4% de los niños había experimentado diarrea en las últimas 2 semanas”, siendo que el mayor riesgo se registró en niños de 6 a 23 meses.
Entre las naciones evaluadas, los científicos destacaron que Níger fue el país más afectado, con un 36,4% de niños enfermos recientemente. Le siguieron: Bolivia, Liberia, la República Centroafricana, Burundi, Malawi y Haití, en donde detectaron que 1 de cada 5 niños, aproximadamente, se había visto afectado recientemente.
“Vivir en condiciones de sequía durante seis meses aumentó el riesgo de diarrea en un 5%, si la sequía fue leve, o en un 8 %, si la sequía fue severa. El acceso a buenas instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés), como agua y jabón adecuados, ofreció niveles bajos a moderados de protección contra el riesgo de diarrea”, dijeron los expertos, al tiempo que destacaron que “los niños en hogares donde se tomó más tiempo para recolectar agua, más de media hora, o donde no había acceso a agua y jabón para lavarse las manos, estaban en mayor riesgo”.
Según explicaron, “los niños que sobreviven a una enfermedad diarreica pueden sufrir problemas de crecimiento y desarrollo y ser más susceptibles a enfermedades crónicas. Pero muchos otros no sobreviven”. “En todo el mundo, unos 446mil niños menores de 5 años murieron de enfermedades diarreicas solo en el año 2016, lo que la convierte en la quinta causa principal de muerte en ese grupo de edad”, dijeron los expertos y completaron: “La muerte, a menudo, ocurre debido a una deshidratación severa o una infección abrumadora”.
Además, según el trabajo publicado en Nature Communications referenciado en el comunicado, “es probable que esas estadísticas empeoren ya que se espera que el cambio climático empeore las sequías y las haga más duraderas”. “La sequía puede aumentar la concentración de bacterias y virus peligrosos en las fuentes de agua. Además, cuando el agua escasea, se prioriza beberla frente a usarla para la higiene personal y para muchas personas en LMIC, puede tomar horas de viaje para acceder al agua”, señalaron.
“Es necesario que haya esfuerzos de colaboración internacional para mejorar la infraestructura WASH, especialmente en estas comunidades de bajos recursos. Para estos niños, eso definitivamente ayuda”, aseguró Chen, quien además ostenta el cargo de Director de Investigación del Centro de Cambio Climático y Salud, en la Escuela de Salud Pública de Yale; y concluyó: “Lavarse las manos no es suficiente para protegerlo. Necesitamos abordar la causa raíz del cambio climático“.
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