La pandemia no da tregua. Cuando los más optimistas estiman que el COVID podría comenzar a despedirse, una nueva variante o subvariante surge e impulsa una nueva ola de contagios. Al menos esto se observó, nuevamente, con los incrementos en los casos registrados en algunas naciones europeas. Las responsables de estas “flamantes” olas son las denominadas BA.4 y BA.5 de Ómicron. Infobae dialogó con dos virólogos para conocerlas más en profundidad.
Este miércoles, la Argentina registró su primer caso de BA.5, el cual es un viajero y fue detectado durante el análisis de las muestras ingresadas entre el 5 y el 11 de junio, cuyos resultados son los últimos publicados oficialmente. Pero, según pudo saber Infobae, la secuenciación de muestras posteriores a esa fecha —cuyos informes aún no fueron difundidos— constató que un 5% de las pruebas ya correspondían a BA.5. Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó que BA.5 ya fue detectada en 62 países, mientras que BA.4 se desplegó por 58.
“BA.5, junto a BA.4 están produciendo un aumento de casos en prácticamente todos los países europeos, incluso son una alta tasa de vacunación. Y eso ocurre por dos razones: aparentemente tiene una capacidad de contagio un poco mayor que la primera Ómicron, que a su vez era mayor que Delta. La segunda es porque escapa un poco más de la protección que nos dan las vacunas, o sea los anticuerpos”, afirmó a Infobae el virólogo Mario Lozano, doctor en Ciencias Bioquímicas y experto en Biología Molecular.
Asimismo, el virólogo Víctor Romanowski, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Virología e investigador del Conicet, especificó: “BA4 y BA5 evaden más eficientemente la respuesta inmune generada por las vacunas e incluso la inmunidad derivada de una infección previa con la BA1″.
1. BA.4 y BA.5: las impulsoras de las nuevas olas
Hace escasos días, Eric Topol, fundador y director del Instituto Scripps Translational Science en La Jolla, California, Estados Unidos, se refirió a la subvariante BA.5 y aseveró que “es la peor versión del virus que hemos visto”. En ese sentido, el experto señaló que los sublinajes BA.5 y BA.4 de Ómicron siguen aumentando su prevalencia.
Lozano acordó con Topol sobre su mayor presencia. Según explicó, “BA.5, junto a BA.4, están produciendo un aumento de casos en prácticamente todos los países europeos, como es el caso de Israel, que tienen una alta tasa de vacunación”. “Hay que poner un paréntesis en este aspecto, porque con el cambio de estrategia de detección seguramente estamos detectando muchos menos casos de lo que realmente se producen, en relación con los momentos en que la pandemia arreció en Argentina; y esto pasa en todo el mundo porque fue un cambio de estrategia mundial”, añadió el experto en Biología Molecular.
Asimismo, Romanowski recordó que “la variante’ original de Wuhan engloba varios genotipos, como la que apareció y se propagó rápidamente por Europa y no se le asignó un nombre en la secuencia de letras del alfabeto griego, pero se propagó mucho más rápido. En este caso, la responsable es la mutación D614G”.
“La BA.5 provocó un notable aumento de las hospitalizaciones en Portugal, donde se convirtió rápidamente en dominante, y actualmente tiene ese efecto, en grado variable, en muchos países europeos e Israel. A menudo queda enmascarado, ya que el aumento de la BA.5 se produce al mismo tiempo que el descenso de la BA.2 en varios países, y la magnitud de la oleada de BA.2 fue diferente entre los países”, señaló Topol en su newsletter personal.
2. BA.4 y BA.5: expertas evasoras
En la actualidad, los casos de infección en vacunados o reinfección en recuperados generó una nueva ola en todo el mundo, como señalaron los tres expertos. Esta situación está relacionada con dos aspectos esenciales, según explicaron. " BA.4 y BA.5 evaden más eficientemente la respuesta inmune generada por las vacunas e incluso la inmunidad derivada de una infección previa con la BA.1″, puntualizó Romanowski.
“Por los experimentos que se han hecho, la BA.5 tiene un índice y una capacidad de contagio un poco mayor que que la primera Ómicron, que a su vez era mayor que que Delta y que la segunda Ómicron, aunque la BA.2 era la que estaba, y aún está, circulando mayoritariamente en la Argentina hasta ahora. Además, escapa un poco más a la protección que nos dan las vacunas, o sea los anticuerpos que nosotros desarrollamos por la vacunación, o a la protección de los fuimos infectados previamente por las variantes previas, incluida la propia Ómicron”, señaló Lozano.
En ese sentido, afirmó que las variantes previas “son menos eficientes para generar protección”. “Gracias a estas dos características, que la hacen más fácil de transmitirse, es probable que haya, a partir de la aparición de la BA.5, un aumento de casos”.
En tanto, Topol advirtió, además, que la BA.5 llevó “el escape inmunológico, ya extenso, al siguiente nivel y, en función de eso, a una mayor transmisibilidad”. “Se podría decir que no es tan mala porque no ha habido un aumento marcado de hospitalizaciones y muertes como se observó” con otro sublinaje de Ómicron, aseguró. Al tiempo que afirmó que, con el alcance de la evasión inmunitaria de la subvariante BA.5 y las recientes tendencias de disminución de la eficacia de la vacuna frente a la enfermedad grave, “no me sorprendería en absoluto ver una mayor disminución de la protección frente a las hospitalizaciones y las muertes”.
3. BA.4 y BA.5: sintomatología pese a la protección
Otro de los puntos que alertó a los expertos es el comportamiento de la enfermedad en los vacunados y recuperados. Ya que, pese a contar con una protección que ante otras variantes evitaría la sintomatología, BA.4 y BA.5 logran desarrollar estos cuadros.
“No estamos detectando muchos de los casos porque tienen una sintomatología muy baja o, incluso, son asintomáticos. En presencia de las vacunas, a pesar de que estas variantes contagian más y producen más casos, no producen tantos casos que sean graves. Si bien siempre que sucede un aumento de casos y vamos a tener como correlato un aumento de internaciones y también un aumento de ocupación en las terapias intensivas y en los fallecimientos, esperamos que sean en menor proporción que las anteriores porque Argentina es uno de los países que más vacuna y más protegida tiene a su población, en ese sentido”, aseguró Lozano.
En tanto, Romanowski agregó: “La gravedad de la infección no es mayor, pero al evadir mejor la respuesta inmune podría dar lugar a más casos en vacunados. Y como hay una pequeña proporción de individuos que sufren en forma más grave la enfermedad, el número total de casos que requieran hospitalización podría ser mayor. Y eso podría dar lugar a una nueva ola”.
“Se plantea la cuestión de si la BA.5 es más virulenta o patógena, o si es capaz de inducir una peor enfermedad. Hasta ahora sólo tenemos un estudio experimental al respecto y se demostró que el BA.4 y el BA.5 indujeron una enfermedad peor en el modelo del hámster sirio y se propagaron más eficazmente en los cultivos de células pulmonares”, aseveró Topol.
4. BA.4 y BA.5: ¿pueden ser nuevas variantes?
Según señaló Topol, hay diferencias importantes en la secuencia de la espiga, pero las mutaciones de la BA.5 se extienden más allá y se amplían a otras partes del virus. Este es uno de los análisis que abre la puerta a una de las incógnitas que mantienen en vilo a cientos de expertos en todo el mundo, la BA.4 y la BA.5 podrían dejar sus nombres crípticos para alzarse con una nomenclatura griega, tal y como ocurrió con la propia Ómicron.
“Los límites entre variantes y subvariantes (de una variante) se establecieron por convención, aunque ahora aparecen comportamientos diferentes (pero aún no suficientemente confirmados) de las ‘subvariantes B4 y B5′. De todos modos, la OMS consulta a expertos internacionales para ‘idear’ una definición consensuada y que tenga un sustento científico”, explicó Romanowski.
Mientras que Lozano indicó: “Estas sus variantes acumulan cambios que ya vimos individualmente de otras variantes, pero todos aparecen sumados en el genoma de estos virus. Además, se combinan al mismo tiempo algunas de las capacidades de escapar a la protección de la vacuna, que tenían otros virus, junto con una mayor potencialidad y capacidad de infección. En muchos lugares dicen que, además de la protección de las vacunas, estas variantes son un poco menos letales que las anteriores y eso es una buena noticia”.
“Que sea una variante en sí misma o no, la verdad que es indistinto. No hay un criterio absoluto sobre a qué cosa considerar una cepa o una variante. No existe ni siquiera el concepto estricto de qué cosa es una especie en un virus. Así como nosotros sabemos que en un animal, una especie es un organismo que tiene un aislamiento genético, que no tiene descendencia con otros seres vivos y lo podemos definir así; en virus eso no es tan claro y no hay un criterio estricto”, aseguró el experto en Biología Molecular.
Y concluyó: “No está preestablecido sobre hasta qué punto o con qué porcentaje de diferencia genómica, por ejemplo, se establece el criterio para definir que dos virus son especies distintas, lo mismo con las variantes o las cepas. Así que eso es simplemente costumbre o facilidad para comunicar algo de utilidad en términos de descripción de qué patología producen o cual infeccioso son los virus”.
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