El tren es el lugar más seguro para controlar la transmisión del COVID-19, según un estudio

Lo descubrieron investigadores de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres, quienes desarrollaron un modelo matemático para ayudar a predecir el riesgo de contagio en un vagón. Los alcances del hallazgo

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El SARS-CoV-2, al igual que
El SARS-CoV-2, al igual que el resto de los virus respiratorios, se transmite fundamentalmente por el aire (Reuters)

Mucho se estudió desde el inicio de la pandemia por COVID-19 acerca de las vías de transmisión de la enfermedad y los lugares donde es más probable contraerla.

Se sabe que el SARS-CoV-2, al igual que el resto de los virus respiratorios, se transmite fundamentalmente por el aire. De ahí que una de las claves en las que insisten los especialistas para evitar contagiarse es la ventilación de los ambientes, y relacionada con esta, evitar las reuniones de muchas personas en espacios cerrados o mal ventilados.

Y en ese sentido, los medios de transporte fueron y son objeto de estudio constante, debido al alto flujo de personas que en ellos circulan.

Ahora, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres, llegó a la conclusión de que no existe un “lugar más seguro” que el tren para que los pasajeros minimicen el riesgo de transmisión.

Los autores del trabajo, cuyos resultados fueron publicados en la revista Indoor Air, desarrollaron un modelo matemático para ayudar a predecir el riesgo de transmisión de enfermedades en un vagón de tren y descubrieron que, en ausencia de sistemas de ventilación efectivos, el riesgo es el mismo a lo largo de todo el trayecto del carruaje.

Según publicó el sitio web de la Universidad de Cambridge, el modelo, que fue validado con un experimento controlado en un vagón de tren real, “también muestra que las máscaras faciales son más efectivas que el distanciamiento social para reducir la transmisión, especialmente en trenes que no están ventilados con aire fresco”.

"Para mejorar los sistemas de
"Para mejorar los sistemas de ventilación, es importante comprender cómo se propagan las enfermedades transmitidas por el aire en ciertos escenarios", aseguran los autores (Reuters)

Los resultados demuestran cuán difícil es para las personas calcular el riesgo absoluto y cuán importante es para los operadores de trenes mejorar sus sistemas de ventilación para ayudar a mantener a los pasajeros seguros.

Como se dijo, el COVID-19 se transmite por el aire, y la ventilación es vital para reducir la transmisión. Y dado que, como suele decirse, “el coronavirus llegó para quedarse” y el mundo deberá aprender a convivir con él, los especialistas continúan destacando la importancia de una buena ventilación para reducir el riesgo de transmisión de ésta y otras infecciones respiratorias como la influenza.

Rick de Kreij es el primer autor del estudio, y trabaja en el Departamento de Matemática Aplicada y Física Teórica de la Universidad de Cambridge, y sobre los hallazgos del trabajo, señaló: “Para mejorar los sistemas de ventilación, es importante comprender cómo se propagan las enfermedades transmitidas por el aire en ciertos escenarios, pero la mayoría de los modelos son muy básicos y no pueden hacer buenas predicciones”.

Y tras asegurar que “la mayoría de los modelos simples asumen que el aire está completamente mezclado, pero no es así como funciona en la vida real”, el experto explicó: “Hay muchos factores diferentes que pueden afectar el riesgo de transmisión en un tren: si las personas en el tren están vacunadas, si usan máscaras, qué tan lleno está, etc. Cualquiera de estos factores puede cambiar el nivel de riesgo, razón por la cual analizamos el riesgo relativo, no el riesgo absoluto”.

“Es una caja de herramientas que esperamos les dé a las personas una idea de los tipos de riesgo de una enfermedad transmitida por el aire en el transporte público”, dijo sobre los resultados del trabajo que lideró.

Sobre el trabajo

Los investigadores desarrollaron un modelo
Los investigadores desarrollaron un modelo matemático unidimensional que ilustra cómo una enfermedad transmitida por el aire puede propagarse a lo largo de un vagón de tren (Efe)

Los investigadores desarrollaron un modelo matemático unidimensional (1D) que ilustra cómo una enfermedad transmitida por el aire, como es el caso del COVID-19, puede propagarse a lo largo de un vagón de tren. El modelo se basa en un solo vagón de tren con puertas que se cierran en ambos extremos, aunque los autores del trabajo aseguraron que se puede adaptar a diferentes tipos de trenes o diferentes tipos de transporte, como aviones o autobuses.

El modelo, que considera la física esencial para el transporte de contaminantes en el aire, sin dejar de ser computacionalmente económico, especialmente en comparación con los modelos 3D, se validó mediante mediciones de experimentos controlados de dióxido de carbono realizados en un vagón de tren a escala real, donde se midieron los niveles de CO2 de los participantes en varios puntos. La evolución del CO2 mostró un alto grado de superposición con las concentraciones modeladas.

Los investigadores encontraron que el movimiento del aire es más lento en la parte media de un vagón de tren. Así, según explicó Kreij, “si una persona infectada está en el medio del vagón, es más probable que infecte a las personas de su alrededor que si estuviera al final del vagón”.

Sin embargo, el experto reconoció que “en un escenario real, las personas no saben dónde está una persona infecciosa, por lo que el riesgo de infección es constante sin importar en qué parte del vagón se encuentre”.

Entonces, si es imposible que los pasajeros sepan si comparten un vagón de tren con una persona infecciosa, ¿qué deben hacer para mantenerse a salvo? Para los investigadores, “separarse del resto de las personas tanto como sea razonablemente posible”. “El distanciamiento físico no es el método más efectivo, pero funciona cuando los niveles de capacidad están por debajo del 50% -destacó Kreij-. Y use una máscara de alta calidad, que no solo lo protegerá del COVID-19, sino de otras enfermedades respiratorias comunes”.

La investigación fue financiada en parte por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC), parte de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI) y sus resultados serán utilizados “para proporcionar nuevos conocimientos sobre el impacto de varias estrategias para reducir el riesgo de transmisión aérea en el transporte público”, según precisaron los autores en la publicación de sus conclusiones.

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