¿Qué tan protegidos estamos ante el COVID-19?: un nuevo test podrá dar datos precisos sobre la inmunidad

Un grupo internacional de científicos liderados por la Escuela de Medicina de Mount Sinai desarrollaron una prueba diagnóstica que permite conocer el comportamiento de las células T ante el virus SARS- CoV-2. Cómo se utiliza

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Tras analizar dos clases de
Tras analizar dos clases de test, los científicos se centraron en el que calificaron como más rápido y con un uso más sencillo (Getty Images)

Menos de 24 horas. Ese es el tiempo que tarda el nuevo test desarrollado por investigadores de la Escuela de Medicina de Mount Sinai (Estados Unidos), junto a científicos de Singapur, Italia, Reino Unido y España; en dar datos certeros sobre la inmunidad que se tiene frente al SARS-CoV-2, el virus responsable del COVID-19. “Se necesitan métodos rápidos y de alto rendimiento para medir el nivel y la duración de las respuestas inmunitarias”, afirmaron los expertos en el estudio publicado en la revista Nature Biotechnology. El test fue licenciado por la empresa de biotecnología Hyris (en Reino Unido) y ya se usa en Europa.

La falta de métodos de diagnóstico rápidos, fáciles de usar, accesibles, escalables y precisos para cuantificar la inmunidad celular impide realizar grandes estudios de población, lo que afecta las estrategias de vacunación a largo plazo y las respuestas de salud pública a las pandemias, como la causada por el SARS-CoV- 2″, señalaron los científicos al advertir las razones que los llevaron a realizar este nuevo test diagnóstico.

Se trata de un análisis de sangre que puede medir, de forma veloz, la protección que presenta una persona ante el virus del COVID. “Nuestros ensayos pueden permitir el monitoreo a gran escala de la magnitud y la duración de la inmunidad de las células T funcionales al SARS-CoV-2, lo que ayuda a priorizar las estrategias de revacunación en poblaciones vulnerables”, explicaron los expertos en el documento.

Según los expertos, gracias a
Según los expertos, gracias a este test se pueden diagramar nuevas estrategias sanitarias ante la pandemia Getty Images

El ensayo que hemos creado tiene la capacidad de medir la inmunidad celular de la población y probar ampliamente la eficacia de las vacunas novedosas”, aseguró en un comunicado Ernesto Guccione, uno de los autores principales del estudio y profesor de Ciencias Oncológicas y Ciencias Farmacológicas, en el Instituto del Cáncer Tisch en Mount Sinai.

En ese sentido, el experto aseguró que se conoce que “las poblaciones vulnerables no siempre generan una respuesta de anticuerpos, por lo que medir la activación de las células T es fundamental para evaluar el alcance total de la inmunidad de una persona. Además, la aparición de variantes del SARS-CoV-2 como Ómicron, que evade la mayor parte de la capacidad neutralizante de los anticuerpos apunta a la necesidad de ensayos que puedan medir las células T, que son más eficaces contra las variantes emergentes de interés”.

Por qué son importantes las células T

Posicionar a las células T como objetivo de análisis no es nuevo y se centra, específicamente, en la función que tienen éstas en el sistema inmune. Ya sea por un patógeno o una vacuna, las defensas del cuerpo se despliegan de la misma manera y, como un efecto dominó, aparecen dos comportamientos básicos: la creación de anticuerpos y el posterior surgimiento de los también conocidos linfocitos T.

En palabras de los científicos,
En palabras de los científicos, las células T pueden responder de forma más eficiente ante las nuevas subvariantes emergentes (Photo via Smith Collection/Gado/Getty Images)

El primer paso que realiza el cuerpo ante una infección es la liberación de los anticuerpos, son los primeros “soldados” que defienden al organismo marcando a los patógenos para su reconocimiento y eliminación. La segunda camada de defensores son los linfocitos T, “especialistas entrenados” en la aniquilación de los “invasores”, que además tienen la responsabilidad de recordar cómo eran y cómo se deben abatir. Sobre estos últimos, la ciencia centró su atención.

Los ensayos presentados aquí se basan en la capacidad de las células T del SARS-CoV-2 para responder a los péptidos que cubren diferentes proteínas del virus”, indicó en un comunicado Jordi Ochando, también autor principal del estudio y profesor asistente de Ciencias Oncológicas en la Tisch Cancer Institute en Mount Sinai. Según explicaron, conocer el comportamiento de estos linfocitos ante el virus tardará menos de 24 horas. Además, su uso podría generalizarse, ya que son “fácilmente” escalables (es decir, que se puede realizar una producción a gran escala).

En ese tono, el además profesor asistente de Medicina (Nefrología) y Patología, Medicina Molecular y Basada en Células en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai destacó: “Con la posibilidad de usar diferentes grupos de péptidos, nuestro enfoque representa una estrategia flexible que se puede implementar fácilmente para detectar la presencia de células T que responden a diferentes proteínas virales. Estas células T tienen un papel importante en la protección contra las cepas mutantes emergentes, por lo que inmediatamente medir el impacto que las mutaciones virales podrían tener en la inmunidad celular”.

Para decirlo con una analogía
Para decirlo con una analogía bélica, los linfocitos T son los especialistas entrenados específicamente para atacar y matar a un patógeno, recordarlo y, en caso de que vuelva a ingresar al organismo, saber cómo aniquilarlo (Getty Images)

Cómo funciona este nuevo test

Para poder conocer cuál es la inmunidad ante el virus que provoca el COVID-19, se debe mezclar una muestra de sangre con el virus SARS-CoV-2. Si las células T específicas responden ante el material viral, se generará una sustancia que puede ser detectada mediante un test de PCR (reacción en cadena de la polimerasa), similares a las que se utilizan actualmente para el diagnóstico de la enfermedad. La diferencia radica en que los niveles que brinda esta sustancia son los encargados de brindar detalles sobre la inmunidad celular.

En un primer momento, los científicos buscaron optimizar los ensayos basados en PCR que podían ser tanto sensibles y precisos, como así también escalables. Es eso que se centraron en dos: el ensayo qTACT, al que definieron como “preciso y sensible pero con un tiempo de procesamiento relativamente más largo a 24 horas por 200 muestras de sangre, con un precio moderado y un nivel medio de habilidad técnica”; y el ensayo dqTACT, al que describieron como “preciso, con un tiempo y costo de procesamiento reducidos, y con un requerimiento mínimo de experiencia de laboratorio”. Por todas estas características, este último fue el implementado, ya que, además, recientemente obtuvo la certificación europea CE-IVD ( diagnóstico in vitro ), y se encuentra a la espera de la validación de la FDA y la Agencia Europea de Medicamentos.

El test fue licenciado por
El test fue licenciado por la empresa de biotecnología Hydris y, según afirmaron, ya se utiliza en Europa EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV

En palabras de los expertos, un método que pueda “adaptarse fácilmente para detectar el grado de inmunidad celular es un complemento urgentemente necesario para las pruebas disponibles actualmente, que miden la presencia viral o los títulos de anticuerpos, y diseñar futuras estrategias de vacunación de acuerdo con los niveles de protección inmunológica en la población”. “Nuestro enfoque representa una estrategia flexible que puede usarse fácilmente para detectar la presencia de células T que responden a diferentes proteínas virales que tienen un importante papel en la protección y a cepas mutantes emergentes, midiendo así inmediatamente el impacto que las mutaciones virales podrían tener en la inmunidad celular”, agregaron.

“La medición precisa de las respuestas celulares subyacentes a la protección contra virus representa un parámetro crucial de nuestros niveles de defensa inmunológica”, explicó Megan Schwarz, otra de las primeras autoras del estudio y estudiante de posgrado en Mount Sinai. “Con los grandes números viene la claridad”, añadió Guccione a la revista Time y concluyó: “Al usar esta prueba, finalmente podemos obtener esos números que no estaban disponibles con la tecnología anterior”. El test fue licenciado por la empresa de biotecnología Hyris (en Reino Unido) y ya se usa en Europa.

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