El sexo había sido señalado como un factor esencial en la mortalidad de la COVID-19. Los datos globales de COVID-19 mostraron que los hombres tienen una tasa de mortalidad más alta que las mujeres. En un metanálisis se confirmó que había tres veces más pacientes masculinos que mujeres que requerían ingreso en la unidad de tratamiento intensivo, mientras que hay una proporción similar de unos y otras con confirmación de COVID-19. También se observó que la proporción de mortalidad de mujeres aumenta significativamente a partir de los 55 años.
Por lo tanto, el sexo indicó que los factores genéticos relacionados podrían ser un mecanismo y objetivos interesantes para el tratamiento de COVID-19, combinados con las opciones de tratamiento existentes. Sin embargo, hasta hoy había poca investigación que hubiera encontrado algunas conclusiones de valor en esta materia. Ahora, un nuevo estudio confirmó que recibir terapia de reemplazo hormonal se asoció con una reducción en la mortalidad. “Los hallazgos marcan un paso adelante en la comprensión de la disparidad basada en el sexo en las tasas de mortalidad de COVID-19″, señalaron los investigadores de la Escuela de Medicina de St. Louis en la Universidad de Washington de Estados Unidos en un documento que acaba de publicarse en Nature.
Aunque se han evaluado y aprobado vacunas para la prevención de la infección por SARS-CoV-2, aún faltan tratamientos efectivos para reducir la mortalidad de los pacientes con COVID-19 que ya están infectados. “Los datos globales sobre COVID-19 mostraron que los hombres tienen una tasa de mortalidad más alta que las mujeres”, explica Fuhai Li, especialista del Instituto de Informática de la Universidad de Washington y primera autora del estudio. “También observamos que la proporción de mortalidad de las mujeres aumenta significativamente a partir de los 55 años. Por lo tanto, el sexo es un factor esencial asociado con la mortalidad por COVID-19, y los factores genéticos relacionados con el sexo podrían ser mecanismos y dianas interesantes para su tratamiento”.
Gracias a un análisis de red sistemático e integrador los especialistas confirmaron que “los estrógenos puede inhibir la inflamación causada por el SARS-CoV-2 y la señalización de la respuesta inmunitaria en las células huésped”, según citan en sus conclusiones; “y que -completan- los estrógenos están asociados con las distintas tasas de mortalidad entre pacientes masculinos y femeninos con COVID-19. Específicamente, un alto nivel de estradiol protege a las pacientes jóvenes con COVID-19, y los estrógenos caen a un nivel extremadamente bajo en las mujeres después de los 55 años de edad, lo que provoca un aumento en la tasa de mortalidad en ellas”.
Así, entonces, el suplemento de estrógenos o la terapia de reemplazo se asociaron con una mortalidad reducida en COVID-19. “Por ejemplo utilizando una cohorte nacional de Suecia, el tratamiento con estrógeno en mujeres posmenopáusicas se asocia con una disminución del riesgo de morir por COVID-19. En otro estudio reciente, se informó el efecto protector de la terapia de reemplazo de estrógenos (HRT) dentro de los 6 meses anteriores al diagnóstico de COVID-19″, indicó Li.
Los científicos, para este estudio, identificaron los niveles de estrógeno y andrógeno durante toda la vida de mujeres y hombres y los compararon con la tasa de mortalidad relativa de pacientes con COVID-19 de ambos sexos. Los resultados indicaron que los estrógenos son más efectivos para modular la inflamación/respuesta inmunitaria que los andrógenos. “En síntesis —indicó Li—, los estrógenos tienen un efecto protector y pueden prevenir la mortalidad de los pacientes con COVID-19″.
Estos resultados se podrán utilizar más para investigar el mecanismo molecular desconocido que impulsa la inhibición de la inflamación dependiente de los estrógenos durante la COVID-19 utilizando los objetivos y la red de señalización descubiertos en el proceso. Se necesitan validaciones experimentales adicionales en el contexto de modelos animales que recibieron estrógeno adicional. “Aunque nuestros hallazgos tienen un impacto clínico limitado en la pandemia actual -completa Li-, la investigación adicional que incluye estudios que miden los niveles de estrógeno y los resultados de la infección o vacunación por SARS-CoV-2 ayudará a la práctica clínica durante futuros brotes”.
En este estudio, los especialistas lograron confirmar que los estrógenos son factores sexuales esenciales asociados con las distintas tasas de mortalidad entre pacientes masculinos y femeninos con COVID-19. Específicamente, un alto nivel de estradiol que protege a las pacientes jóvenes de COVID-19 y la pérdida de estrógenos a un nivel extremadamente bajo en las mujeres después de los 55 años de edad se asocia con una mayor tasa de mortalidad de ellas. “Es interesante e importante investigar más a fondo los mecanismos moleculares del proceso porque es posible que otorguen nuevas conclusiones para el tratamiento de COVD-19 y de otras enfermedades”, sugirió Li.
Además, los objetivos y tratamientos esenciales del huésped descubiertos abrieron puertas útiles para diseñar experimentos con el fin de investigar los mecanismos moleculares desconocidos y descubrir objetivos y medicamentos efectivos junto a los existentes o combinados con ellos como regímenes de tratamiento novedosos para COVID-19.
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