Pasaron más de 50 años desde que el hombre llegó a la Luna y la NASA está planificando su retorno en una nueva misión llamada Artemis, que también busca acumular la experiencia suficiente como para dar el salto a Marte.
Artemis tiene como objetivo establecer una presencia humana sostenible a largo plazo en y alrededor de la Luna para fines de la década de 2020. La NASA cree que las lecciones y habilidades aprendidas para hacer que eso suceda ayudarán al próximo gran salto de la humanidad: una misión tripulada a Marte, que la agencia espera llevar a cabo a fines de la década de 2030 o principios de la de 2040.
Además de un nuevo cohete (SLS) y una nueva cápsula espacial (Orión), los expertos de la Agencia Espacial Estadounidense ya planifican todos los aspectos para llevar y regresar humanos sanos y salvos a esos dos destinos. Y uno de los puntos clave a desarrollar es el traje espacial que brinda la vital protección al astronauta para caminar sobre otros mundos.
Son varias las características que la NASA busca en sus trajes espaciales para innovar y mejorar la experiencia de los astronautas que viajan fuera de la atmósfera terrestre. Así, todo apunta a tres focos: mejorar las experiencias de caminatas espaciales en la ISS; entregar un traje óptimo para las futuras misiones hacia la Luna (Artemis) y diseñar el protector ideal pensando en las posibles aventuras hacia Marte.
La NASA trabaja con talento propio dentro de su organización gubernamental y siempre busca incrementar experiencia en socios comerciales. Es por eso que la NASA presentó esta semana a las dos empresas que fabricarán los trajes espaciales para su programa lunar Artemis y futuras misiones de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Se trata de Axiom Space y Collins Aerospace, que recibieron acceso a un contrato por un valor total de $ 3.500 millones de dólares para suministrar trajes espaciales para futuras misiones de la NASA hasta 2034. Estas dos compañías se centrarán sobre todo en la eficiencia de los trajes cuándo el astronauta se encuentra afuera de la nave espacial; es decir, que lo que desarrollarán estos nuevos socios comerciales será principalmente un mecanismo que proteja de la radiación solar.
“Ambas empresas tendrán la oportunidad de competir para misiones tan pronto como en 2025, incluida una misión de demostración fuera de la ISS y el primer alunizaje de Artemis durante la misión Artemis 3, que está prevista para 2025 o 2026″, anunciaron los funcionarios de la NASA durante una rueda de prensa. “A medida que avanza el desarrollo de trajes espaciales dentro de las empresas, NASA se certificará para asegurarse de que estén listos para nuestros astronautas. Entonces, una vez que los trajes estén listos, serán usados”, confirmó Vanessa Wyche, directora del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, durante el evento transmitido en vivo que siguió Infobae.
La misión Artemis con la que la NASA pretende regresar a la Luna, disfrutará de los trajes espaciales más novedosos llamados Unidad de movilidad extravehicular de exploración (xEMU) y presentados en un adelanto en 2019. Los funcionarios de la NASA dijeron que la próxima generación de trajes espaciales tendrá un ajuste más flexible para una variedad más amplia de tipos de cuerpo, respondiendo a una crítica de los trajes espaciales que usan los astronautas de la agencia en este momento.
Los trajes actuales que usan los astronautas en la Estación Espacial Internacional son restrictivos, no se han actualizado en décadas y no están diseñados para largas caminatas en la Luna. El novedoso traje tiene integrados unos conductos por los que pasa agua regulando la temperatura del cuerpo. Los trajes, viejos y nuevos, cuentan con un reservorio de agua que también sirve para hacer que se elimine el dióxido de carbono que expulsa la persona en la respiración.
Una gran ventaja de la xEMU será su capacidad para albergar mujeres y astronautas de tamaño más pequeño, en comparación con la unidad de movilidad extravehicular (EMU) de generación actual utilizada por las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional durante las caminatas espaciales del segmento estadounidense. La NASA tuvo problemas para implementar la primera caminata espacial de mujeres en 2019 en parte debido a problemas de tamaño, dado que el traje espacial fue diseñado para un programa de transbordadores espaciales que al principio estaba compuesto principalmente por hombres.
Estos trajes tienen también mayor flexibilidad para que el astronauta tenga dos opciones de movilidad: una dentro del traje y la otra es en la que se mueve junto a la vestimenta. “Cuando los astronautas del Apolo caminaban por la Luna, no podían agacharse y recoger una piedra”, dijo Mike Fincke, astronauta de la NASA. La particularidad que diferenciará a los trajes de Artemis con el resto, es que serán mucho más ligeros para facilitar la movilidad del astronauta en la Luna. Y al mismo tiempo serán más robustos para proteger mejor al humano dentro del traje, debido a que estas serán misiones que requerirán de mayor tiempo de uso de los xEMU.
Los nuevos trajes reemplazarán las unidades de movilidad extravehicular (EMU) de la agencia, dos generaciones de las cuales se han producido desde 1983 para servir en misiones de transbordadores espaciales y a la ISS. La NASA afirmó que las EMU están “envejeciendo”. Un ejemplo: los astronautas no pueden usar EMU en la estación espacial para caminatas espaciales de rutina en este momento, debido a una fuga de agua en el traje espacial en marzo que aún se está investigando.
El segundo traje Artemis es una actualización del icónico traje naranja de “calabaza” que los astronautas de la NASA usaron en el transbordador espacial de 1981 a 2011. Se llama Orion Crew Survival System y los astronautas lo usarán durante el lanzamiento al espacio y el regreso a la Tierra. Y está optimizado para entornos de microgravedad dentro de una nave espacial.
En paralelo, la NASA trabaja en un proyecto propio bastante ambicioso: los trajes espaciales impresos en 3D. Su nombre es The Spacesuit Digital Thread (el Traje Espacial de Hilo Digital). El objetivo es que cualquier astronauta pueda contar con un traje espacial adaptado a su propio cuerpo. Y están siendo diseñados por Bonnie Dunbar, una exastronauta de la NASA que cuenta con el apoyo económico de la misma agencia espacial norteamericana.
SEGUIR LEYENDO