Ya se han reportado más de 120 casos confirmados o sospechados de la viruela del mono en Europa, América del Norte y el domingo se sumó América del Sur, con el reporte de un caso en estudio en la Argentina. La Organización Mundial de la Salud informó que las investigaciones epidemiológicas están en curso. Sin embargo, los casos reportados hasta ahora no tienen vínculos de viaje establecidos con áreas endémicas en África. Podrían reportarse más casos de personas afectadas en estos días a medida que los países amplíen la vigilancia para detectarlos, pero los expertos destacan que se trata de una enfermedad diferente al COVID-19.
La aparición del virus de la viruela del mono en distintas poblaciones del mundo, donde no suele aparecer, ha alarmado a los científicos. No se trata de un nuevo virus, pero hay determinantes sociales que podrían haber contribuido a su propagación actual. “Los virus no son nada nuevo ni esperado”, dijo Angela Rasmussen, viróloga de la Organización de Vacunas y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá.
La doctora Rasmussen señaló que una serie de factores, como el aumento de los viajes a nivel mundial y el cambio climático, han acelerado la aparición y propagación de los virus. El mundo también está más alerta ante nuevos brotes de cualquier tipo tras la pandemia de COVID.
Cuáles son las 5 diferencias entre la viruela del mono y el COVID-19:
1- El virus de la viruela del mono o viruela símica no es nuevo
La viruela de los monos fue descripta por primera vez en monos de laboratorio en 1958. Se cree que el virus se transmite más bien de animales salvajes como los roedores a las personas, o de personas infectadas. En un año normal, se producen unos pocos miles de casos en África, normalmente en las partes occidental y central del continente. Pero los casos fuera de África se habían limitado a muy pocas personas que habían estado en África o a la importación de animales infectados.
Pero solo durante la última semana, el número de casos detectados fuera de África ha superado el número detectado fuera del continente desde 1970, cuando se identificó por primera vez que el virus causaba la enfermedad en los seres humanos. Esta rápida propagación es lo que tiene a los científicos en alerta máxima. “Es revelador ver este tipo de propagación”, dijo a la revista Nature Anne Rimoin, epidemióloga de la Universidad de California en Los Ángeles, que ha estudiado la viruela del mono en la República Democrática del Congo durante más de una década.
2- No se transmite tan fácilmente de persona a persona como el coronavirus
Según Jay Hooper, virólogo del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de Estados Unidos en Fort Detrick, Maryland, Estados Unidos, el virus de la viruela del mono no es igual al coronavirus que causa la enfermedad COVID-19. No se transmite tan fácilmente de persona a persona, y como está relacionado con el virus de la viruela, ya existen tratamientos y vacunas para frenar su propagación. Así que, aunque los científicos están preocupados, consideran que no hay que dejarse llevar por el pánico.
A diferencia del coronavirus que se propaga a través de gotitas en el aire llamadas aerosoles, se cree que la viruela del mono se transmite por contacto cercano con fluidos corporales, como la saliva al toser. Esto significa que es probable que una persona con viruela del mono infecte a muchos menos contactos cercanos que alguien con el coronavirus, según el doctor Hooper.
3- Tienen algunos síntomas diferentes
Tanto la infección por el coronavirus como la de la viruela del mono pueden causar síntomas parecidos a los de la gripe. Pero la viruela del mono también provoca el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos y, a la larga, lesiones distintivas llenas de líquido en la cara, las manos y los pies. La mayoría de las personas se recuperan de la viruela del mono en unas pocas semanas sin tratamiento.
El 19 de mayo pasado, investigadores portugueses publicaron el primer borrador del genoma del virus de la viruela del mono que se detectó en ese país. Pero Gustavo Palacios, virólogo de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York, en los Estados Unidos, advirtió que aún es un borrador muy incipiente y que hay que seguir trabajando antes de sacar conclusiones definitivas.
Lo que los investigadores pueden decir a partir de estos datos genéticos preliminares es que el virus de la viruela del mono está relacionado con una cepa viral que se encuentra predominantemente en África occidental. Esa cepa causa una enfermedad más leve y tiene una tasa de mortalidad más baja -alrededor del 1% en poblaciones pobres y rurales- en comparación con la que circula en África central. Pero aún se desconoce en qué medida la cepa que causa los brotes actuales difiere de la de África occidental, y si los virus que aparecen en varios países están relacionados entre sí.
Las respuestas a esas preguntas podrían ayudar a determinar si el repentino aumento de los casos se debe a una mutación que permite que este virus de la viruela del mono se transmita más fácilmente que los del pasado, y si cada uno de los brotes tiene un único origen, dice Raina MacIntyre, epidemióloga de enfermedades infecciosas de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney (Australia).
4- La evolución de cada virus es distinta
El coronavirus SARS-CoV-2 es un virus de ARN que evoluciona rápidamente. Las variantes del coronavirus que se han clasificado como “de preocupación” han escapado regularmente de la inmunidad de las vacunas y la infección previa. En cambio, el de la viruela del mono es un virus de ADN relativamente grande. Los virus de ADN detectan y reparan mejor las mutaciones que los de ARN, lo que significa que es poco probable que el virus de la viruela del mono haya mutado repentinamente para convertirse en un experto en la transmisión humana, afirmó MacIntyre.
No obstante, el hecho de que la viruela del mono se haya detectado en personas sin conexión aparente entre sí sugiere que el virus podría haberse propagado de forma silenciosa, un hecho que Andrea McCollum, epidemióloga que dirige el equipo de “poxvirus” de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., calificó como “profundamente preocupante”.
5- La viruela del mono generalmente da síntomas
A diferencia del coronavirus SARS-CoV-2, que puede propagarse de forma asintomática en 1 de cada 4 personas, la viruela del mono no suele pasar desapercibida. Esto se debe en parte a las lesiones cutáneas que provoca. Si la viruela del mono pudiera propagarse de forma asintomática, sería especialmente preocupante porque dificultaría el seguimiento del virus, señaló McCollum.
Otro enigma es por qué casi todos los grupos de casos incluyen a hombres de entre 20 y 50 años, muchos de los cuales son homosexuales, bisexuales y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (GBMSM). Aunque no se sabe que la viruela del mono se transmita por vía sexual, la actividad sexual constituye sin duda un contacto estrecho, sostuvo la doctora Rimoin.
La explicación más probable de este inesperado patrón de transmisión, según MacIntyre, es que el virus se introdujo casualmente en una comunidad de homosexuales, bisexuales y de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y el virus ha seguido circulando allí. Los científicos tendrán una mejor idea del origen de los brotes y de los factores de riesgo de infección una vez que se complete la investigación epidemiológica, que puede llevar semanas y que implica un riguroso rastreo de contactos.
Los científicos llevan vigilando la viruela del mono desde que en la década de 1970 finalizó la campaña de erradicación de la viruela, su virus primo. Una vez que la viruela dejó de ser una amenaza gracias a la vacunación mundial, los funcionarios de salud pública dejaron de recomendar la inoculación contra la viruela, lo que también mantuvo a raya la viruela del mono. Cada año que ha pasado desde la erradicación de la viruela, la población con inmunidad debilitada o nula a estos virus ha aumentado, según MacIntyre.
Desde entonces se han producido algunos brotes. La República Democrática del Congo, por ejemplo, ha estado luchando contra la viruela del mono durante décadas, y Nigeria ha estado experimentando un gran brote, con unos 500 casos sospechosos y más de 200 confirmados, desde 2017, cuando el país informó de su primer caso en más de 39 años. Estados Unidos también informó sobre un brote en 2003, cuando un cargamento de roedores procedentes de Ghana propagó el virus a los perros de la pradera que tenían como mascota en Illinois e infectó a más de 70 personas.
Sin embargo, las autoridades de salud pública están capacitadas para la respuesta ante la infección por la viruela del mono. Como precaución contra el bioterrorismo, países como Estados Unidos mantienen un suministro de vacunas contra la viruela, así como un tratamiento antiviral que se considera muy eficaz contra el virus. Sin embargo, según McCollum, esas terapias no se utilizarían a gran escala. En su lugar, el personal sanitario probablemente utilizaría un método llamado “vacunación en anillo” para contener la propagación de la viruela del mono: se vacunaría a los contactos cercanos de las personas que han sido infectadas con viruela del mono para cortar cualquier vía de transmisión.
Al basarse en los datos actuales, McCollum cree que los brotes actuales probablemente no necesitarán estrategias de contención más allá de la vacunación en anillo. “Incluso en las zonas donde la viruela del mono se produce todos los días sigue siendo una infección relativamente rara”, afirmó.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de la Argentina, toda persona que presente síntomas compatibles (en especial erupciones) y antecedentes de viaje a zonas donde está habiendo casos y/o supone alguna exposición de riesgo con casos sospechosos, probables o confirmados, deberá tomar medidas de aislamiento social: no concurrir a la escuela, al trabajo, o a eventos sociales. También debe realizar la consulta con el sistema de salud de forma inmediata. El contacto cercano con personas infectadas es el factor de riesgo más importante para la infección por el virus.
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