Investigadores cerca de Bodim, en Cornualles (Reino Unido), han encontrado un antiguo círculo de piedras hasta ahora desconocido durante el primer estudio arqueológico moderno de la zona.
El lugar en cuestión se conoce como Castilly Henge, que se cree que fue construido a finales del Neolítico (3.000 a.C. a 2.500 a.C.), y que presenta un banco externo y un foso interno. El henge -una estructura arquitectónica prehistórica- es un recinto ovalado de 68 metros de largo y 52 metros de ancho y está inscrito en el registro de Patrimonio en Riesgo debido a que es difícil de cuidar debido a su ubicación. Según investigaciones anteriores, se pensaba que el lugar podría haber sido utilizado como una especie de teatro durante la Edad Media y que posteriormente se utilizó como batería de cañones durante la Guerra Civil inglesa.
La investigación en el henge del Neolítico Tardío comenzó en 2021, después de que se retirara la vegetación excesiva del lugar para permitir a los experos una visión más cercana. Según los medios locales, los científicos, utilizando un radar de penetración en el suelo y otras técnicas, descubrieron un círculo nunca antes visto con siete puntos donde habrían estado las piedras.
Podría haber más fosas que, combinadas con las otras, podrían formar un óvalo completo. Sin embargo, los científicos no pudieron examinar suficientemente la zona norte del yacimiento debido a las condiciones del terreno.
Basándose en las fosas que encontraron, los investigadores creen que algunas de las piedras fueron retiradas y llevadas, mientras que otras fueron empujadas boca abajo a sus propias fosas.
En un comunicado, el arqueólogo principal de la Unidad Arqueoló gica de Cornualles, Peter Dudley, afirmó que 13 voluntarios dedicaron 111 horas de su tiempo a limpiar la maleza y los matorrales que ocultaban el henge. “Ahora el monumento tiene un aspecto mucho mejor”, dice Dudley.
El henge, de forma ovalada, se ha datado en el Neolítico tardío, en torno al 2.700 a.C. En ese momento de la historia británica, los habitantes de la isla dominaban el cultivo de cereales y empezaban a desarrollar sus culturas. Utilizaban el sílex para sus armas y herramientas, construían monumentos como henges y establecían rituales de enterramiento.
Aunque no están claros los detalles de esos rituales, los expertos creen que los henges servían como lugares de reunión o para fines rituales. En años más recientes, informa The Guardian, es posible que Castilly Henge se utilizara como teatro en la Edad Media y como nido de armas durante la Guerra Civil inglesa.
Según el sitio web de English Heritage, hoy en día sobreviven menos de 100 de los henges de Gran Bretaña e Irlanda, “aunque es muy probable que originalmente hubiera más”. La agencia escribe que los henges del Neolítico y de la Edad de Bronce se caracterizan por tener bancos exteriores en forma de anillo y fosos interiores.
Los henges con piedras son aún más raros. Entre ellos se encuentran los Stripple Stones de Cornualles y el famoso Stonehenge de Wiltshire (aunque los arqueólogos sostienen que no es técnicamente un henge, ya que su foso se encuentra fuera de su orilla).
Una de las grandes maravillas del mundo antiguo es el hecho de que, en una época anterior a los vehículos de motor o a las herramientas modernas, los individuos prehistóricos consiguieran colocar las enormes piedras, conocidas como megalitos, en su posición para crear los anillos de piedra. En el caso de Stonehenge, algunas de las piedras pesan hasta 40 toneladas y habrían sido transportadas desde fuentes locales hasta 50 kilómetros de distancia. Los científicos creen que los pueblos antiguos habrían trasladado estas piedras mediante trineos, tal vez engrasados con manteca de cerdo y montados sobre rodillos. Para trasladar una sola piedra podían ser necesarias hasta 150 personas.
Historic England se ha comprometido a reparar y conservar los miles de lugares que figuran en su registro histórico de riesgo, entre ellos más de 2.000 yacimientos arqueológicos. Ahora que Castilly Henge ya no está cubierto por la maleza, dice la agencia en el comunicado, vuelve a ser visible.
“La investigación en Castilly Henge nos ha permitido comprender mejor la complejidad de este lugar y su importancia para la historia de Cornualles a lo largo de miles de años”, afirma en el comunicado Ann Preston-Jones, responsable del proyecto de sitios patrimoniales en riesgo de Historic England. “Nos ayudará a tomar decisiones sobre la forma de gestionar y presentar el monumento, para que pueda ser disfrutado por las generaciones venideras”.
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