La inmunidad de células T fue efectiva contra Ómicron en el 90% de los vacunados

Un nuevo estudio de científicos del Reino Unido sobre personas vacunadas en Europa demostró una elevada respuesta inmunitaria ante la última variante, similar a la que se produce con otras mutaciones del COVID-19

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With a healthy immune system,
With a healthy immune system, infection causes CD4+ follicular T cells (blue) and immature B cells (red), two types of white blood cell, to form a temporary structure called the germinal center (green) in organs of the immune system. Spleen cells taken from a healthy mouse (left) and a mouse genetically modified to lack the enzyme TBK1 only in B cells (right) show that TBK1 is essential for normal germinal center formation during a malaria infection. CREDIT Image by Michelle S.J. Lee, Creative Commons By Attribution No Derivatives

La variante Ómicron del SARS-CoV-2 provocó la última ola de la pandemia mundial de COVID-19, justo cuando se creía que lo peor había pasado. Las nuevas mutaciones ayudan a que el virus se propague de manera más efectiva y evite los anticuerpos, por lo que aquellos que ya han tenido la enfermedad o que han sido vacunados se infectan con más frecuencia.

Las células T, por su parte, que se forman a partir de células madre en la médula ósea y ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones, se convirtieron en una de las estrellas de la pandemia. Su acción y potencial fue estudiado por innumerables científicos.

Ahora un grupo de especialistas han demostrado la eficacia de la respuesta inmune de las células T contra la variante Ómicron del SARS-CoV-2. Los científicos integran un equipo de trabajo que suma profesionales de la Universidad HSE y el Instituto RAS de Química Bioorgánica del Reino Unido. Según sus conclusiones, en aproximadamente el 90% de los europeos vacunados, la inmunidad de células T fue tan eficaz contra Ómicron como con otras variantes. Los resultados del estudio se acaban de publicar en la revista Peer.

Según su análisis, los especialistas suponen que esto puede explicarse por varios factores. “Primero, la variante Ómicron es más lenta para infectar las células humanas; en segundo lugar, existe la hipótesis de que un curso más ligero de la enfermedad está relacionado con la acción efectiva de la inmunidad de las células T”, indicaron en su documento.

Los resultados de las primeras
Los resultados de las primeras pruebas clínicas de la vacuna de Oxford, publicados el pasado julio, ya indicaban que genera anticuerpos y las células T, y se espera que los detalles de los últimos hallazgos sean publicados pronto en una revista médica. EFE/Hotli Simanjuntak/Archivo

Para verificar su hipótesis, un equipo de investigadores de la Facultad de Biología y Biotecnología de HSE y el Instituto de Química Bioorgánica estudiaron la variante Ómicron en busca de mutaciones que ayuden a evitar la respuesta inmunitaria de las células T. El desarrollo de la respuesta de estas células es parte del reconocimiento de los péptidos virales (fragmentos cortos de proteínas) con las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad humano (HLA). Cuantos más péptidos se reconozcan, más rápida y eficiente será la inmunidad de las células T. Las mutaciones del virus pueden cambiar dichos péptidos, por lo que pueden dejar de ser reconocidos por las moléculas HLA y la respuesta de las células T será menos efectiva.

Gracias a la aplicación de un algoritmo bioinformático, lograron demostrar que la variante Ómicron no evitó ninguna de las variantes de la molécula HLA. Pero detectó varias de moléculas HLA que comenzaron a ser menos efectivas para reconocer la proteína S de Ómicron. Un descubrimiento sobresaliente fue la variante HLA-DRB1*03:01 de la molécula. El péptido más importante del virus logró evitarlo. Curiosamente, ambos tipos de Ómicron, BA.1 y BA.2, evadieron el reconocimiento de la respuesta inmunitaria. Los investigadores demostraron que no existe unión entre los péptidos de Omicron y la molécula HLA-DRB1*03:01, que se expresó in vitro.

Las células T, por su
Las células T, por su parte, que se forman a partir de células madre en la médula ósea y ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones

En este punto, los científicos destacaron que el péptido inicial de la variante básica de Wuhan, así como el de Delta, son reconocidos de manera efectiva por esta molécula. En su análisis, los especialistas resaltan que la variante HLA-DRB1*03:01 detectada está presente en una gran parte de la población mundial: por ejemplo, en el 8,9% de los europeos.

“La diversidad de la población de moléculas HLA, así como la especificidad de su trabajo, no permiten que el virus evite la respuesta inmunitaria de las células T. Pero el virus ha logrado ocultar su proteína S de una de las moléculas HLA. Es importante destacar que la mayoría de las vacunas COVID-19 (Sputnik V, Pfizer, Moderna, AstraZeneca y algunas otras) llevan específicamente esta proteína viral. Esto significa que las personas con la variante HLA-DRB1*03:01 (que constituyen el 9 % de la población europea, por ejemplo) vacunadas con proteína S pueden sufrir un curso más grave de la enfermedad provocada por la variante Ómicron”, explicó Alexander Tonevitsky, decano de la Facultad de Biología y Biotecnología de HSE.

Aún así, sus avances en este estudio, abren la puerta a la necesidad de profundizar la potencialidad de las mentadas células T que revelan cada vez más funcionalidades respecto del COVID-19.

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