Cuál es el riesgo de una nueva ola de COVID en América, según los expertos

La Organización Panamericana de la Salud y expertos en virología consultados por Infobae advirtieron sobre la posibilidad de una suba de casos. Estiman un impacto menor que en los brotes anteriores

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El repunte de casos de
El repunte de casos de COVID-19 sería por la circulación del sublinaje BA.2 de Ómicron (REUTERS/Gustavo Graf)

Por el avance de la circulación del sublinaje de la variante Ómicron BA.2, ya se teme que haya una nueva ola de casos de personas con el COVID-19 desde América del Norte hasta América del Sur. Después de su detección en noviembre del año pasado en Sudáfrica, había predominado el sublinaje BA.1 de Ómicron en todo el mundo, y dio lugar a una ola explosiva en diciembre en América del Sur. La situación se calmó.

Sin embargo, desde hace un mes volvieron a crecer los casos en Europa y Asia, y ahora las autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y expertos de Sudamérica consultados por Infobae ya advirtieron que existe el riesgo de que otra ola vuelva a producirse en América. No obstante, es posible que tenga un impacto sanitario menor a las anteriores.

La directora de esa agencia sanitaria, Carissa Etienne, alertó que la región puede sufrir una nueva oleada de COVID-10. Una y otra vez, hemos visto cómo la dinámica de la infección en Europa se refleja aquí apenas unas semanas después”, afirmó. Instó a los países a permanecer vigilantes y a cerrar urgentemente las brechas de vacunación.

Ya en algunas partes de América del Norte y el Caribe, donde el sublinaje de Ómicron BA.2 se está convirtiendo en la variante predominante, las nuevas infecciones están empezando a aumentar. “No podemos ignorar el riesgo de nuevos repuntes de COVID-19″, añadió. Pero ahora “sabemos lo que hay que hacer para proteger a nuestra población”.

Hay pocos países en la
Hay pocos países en la región de América que han podido avanzar con la aplicación de dosis de refuerzo que da una mayor protección contra Ómicron/Archivo

Uno de los puntos débiles es que aún hay 240 millones de personas en el continente americano que aún no han recibido una sola dosis de la vacuna contra el COVID-19.

Esa desprotección puede contribuir a que el virus siga circulando. También hay pocos países en la región que han podido avanzar con la aplicación de dosis de refuerzo que da una mayor protección contra Ómicron, que es más transmisible que las variantes de preocupación anteriores.

Consultada por Infobae hoy, la doctora Carolina Torres, quien es parte del Proyecto País -la iniciativa de vigilancia genómica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Argentina- e investigadora en virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet, comentó: “Es esperable un escenario de aumento de casos de infección por Ómicron BA.2 u otro linaje en las próximas semanas en Sudamérica. Quizás incluso se asocie a una nueva ola, aunque no es posible saberlo en este momento”.

En las próximas semanas -precisó la doctora Torres- “se cumplirán los tres meses aproximadamente desde el pico de Ómicron BA.1 en la Argentina, y se sabe que la inmunidad declina pasado este tiempo. Se suma la cobertura aún limitada de dosis adicionales o de refuerzo en la población, que son especialmente importantes frente a Ómicron. También comenzará el tiempo más frio (asociado con menor ventilación de ambientes y a la disminución del uso del tapabocas y distancia. Esos factores dejan el camino bastante allanado para un aumento de infecciones. De todas formas, el panorama no necesariamente debe preocuparnos pero sí mantenernos alertas”.

Según la estimación de Torres, “si este aumento de casos finalmente ocurre, tendrá muy posiblemente un impacto reducido, en términos relativos a otras olas, respecto del número de casos severos, hospitalizaciones y fallecimientos”.

En tanto desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la médica Leda Guzzi, dijo: “Es difícil pensar que en América del Sur pudiéramos quedar exentos de la dinámica que viene exhibiendo la pandemia en el hemisferio norte. Con las temperaturas frías, se genera un ámbito más propicio para la dispersión del coronavirus. Si a eso le sumamos los sublinajes de Ómicron con muy alta contagiosidad, en un contexto de intensa circulación de viajeros, y sin restricciones, resulta difícil pensar que nuestra región pueda escapar de una nueva ola”.

Ómicron produjo otra ola en
Ómicron produjo otra ola en marzo en Europa y Asia/ REUTERS/Toby Melville/Archivo

En cuanto al impacto que podría tener una nueva ola, la doctora Guzzi explicó que “las altas coberturas con dos dosis de vacunas permitirían anticipar qué no habría un alto impacto en hospitalizaciones y fallecimientos, a diferencia de lo que sucede por ejemplo en Hong Kong. Allí el virus provocó una intensa letalidad e impacto para el sistema de salud, en el marco de bajas coberturas de vacunación”.

Sin embargo, Guzzi hizo un llamado de atención para la población. “Es clave que las personas acudan a darse la dosis de refuerzo o la tercera dosis. Esta dosis es fundamental para elevar los anticuerpos neutralizantes y reforzar la inmunidad celular, con lo que se reduce el riesgo de infección, pero especialmente el riesgo de formas graves, hospitalización y muerte”, afirmó al ser consultada por Infobae.

El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, no descartó que se produzca en las próximas semanas “una nueva ola de casos” de COVID-19, con la llegada de los días más fríos, aunque descartó la posibilidad de que haya un número de enfermos graves como en las olas anteriores, a la vez que recomendó continuar protegiéndose con el barbijo en los lugares cerrados, incluso para limitar la propagación de otras enfermedades respiratorias.

Chile es el país con más porcentaje de la población inmunizada con una tercera dosis contra el COVID-19 en el mundo, según el sitio OurWorldInData. Alcanzó al 87% de la población con el refuerzo. Uruguay ya aplicó el refuerzo en el 66% de la población. Después siguen Cuba (56%), Canadá (49%) y Argentina (44%). Otros países de América como Perú, Brasil y Colombia tienen el 43%, el 39% y el 21% de su población con dosis de refuerzo respectivamente.

En Uruguay el 66% de
En Uruguay el 66% de la población tiene la dosis de refuerzo (EFE/ Raúl Martínez/Archivo)

Desde Uruguay, el virólogo Santiago Mirazo, profesor adjunto del Departamento de Bacteriología y Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, contestó a Infobae: “El sublinaje de Ómicron BA.2 es más transmisible que BA.1. Ambos sublinajes consiguen evadir la respuesta inmune que dan las vacunas. Por lo cual, si bien las vacunas siguen protegiendo contra los casos graves y las hospitalizaciones, hay personas inmunizadas que pueden contagiarse y contagiar a otras. En los próximos meses, puede haber repuntes de casos de COVID-19 en Sudamérica, aunque la letalidad sería menor que las olas anteriores”.

El doctor Mirazo coincidió en que hoy es importante aumentar la cobertura de dosis de refuerzo para una mejor protección de los grupos más vulnerables en Sudamérica. “Tampoco se puede descartar que aparezca otra variante de preocupación. No es muy probable, pero es una posibilidad y podría ser más transmisible. Lo que preocuparía es que evada aún más la respuesta inmune incluso con dosis de refuerzo de la vacunación”, señaló.

Los casos de COVID-19 han
Los casos de COVID-19 han vuelto a aumentar en varias partes de los Estados Unidos, /REUTERS/Kevin Mohatt/Archivo

En el hemisferio Norte también hay temor por el aumento de la circulación Ómicron BA.2. Su velocidad de contagio es un 30% superior al sublinaje que circuló entre noviembre y febrero pasado. Los casos han vuelto a aumentar en varias partes de los Estados Unidos, y de forma muy notoria en ciudades como Washington y Nueva York, donde se están registrando unos 1.500 casos por día, más del doble que hace un mes.

En la región que comprende el área triestatal de Nueva Jersey, Connecticut y Nueva York, la BA.2 se ha convertido en la dominante con un 84% de los casos. Aunque el impacto es menor al que sacudió con fuerza en Nueva York y en el resto del país hasta superar el millón de casos en una jornada y volver a colapsar los hospitales en diciembre pasado.

El nivel de incidencia del COVID-19 ahora en los Estados Unidos es de moderado a leve en casi todo el país, con poco menos de 30.000 casos diarios y 564 muertos, un 32% menos que hace dos semanas. El número de ingresados en las unidades de cuidados intensivos con el virus es de 2.206 en todo el país.

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