Una frase con sabor a ultimátum marcó el último informe emitido por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés): “Es ahora o nunca”. La aceleración del cambio climático, gracias a las emisiones de gases de efecto invernadero, sorprende a los científicos. De seguir los parámetros establecidos en el Acuerdo de París, la catástrofe climática está casi asegurada. Es por eso que los expertos analizaron esta situación en 6 claves: desde energías renovables a alimentación sustentable y ciudades verdes.
La meta está cada vez más cerca. En la actualidad, ya se registra un aumento superior al 1,1°C en la temperatura del planeta. El objetivo pautado en ese encuentro contó con la firma no vinculante de unos 200 países establecía como límite entre 1,5°C y 2°C. Sin embargo, el tiempo se agota y los expertos advierten que es necesario aplicar medidas de mitigación y volcarse a emisiones cero. Caso contrario, para 2100 el aumento será cercano a los 3,2°C, con efectos devastadores para el planeta y la humanidad.
En 6 claves, los más de 265 expertos pertenecientes a 65 países señalaron cuáles deben ser las acciones que deben desplegar los países para evitar que la catástrofe climática se convierta en una realidad. Es por eso que sentenciaron: “Es ahora o nunca”. La ciencia cuenta con suficiente evidencia científica para dejar claro que, si las emisiones no tocan su techo y no comienzan a caer en 2025, es decir en 3 años, la catástrofe climática está casi garantizada.
Según las estimaciones del panel de expertos, si se alcanzan los 3,2°C establecidos en el informe como camino al cual se dirige el planeta a finales de este siglo, las consecuencias serían devastadoras: megaincendios, olas de calor, sequías, inundaciones, huracanes y otros fenómenos climáticos extremos. Secuelas las padecerá tanto la humanidad, con millones de personas desplazadas y múltiples daños, como los ecosistemas (con extinción de especies tanto animales como vegetales, entre otros aspectos).
“Nos encontramos en una encrucijada. Las decisiones que tomemos ahora pueden asegurar un futuro habitable. Tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios para limitar el calentamiento”, alertó Hoesung Lee, presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Centrados en 5 puntos y un sexto con algunos aspectos positivos que deberían profundizarse, el IPCC realizó recomendaciones para evitar que el cambio climático sea irreversible y provoque devastadoras consecuencias no solo en los próximos años, sino también en el próximos siglos.
1- Abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia las energías renovables
Los expertos fueron tajantes: se deben dejar de usar estos combustibles y hacer un cambio no solo en la matriz energética del mundo, sino también en la propulsión del transporte de las personas. Si se busca que el aumento de la temperatura para 2050 sea solo de 1,5°C, el uso global del carbón, en relación con 2019, tendría que haber caído un 100%, el petróleo un 60% y el gas un 70%.
Sin embargo, muchas naciones ayudaron y aún lo hacen a las industrias hidrocarburíferas y de carbón. Más aún durante desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania y las consecuencias económicas se comenzaron a desplegar por el mundo. Sin embargo, los expertos advierte que, si tan solo se eliminaran estas subvenciones, las emisiones podrían reducirse hasta en un 10% de aquí a 2030.
La solución, según los expertos del IPCC, es la transición hacia las energías renovables. “A pesar de que persisten desafíos operativos, tecnológicos, económicos, regulatorios y sociales, han surgido una variedad de soluciones sistémicas para acomodar grandes cuotas de energías renovables en el sistema energético”, señala el documento. Y en ese mismo tono se posicionó António Guterres, secretario general de la ONU: “Es hora de dejar de quemar nuestro planeta y comenzar a invertir en la abundante energía renovable que nos rodea”.
2 - Descenso en la generación de metano
El dióxido de carbono está establecido como el principal gas de efecto invernadero. Sin embargo, los expertos advierten que el metano tiene un mayor poder para elevar la temperatura del planeta. Incluso asegura que tienen un poder mayor de hasta 21 veces durante un periodo de 100 años, aunque algunas investigaciones señalan que permanece por menos tiempo en la atmósfera.
De todos modos, con estos datos sobre la mesa, los científicos aseguran que las emisiones de este gas deben caer un tercio en los próximos 10 años. El metano no solo es generado por los combustibles fósiles, sino que además es liberado por la actividad granadera (ganado bovino y ovino), a los cuales se suman vertederos y fuentes naturales.
Para alcanzar los 2 ºC de aumento en la temperatura del planeta, las emisiones de este gas deben caer un 43% en 2030 y al 84% en 2050. Según la científica Diana Urge-Vorsatz, integrante del panel del IPCC, “la reducción de emisiones para abordar la crisis climática debería estar al nivel de lo observado durante la pandemia, pero año tras año, algo que mejoraría nuestra calidad de vida sin necesidad de una crisis sanitaria a nivel mundial”.
3- El problema del CO2
Más allá de las estimaciones sobre la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera, los expertos no estiman una baja drástica de las emisiones de este gas. Es por eso que apuntan a tecnologías que permitan extraer CO2, las cuales se medirán en cientos de miles de millones de toneladas. Al respecto, los científicos señalaron en el informe que “la eliminación de dióxido de carbono (RDC) es necesaria para lograr un nivel cero de emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero, tanto a nivel mundial como nacional”.
En este punto, los expertos advirtieron que estos mecanismos pueden compensar las emisiones residuales de este gas, en especial en aquellas actividades o sectores cuya limpieza es dificultosa. Algunas de las medidas que pueden aplicar los países para alcanzar este objetivo son: expandir los bosques, mejorar las prácticas agrícolas y aplicar tecnologías que capturen este gas, ya sea desde las industrias o bien desde la atmósfera.
De todos modos, los científicos señalaron que la aplicación de estas herramientas no compensará completamente la emisión de este gas por parte de la humanidad, es por eso que recalcaron la importancia de apuntar a una disminución en su generación.
4- Ganadería y dietas más sostenibles
La emisión de metano y dióxido de carbono también sucede en las granjas. La actividad ganadera y la deforestación que conlleva la búsqueda de más espacio para la siembra son acciones que contribuyen al calentamiento global, ya que no solo se eliminan fuentes de captación sino que, además, se suman como emisores de este gas.
En este punto, el informe indicó que “los cambios rápidos y profundos en la demanda facilitan que todos los sectores puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a corto y medio plazo”. Al tiempo que apunta a la aplicación de “dietas saludables y sostenibles”, las cuales se ubican en alimentos con origen vegetal con bajo impacto en el ambiente y que, además, generan beneficios para la salud.
Según señalaron en el documento, las naciones más ricas son las que más deben contribuir, ya que son las que menos gastan (entre 2 y 5 veces menos) en realizar un cambio que colabore con la mitigación del calentamiento global. En este punto, los expertos aseguran que la deuda que tienen estas naciones con la mitigación es entre 4 y 8 veces menor a los entre 1,6 billones y 3,2 billones de dólares anuales que deberían invertir los países en desarrollo, mayores responsables de la emisión de gases.
5- Un mundo más verde
Las ciudades no solo albergan a personas, sino también industrias, fábricas y transportes. Es por eso que los expertos apuntan a que se conviertan en espacios más verdes y sustentables. En ese sentido, Jim Skea, copresidente del grupo de trabajo del IPCC, afirmó: “Sin reducciones inmediatas y profundas de las emisiones en todos los sectores, será imposible”, ya que no solo se obtienen beneficios por la reducción de dióxido de carbono, sino también en la temperatura de la urbe y la calidad del aire. Siendo que en este último punto la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que el 99% de la población mundial respira aire de mala calidad y que se registran más de 13 millones de muertes al año por causas ambientales evitables.
Uno de los aspectos que los científicos pusieron sobre la mesa es la necesidad de que los vehículos abandonen los combustibles fósiles y se conviertan a eléctricos de baja emisión, ya que “ofrecen el mayor potencial de descarbonización para el transporte terrestre”. “Una mayor acción debe comenzar este año, no el próximo, este mes, no el próximo mes, y de hecho, hoy, no mañana”, aseguró Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Otro de los aspectos en los que hicieron hincapié los expertos en el consumo responsable de energía tanto en el transporte, con ciudades más compactas y caminables, como hogares sustentables. “La adopción de medidas en esta década es fundamental para aprovechar el potencial de mitigación de los edificios, con energía cero o sin emisiones de carbono”, dijo Jim Skea, copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC.
Por último, señalaron el uso de materiales para la construcción más eficientes, con reutilización y reciclaje, los cuales, además, permitan una reducción de residuos. En este punto se refirieron aquellos materiales cuya confección no genera gases de efecto invernadero, aunque aclararon que estos aún se encuentran en etapas de análisis y a la espera de aprobaciones para su comercialización.
6- Los puntos favorables del informe
Pese a que no fue marcado expresamente por los científicos, lo cierto es que este informe dejó algunos aspectos positivos. Según destacaron, más allá de que las emisiones aún están en aumento, advirtieron algunos esfuerzos para mitigar el impacto del calentamiento global; tales como la baja en los costos de los productos y la generación de energías renovables.
Entre 2010 y 2019, los precios en la generación de energía solar cayeron un 85%, en la eólica se redujeron un 55% y en las baterías de litio un 85%. Mientras que durante 2015 y 2019, la capacidad de generar energía eólica en el mundo creció un 70%, la solar fotovoltaica un 170%. Con lo cual las denominadas energías limpias generaron el 37% de la electricidad mundial en 2019.
Asimismo, señalaron que el aumento de la temperatura se estabilizará cuando las emisiones de gases de efecto invernadero sean “cero neto”. Es decir que los gases emitidos puedan ser absorbidos por el planeta. Incluso, recalcaron que los costos de la mitigación del cambio climático no deberían afectar el banco mundial, ya que los beneficios económicos de frenar el calentamiento, entre los que se cuentan la salud y los daños por el cambio climático, superan los gastos.
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