Si hay una verdad que se sabe a viva voz en cuanto al conflicto entre Rusia y Ucrania es que el presidente ruso Vladimir Putin no pensó en encontrar una resistencia tan feroz en territorio ucraniano y que su invasión llevaría más de un mes sin conquistar la capital Kiev.
A medida que se desarrolla el conflicto y que Ucrania suma tecnología militar de países europeos y de Estados Unidos para incrementar sus defensas, las fuerzas armadas rusas buscan acelerar la avanzada y conquistar más puntos estratégicos a fuerza del envío de más tropas y fundamentalmente, de incrementar la cantidad de bombardeos.
En ese aspecto, Putin está probando nuevas armas desarrolladas en los últimos años que son realmente asombrosas y causan un peligro real en cuanto al nivel de destrucción que pueden causar y la tecnología que las hace indetectables o inalcanzables.
Una de las últimas armas rusas con las que atacaron varias posiciones ucranianas es el misil hipersónico Kh-47M2 Kinzhal, que en ruso significa “daga” y tiene la capacidad de volar a Mach 5 o cinco veces la velocidad del sonido en algunas versiones y en otras hasta Mach 10. Además, puede cargar una bomba convencional de 1000 kilos o una ojiva nuclear y tiene el alcance de fuego de hasta 2000 kilómetros, la distancia entre Buenos Aires y Santiago de Chile o San Pablo.
El Kinzhal, un misil balístico hipersónico que tienen la capacidad de maniobrar en el aire, por lo que es muy difícil de detectar o neutralizar por parte de los sistemas de defensas antimisiles. Es una versión modificada del misil Iskander de Rusia que ya ha sido utilizado en el conflicto Rusia-Ucrania varias veces.
Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso confirmó hace una semana que Rusia había utilizado un misil hipersónico Kinzhal, o “daga”, a finales de la semana pasada para destruir un depósito de municiones en el oeste de Ucrania. El domingo, el Kremlin dijo que sus fuerzas habían lanzado misiles hipersónicos por segunda vez, esta vez desde el espacio aéreo sobre Crimea, destruyendo una instalación de almacenamiento de combustible en la región ucraniana de Mykolaiv, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Los especialistas en armamento y los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido han restado importancia a las capacidades hipersónicas de Rusia y al grado de importancia de su uso en el campo de batalla. Pero por la velocidad que alcanzan, su energía cinética, es suficiente para abrir agujeros incluso en los buques de guerra más reforzados. Por ello podría ser la pesadilla de los portaviones.
En teoría, un misil hipersónico podría acoplarse a un vehículo que podría abandonar brevemente la atmósfera de la Tierra antes de volver a entrar y atacar a un objetivo determinado. Esto reduciría aún más la capacidad de reacción de las naciones objetivo.
A diferencia de los misiles balísticos, los misiles hipersónicos pueden cambiar su trayectoria y desviarse si es necesario. Esto los hace más evasivos, más amenazantes y más letales. “Las maniobras del misil en las velocidades que exceden varias veces la velocidad del sonido le permiten eludir de manera confiable todos los sistemas de defensa aérea y antimisiles balísticos que existen o se están desarrollando”, dijo en 2018 el Comandante en Jefe de la Fuerza Aeroespacial, Sergei Surovikin.
¿Qué son estos misiles? ¿Y qué significaría que Rusia los utilizara?
Hay dos tipos principales: los misiles hipersónicos de crucero, que funcionan con scramjets -motores de alta velocidad-; y los vehículos hipersónicos de planeo, que se lanzan desde un cohete pero se deslizan hacia su objetivo.
A diferencia de otros sistemas de misiles, que deben ser lanzados desde complejos móviles o fijos, los Kh-47M2 Kinzhal operan con dos modelos de aviones rusos. Cuando se lanzan de los MiG-31K pueden alcanzar objetivos a 2.000 km de distancia y cuando lo hacen desde los Tu-22M3 hasta 3.000 km, según la agencia de noticias TASS.
Rusia lleva persiguiendo armas hipersónicas desde la década de 1980, pero ha acelerado sus esfuerzos en respuesta a la retirada de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos en 2002 y a los despliegues de misiles de defensa de Estados Unidos en territorio estadounidense y en Europa, señala el informe del CRS. Además del Kinzhal, Rusia está trabajando en otros dos programas de armas hipersónicas: el 3M22 Tsirkon (o Zircon) y el Avangard.
Moscú afirma que sus letales cohetes ‘Kinzhal’ no pueden ser detenidos por los sistemas occidentales de defensa antimisiles. Según los informes, el video filmado desde un dron militar muestra el momento en que un gran depósito de municiones ucraniano en Ivano-Frankivsk fue alcanzado por un mortal misil hipersónico ruso Kinzhal. “El sistema de misiles de aviación Kinzhal con misiles aerobalísticos hipersónicos destruyó un gran almacén subterráneo que contenía misiles y municiones de aviación en la aldea de Deliatyn en la región de Ivano-Frankivsk”, confirmó el portavoz del Kremlin Igor Konashenkov y agregó que el arma “imparable” se desplegó el viernes.
Es la primera vez que se sabe que el nuevo Kinzhal se usa en el conflicto con Ucrania. Antes se “probó” en Siria en condiciones de guerra.
El presidente Putin calificó anteriormente al misil como “un arma ideal” que vuela a 10 veces la velocidad del sonido y no puede ser derribado por los sistemas convencionales de defensa aérea. “Tiene un alcance de 1250 millas y no tiene rival en Occidente”, según Moscú. El mes pasado, el presidente Vladimir Putin advirtió que Rusia había almacenado misiles hipersónicos “inigualables”.
Putin anunció por primera vez los letales misiles Kinzhal como parte de una exhibición de nuevas armas rusas en 2018. En ese momento, el presidente ruso dijo sobre Occidente: “Necesitan tener en cuenta una nueva realidad y entender que esto no es un engaño”.
El uso de armas militares por parte de Rusia fue una advertencia tanto para Ucrania como para Occidente de que “tiene los medios para escalar” aún más el conflicto, afirmó un experto en defensa. “La velocidad del Kinzhal lo pone fuera del alcance de cualquier sistema de defensa aérea ucraniano y las plataformas de lanzamiento pueden lanzarse desde rangos más allá del alcance de Ucrania”, dijo el doctor James Bosbotinis especialista en armamento.
Estos misiles son un tipo de arma bastante novedosa en la rama militar mundial. Son pocos los países en el mundo que tienen la capacidad de desarrollar, construir y operar este tipo de armamento. Entre ellos se encuentran China, que hizo sus primeras pruebas en octubre del año pasado, y Rusia, que los puso en servicio en 2017.
En tanto, Estados Unidos lleva investigando sobre armas hipersónicas desde principios de la década de 2000 y las está desarrollando en el marco del programa Conventional Prompt Strike de la Marina, así como en otros programas que dependen de las Fuerzas Aéreas, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa y el Ejército.
Infografías: Marcelo Regalado
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