De la mano de la subvariante de Ómicron altamente transmisible conocida como BA.2 los casos de COVID-19 vuelven a aumentar en la mayoría de los países de Europa, así como en China y otros países asiáticos.
La proporción de casos del nuevo coronavirus está también en aumento en los Estados Unidos, impulsados por la misma subvariante, al punto que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman ahora que el 35% de los nuevos contagios de la enfermedad se deben a BA.2.
Todo esto ocurre, mientras en la mayoría de los países del mundo se han levantado las medidas de restricción sanitarias para prevenir la infección por SARS-CoV-2 y en los EEUU, por ejemplo, ya no hay ni un solo estado con mandatos de uso de mascarillas en vigor.
Así las cosas, existen una serie de interrogantes que se plantean las mujeres y hombres de ciencia de cara al futuro inmediato de la pandemia. ¿Hasta qué punto debe preocuparse la gente por la variante BA.2? ¿Protegerán las vacunas contra ella? ¿Y si alguien contrajo una variante anterior, podría volver a infectarse? ¿Es la BA.2 más leve que las versiones anteriores? ¿Podría la subvariante BA.2 causar otra oleada pandémica?
Hasta el momento, lo que se sabe es que la variante Ómicron fue descubierta en noviembre, y rápidamente quedó claro que el linaje viral ya existía como tres variedades genéticamente distintas. Cada rama de Ómicron tenía su propio conjunto de mutaciones únicas. En ese momento, el más común era BA.1, que se extendió rápidamente por todo el mundo. BA.1 fue casi en su totalidad responsable del aumento récord de casos este invierno.
Y si bien en un principio, BA.1 era mil veces más común que BA.2, desde comienzos de 2022, BA.2 comenzó a encontrarse en una mayor proporción de nuevas infecciones, según publicó The New York Times.
Todas las versiones de Ómicron son altamente contagiosas, por lo que la variante desplazó rápidamente a las formas anteriores del coronavirus, como Delta. Pero varios estudios hallaron que BA.2 es incluso más transmisible que BA.1.
“La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido estima que la subvariante BA.2 está creciendo un 80% más rápido que el BA.1. También en Estados Unidos, la BA.2 parece estar en camino de superar a BA.1 para convertirse en la variante dominante”. La que habla es la doctora Leana Wen, médica de urgencias y profesora de política y gestión sanitaria en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, para quien “la buena noticia es que la subvariante BA.2 no parece causar una enfermedad más grave que la BA.1″.
“Investigadores del Reino Unido y Dinamarca descubrieron que la subvariante BA.2 causa un nivel de hospitalización comparable al de la BA.1, que es menos probable que provoque una enfermedad grave que la variante delta, hasta ahora dominante”, destacó.
Además, si bien se sabe que Ómicron ha sido, por lo general, un poco más efectiva que otras variantes en causar infecciones a personas recién vacunadas, las vacunas aún brindan una protección sustancial contra la infección y una protección muy fuerte contra enfermedades graves. Las dosis de refuerzo hacen que la protección sea aún más robusta. Y una vez más, BA.2 no parece cambiar nada de eso: investigadores británicos descubrieron hace poco que las vacunas eran igualmente efectivas contra ambas subvariantes de Ómicron.
La variante Ómicron también ha atravesado, mucho mejor que otras variantes, la inmunidad natural adquirida de infecciones anteriores, y se han planteado algunas preocupaciones de que BA.2 podría hacer eso a las personas que contrajeron BA.1 en la ola de Ómicron. Si bien se han reportado tales reinfecciones, hasta ahora han sido extremadamente raras incluso en países donde ahora prevalece BA.2.
“Aunque la vacunación no protege tan bien contra la infección por BA.1 y BA.2, la eficacia en ese sentido se restablece parcialmente con una dosis de refuerzo, y las vacunas siguen proporcionando una muy buena protección contra la enfermedad grave debida a ambas subvariantes de Ómicron”, sostuvo la experta.
Y acerca de si existen ciertas personas que deban preocuparse más que otras por la subvariante BA.2, Wen señaló: “Las personas que son muy vulnerables a la enfermedad grave por COVID-19 a pesar de la vacunación deberían preocuparse por el coronavirus en general, al igual que por otros patógenos infecciosos. Para la mayoría de las personas, la infección por SARS-CoV-2 dará lugar a una enfermedad leve, pero en algunas personas, las que están moderada o gravemente inmunodeprimidas o con múltiples afecciones médicas subyacentes, la infección podría dar lugar a una hospitalización”.
“Es posible que la subvariante BA.2 no provoque una enfermedad más grave que la BA.1, pero debido a lo contagiosa que es, las personas especialmente vulnerables deberán seguir tomando precauciones adicionales -destacó-. Esto incluye el uso de una mascarilla de alta calidad (N95, KN95 o KF94) en todos los lugares públicos cerrados, evitar las grandes aglomeraciones y viajar solo por razones esenciales. Antes de reunirse con otras personas, pueden solicitar que los demás se realicen una prueba de COVID-19″.
Respecto a si alguien que contrajo la variante anterior del virus puede volver a infectarse, recientes investigaciones indican que es posible infectarse dos veces con dos subvariantes diferentes del coronavirus Ómicron, pero rara vez sucede. Este nuevo estudio, ha sido dirigido por investigadores de la máxima autoridad en enfermedades infecciosas de Dinamarca, y muestra que las personas infectadas con BA.1 pueden infectarse con BA.2 poco después, pero es una ocurrencia rara.
En la misma línea, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se manifestaron acerca de que “la infección con BA.1 sigue proporcionando protección contra BA.2. Una infección por BA.2 después de haber tenido BA.1 es rara”.
Finalmente, otra de las dudas más comunes que suelen presentarse en torno a este tema tiene que ver con una estrategia planteada por algunos, que apunta a buscar contagiarse deliberadamente de la enfermedad, sobre la base de si de todos modos será imposible librarse eternamente del virus, mejor que ocurra con esta variante que no es tan peligrosa como las primeras.
Para Wen, “si bien la variante Ómicron tiene menos probabilidades de provocar una enfermedad grave en comparación con la variante Delta, sigue provocando enfermedades graves en algunas personas”. “Además, incluso una enfermedad leve puede ser muy desagradable y provocar malestar, faltar al trabajo y no poder cuidar a los miembros de la familia durante días -sostuvo-. También podría infectar a otras personas, y existe la posibilidad de que los síntomas sean de larga duración”.
Para Akiko Iwasaki, inmunobióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, que estudia la inmunidad viral, con esta idea surgen varios problemas. En primer lugar porque no se puede saber con certeza cuál será la gravedad de cada caso. En segundo lugar afirma que con las vacunas y refuerzos ya se tiene una protección sólida que no requiere de contagiarse para sumar anticuerpos; y en tercero, las infecciones pueden afectar a otras personas de manera terrible. Ahí es cuando se puede producir un efecto dominó.
En opinión de la experta de la Universidad George Washington, “sin duda la subvariante BA.2 podría provocar otro repunte de las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos”. “Ya hay algunos indicios de que el fuerte descenso de los nuevos casos se está estabilizando, y si EEUU sigue el ejemplo de Europa, como ha sucedido antes, un aumento de los casos podría producirse dentro de unas semanas”, destacó.
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