Polémica entre los expertos sobre el uso del barbijo en las escuelas: ¿los tapabocas frenan al virus del COVID?

Un estudio realizado por científicos españoles en una pequeña comunidad de Cataluña abrió el debate. Análisis y consideraciones de una investigación controversial

Guardar
Los niños de 3 y 4 años presentaron resultados más bajos para todas las variables epidemiológicas analizadas, mientras que los niños de 11 años presentaron los valores más altos”, afirmó un estudio realizado por científicos españoles
Los niños de 3 y 4 años presentaron resultados más bajos para todas las variables epidemiológicas analizadas, mientras que los niños de 11 años presentaron los valores más altos”, afirmó un estudio realizado por científicos españoles

En algunas provincias argentinas, como por ejemplo Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires, el uso del barbijo obligatorio en las escuelas comenzó a tener un segundo análisis. Ya que, en la actualidad, el uso de las mascarillas está cuestionado para algunos grupos etarios escolares. Un reciente estudio publicado por científicos españoles, que aún no cuenta con la validación de su pares, señaló que la utilización del tapabocas en las escuelas no es determinante para contener la transmisión de contagios de COVID-19. Sin embargo, los expertos advierten que esta situación debe evaluarse bajo situaciones epidemiológicas particulares y para edades específicas.

El estudio encabezado por investigadores españoles aseguró, tras analizar el primer trimestre del curso 2021-2022 en una comunidad catalana, que “la incidencia de SARS-CoV-2 fue significativamente menor en preescolar que en educación primaria”, siendo que en España se estableció la obligatoriedad del uso de barbijo en los menores de 6 años. “Los niños de 3 y 4 años presentaron resultados más bajos para todas las variables epidemiológicas analizadas, mientras que los niños de 11 años presentaron los valores más altos”, afirmó el documento.

La investigación señaló, además, que “los mandatos de obligatoriedad del uso de mascarillas faciales (FCM) en las escuelas no se asociaron con una menor incidencia o transmisión de SARS-CoV-2″, por lo cual aseguraron que los datos “sugieren que esta intervención no fue efectiva”. “En cambio, la dependencia de la edad fue el factor más importante para explicar el riesgo de transmisión para los niños que asisten a la escuela”, recalca el estudio que no cuenta con la validación de pares.

“Analizamos el primer trimestre del curso en una época en la que, por cada caso positivo, se hacía un cribado a los compañeros y podíamos ver la transmisión que había en cada grupo de edad. Si la implementación de la mascarilla tuviese un efecto de reducción significativa de la transmisión, encontraríamos menos transmisión en primero de primaria que en P5 [el último curso de la educación infantil]. Pero no hay diferencias entre estos dos cursos”, afirmó Clara Prats, física e investigadora del grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) que efectuó el estudio.

"Es un estudio pequeño, analizaron 140 chicos en Barcelona y habrá que ver cuál era el porcentaje de niños vacunados, por ejemplo, porque son muchos los factores", dijo Elena Obieta
"Es un estudio pequeño, analizaron 140 chicos en Barcelona y habrá que ver cuál era el porcentaje de niños vacunados, por ejemplo, porque son muchos los factores", dijo Elena Obieta

En ese tono, Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global (ISGlobal), también integrante del equipo de científicos que realizó el estudio aseguró que “la mascarilla protege, pero en niños pequeños, de tres a 11 años, donde la transmisión es más baja y las actitudes de riesgo son diferentes a las de los adolescentes, el impacto de esta medida es más modesto”.

Es un estudio pequeño, analizaron 140 chicos en Barcelona y habrá que ver cuál era el porcentaje de niños vacunados, por ejemplo, porque son muchos los factores. Después hay que contraponerlo con las experiencias en otras latitudes y en otros niveles de vacunación, ya sea en los niños como de los adultos”, explicó a Infobae la infectóloga Elena Obieta (MN 76451). Al tiempo que destacó que este análisis no puede extrapolarse a cines, teatros u otros ámbitos cerrados, en especial ante la presencia de adultos. “Sabemos que los adultos somos más contagiantes que los chicos”, agregó.

En ese sentido, Ricardo Teijeiro (MN 58065), infectólogo del Hospital Pirovano, aseguró que este estudio debe interpretarse “de acuerdo a la circulación viral”. “Cuando hay una baja circulación viral, el barbijo pierde, de alguna manera, el nivel de protección, sobre todo en los niños en edad escolar. En ellos, por el momento, el uso del barbijo es ser dentro del aula; pero cuando salen al recreo o a otras partes al aire libre, el contacto directo que tienen va más allá del uso del barbijo”, señaló.

A menor edad, mayor inmunidad

Tanto Teijeiro como Obieta destacan que los chicos, cuando más chicos son en edad, mayor es la inmunidad que presentan. En especial, en lo que se refiere los anticuerpos que se encuentran en la primera línea de defensa: la nariz. Denominados como Inmunoglobulina A (IgA), esta línea de defensa del organismo está escondida en las mucosas.

“Se está discutiendo el uso del barbijo en todos aquellos adultos que están vacunados, porque ya no se ve un significado importante”, dijo Ricardo Teijeiro
“Se está discutiendo el uso del barbijo en todos aquellos adultos que están vacunados, porque ya no se ve un significado importante”, dijo Ricardo Teijeiro

“Este estudio señala, comparando los chicos de primer grado con barbijos versus los de sala de 5 sin barbijos, es que el grado de protección que ofreció el barbijo, medido a través de la ‘tasa de ataque que secundario’ (NdR: contagios entre contactos estrechos tras detectarse el primer caso), no mostró una diferencia significativa”, explicó Obieta. Al tiempo que aseguró que estos datos también están influenciados por la edad de los niños: “Cuánto más chicos son los chicos, más inmunidad tienen en las mucosas porque tienen más inmunoglobulina A secretoras. Esto es lo que pudo provocar que en los chicos se frenen algunos virus mejor que un adulto”.

En palabras de la experta, “en la escuela primaria no es lo mismo un niño de 6 años que uno de 12, por ejemplo. Para el de 12 o 13 tiene mucho más valor protector el barbijo, aunque siempre hay que tener en cuenta que son más eficaces si están secos y bien utilizados”. En su explicación, la infectóloga destacó que “un niño pequeño sin mascarilla quizás tendría más capacidad para frenar los virus a nivel local y por eso es interesante la decisión de hacer algunas vacunas para influenza, es decir gripe, intranasales, porque está buenísimo tener en la nariz la primera respuesta inmunológica

“Además aprendimos, y lo sostengo, que el tema no es la escuela si está bien ventilada el aula. El problema es la ‘periescuela’, que es el transporte público, que aún no está ventilado adecuadamente; las reuniones sociales y los eventos”, señaló la infectóloga.

En tanto, Teijeiro señaló que el nivel del contagio “no es significativo” entre los chicos que usan el barbijo en comparación de los que no lo usan “por el hecho de que tienen un contacto social alto durante los momentos fuera del aula, por eso el barbijo no alcanza un nivel de protección alto”. “Se está discutiendo el uso del barbijo en todos aquellos adultos que están vacunados, porque ya no se ve un significado importante”, dijo el infectólogo, al tiempo que aclaró que debería permanecer como una barrera de protección en “no vacunados, vulnerables, asistentes en salud y quienes están en contacto con pacientes. Pierde el significado en aquellas regiones donde hay baja circulación viral”.

SEGUÍ LEYENDO:

Guardar