El mundo contuvo la respiración el viernes y siguió con temor las últimas novedades, cuando se informó que Rusia había bombardeado la central nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania.
La planta nuclear de Zaporizhzhia, ubicada en la región homónima de la ciudad ucraniana de Energodar, se incendió durante varias horas luego de haber sido atacada por las fuerzas invasoras de Rusia, lo que desató la preocupación en toda Europa debido al peligro de una potencial catástrofe atómica. De hecho, cuando el fuego todavía no había sido controlado, el alcalde de este distrito, Dmitry Orlov, advirtió en su cuenta de Telegram que este hecho constituía una “amenaza a la seguridad mundial”.
La central de Zaporizhzhia NPP (Nuclear Power Plant) comenzó a ser construida por la Unión Soviética en 1979 y la primera de sus seis unidades de potencia empezó a funcionar en 1984, menos de dos años antes de la tragedia de Chernobyl cerca de la ciudad de Pripyat en Ucrania en abril de 1986: el peor desastre nuclear de la historia.
Se encuentra en la zona de estepa de Ucrania, en la orilla de un embalse de agua de la ciudad de Kakhovka, situada a unos 71 kilómetros al nordeste de Kherson. Es la planta nuclear más grande de Europa y la novena más grande del mundo, ya que posee un total de seis reactores del tipo VVER-1000, los cuales funcionan con agua presurizada y pueden producir unos 40.000 millones de kWh de potencia, lo que representa una quinta parte del abastecimiento anual promedio de electricidad en el país.
Luego del ataque, varios expertos nucleares en el planeta intentaron llevar tranquilidad sobre la posibilidad de que la planta de energía nuclear más grande de Europa corra el riesgo de convertirse en ‘otro Chernobyl ‘, aunque el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó la ofensiva de ‘terrorismo nuclear’, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, tuiteó: ‘¡Si [la planta] explota, será 10 veces más grande que Chernóbyl!’
Diferencias con Chernobyl
Pero los expertos dicen que esto es muy poco probable, en parte debido a las diferencias de diseño entre Zaporizhzhia y Chernobyl. Los seis reactores de energía nuclear en Zaporizhzhia no son reactores del tipo de Chernobyl, sino reactores de agua a presión, que se pusieron en funcionamiento entre 1985 y 1995. A diferencia de Chernobyl, los reactores también están alojados en unidades de contención de hormigón reforzado con acero grueso que están construidas para resistir explosiones extremas, como un accidente aéreo.
Un experto nuclear dijo que el “peor escenario” para Zaporizhzhia sería similar a lo que sucedió en Fukushima en Japón en 2011, un desastre que, a diferencia de Chernobyl, no provocó muertes directas. En Fukushima, el agua de un tsunami de 10 m de altura que mató a casi 19.000 personas golpeó la costanera y los muros de la planta de energía, que se vio inundada. También apagó los generadores de emergencia que proporcionan energía al sistema de refrigeración.
El profesor David Fletcher, que anteriormente trabajó en UK Atomic Energy y ahora está en la Universidad de Sydney, dijo: “En la actualidad, parece que solo los edificios auxiliares han sido dañados por misiles rusos. La verdadera preocupación no es una explosión catastrófica como la que ocurrió en Chernobyl, sino el daño al sistema de enfriamiento que se requiere incluso cuando el reactor está apagado. Fue este tipo de daño lo que condujo al accidente de Fukushima. Mientras que Chernobyl tenía reactores moderados con grafito, Zaporizhzhia usa reactores moderados con agua que generalmente se consideran más seguros”.
“En los reactores nucleares, se utiliza un moderador para reducir la velocidad de los neutrones rápidos. (En Zaporizhzhia, el moderador utilizado es el mismo material que el refrigerante: agua). En Chernobyl, el moderador de grafito (una parte esencial para mantener la reacción en cadena nuclear) se incendió y ardió durante 10 días”, explicó la profesora Claire Corkhill, experta en materiales nucleares de la Universidad de Sheffield.
“El humo radiactivo de los reactores se elevó a la atmósfera, razón por la cual la propagación de la radiación fue tan grande en toda Europa. ‘No podría pasar lo mismo en Zaporizhzhia porque no hay grafito. Cualquier liberación en la radiación estaría mucho más localizada”, agregó.
“El reactor de Zaporizhzhia es un reactor de agua presurizada del tipo de WR, que en ruso lo llaman VVER. Es un recipiente de presión de agua que nunca hierve que pasa a un generador de vapor. El agua caliente le pasa el calor a una más fría que se evapora. El vapor se dirige a las turbinas que mueven un dínamo y luego produce electricidad. Hay una diferencia conceptual enorme con el reactor de Chernobyl, por lo que un accidente como el que ocurrió allí en 1986 no podría suceder. Igualmente, hay que tener en claro que una central nuclear es una instalación civil y no está preparada para someterse a un bombardeo, como cualquier otra construcción civil. Por eso, hay un convenio internacional, firmado por todas las naciones, incluidas Rusia y Ucrania de no atacar este tipo de instalaciones, ya que ello es considerado un crimen de guerra”, explicó a Infobae el ingeniero nuclear Aníbal Blanco, investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), profesor del Instituto Balseiro.
“Los reactores operan con normalidad a pesar de la guerra. De los seis reactores que tiene la central Zaporizhzhia había uno funcionando luego del ataque. Esta semana hay dos que funcionan a plena potencia. Los rusos están hoy ocupando el reactor y dan directivas a los operarios ucranianos para que funcionen. Si bien hubo un cambio de autoridades que ordenan lo que hay que hacer o no allí, aparentemente se mantendrían los parámetros de seguridad normales, dentro del contexto anormal que hay en medio de una guerra”, agregó Blanco.
Y remarcó: “Recordemos que hay otras centrales nucleares en Ucrania y todas ellas fueron construidas por Rusia. No sería lógico pensar que los rusos buscaran destruir las instalaciones que luego van a controlar. Además pondría en riesgo su propio personal y hasta las ciudades rusas cercanas. En estos momentos hay que ser muy mesurado y remitirse a la información oficial. Hay que destacar también el gesto de director general Rafael Mariano Grossi que comunicó que el impacto de un artefacto explosivo en un edificio aledaño del complejo nuclear no afectó a los reactores y no provocó ningún aumento en los niveles de radiación en el sitio”.
“Debemos tomar medidas para ayudar a evitar un accidente nuclear en Ucrania que podría tener graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. No podemos darnos el lujo de esperar”, dijo Grossi la semana pasada. Para ayudar a proteger las instalaciones nucleares del país, ha expresado su disposición a viajar a la central nuclear de Chernobyl para garantizar el compromiso de las partes en conflicto con la seguridad de todas las centrales nucleares de Ucrania. “He dicho que estoy dispuesto a viajar a Chernobyl, pero puede ser en cualquier lugar, siempre que facilite esta acción necesaria y urgente”, dijo hoy en una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA.
Otra ventaja en el diseño de Zaporizhzhia, en comparación con las plantas nucleares de estilo más antiguo, es que el núcleo del reactor contiene menos uranio. Esto reduce el riesgo de que ocurran eventos de fisión adicionales y, por lo tanto, hace que el reactor sea más seguro y controlable. Evita que la reacción “se escape por sí misma” y explote como lo hizo en Chernobyl, cuando un aumento repentino de energía causado por un error humano resultó en una explosión masiva del reactor. Esto expuso el núcleo y cubrió el oeste de la Unión Soviética y a Europa con radiación.
Según el doctor Mark Wenman, lector de materiales nucleares en Nuclear Energy Futures, Imperial College London, las seis unidades de reactores de agua a presión de Zaporizhzia producen una quinta parte de la electricidad de Ucrania. A diferencia de Chernobyl, están bien protegidos en caso de un ataque directo, aunque es cuestionable si hacer esto beneficiaría a Rusia.
“La planta tiene un diseño de reactor relativamente moderno y, como tal, los componentes esenciales del reactor están alojados dentro de un edificio de contención de hormigón reforzado con acero pesado que puede soportar eventos externos extremos, tanto naturales como provocados por el hombre, como un accidente aéreo o explosiones”, precisó el doctor dijo Mark Wenman. “El núcleo del reactor está alojado además en un recipiente a presión de acero sellado con paredes de 20 cm de espesor. El diseño es muy diferente al del reactor de Chernobyl, que no tenía un edificio de contención y, por lo tanto, en mi opinión, no existe un riesgo real en la planta ahora que los reactores se han cerrado de manera segura”, agregó.
Una estructura vulnerable a misiles
Pero a pesar de la tranquilidad, algunos expertos han advertido que la estructura de contención puede no resistir los misiles. Robin Grimes, profesor de física de materiales en el Imperial College London que “el recipiente a presión es muy robusto y puede soportar daños considerables por fenómenos como terremotos y, en cierta medida, impactos cinéticos. Pero no está diseñado para resistir artefactos explosivos como proyectiles de artillería”.
“Si bien me parece poco probable que tal impacto resulte en un evento nuclear similar al de Chernobyl, una ruptura del recipiente a presión sería seguida por la liberación de la presión del refrigerante, esparciendo restos de combustible nuclear en las cercanías de la planta y una nube de refrigerante con algunas partículas arrastradas llegando más lejos”, consideró. Solo uno de los seis reactores de Zaporizhzhia ahora parece estar en funcionamiento, según la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania, mientras que los demás se están enfriando.
“Ahora sabemos que están apagando los reactores en frío, lo que significa que no necesitan suministros de electricidad externos para mantener frío el combustible. En esta situación, el combustible es seguro y no está lo suficientemente caliente como para provocar una fusión. Por lo tanto, no habría ningún accidente por pérdida de refrigerante una vez que los reactores estén cerrados”, afirmó el profesor Corkhill.
Desde el ataque de Rusia, las preocupaciones han disminuido ligeramente después de que las autoridades ucranianas anunciaran que el fuego había sido extinguido por las unidades del Servicio de Emergencia del Estado de Ucrania. Sin embargo, una preocupación, planteada por el regulador nuclear estatal de Ucrania, es que si los combates interrumpen el suministro de energía a la planta nuclear, se vería obligada a usar generadores diésel menos confiables para proporcionar energía de emergencia a los sistemas de enfriamiento operativos.
Una falla de esos sistemas podría conducir a un desastre similar al de la planta japonesa de Fukushima, cuando un terremoto y un tsunami masivos en 2011 destruyeron los sistemas de enfriamiento y provocaron fusiones en tres de sus reactores nucleares. Zaporizhzhia, que fue construida entre 1984 y 1995, es la central nuclear más grande de Europa y la novena más grande del mundo.
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