Un artículo publicado este lunes en la prestigiosa revista científica Nature resaltó el trabajo que realizan la Fundación Rewilding Argentina, una organización no gubernamental y sin fines de lucro dedicada a la creación de áreas protegidas y restauración y conservación de los ecosistemas silvestres de Argentina. “La fundación que convierte tierras privadas en parques nacionales está reintroduciendo especies nativas para restaurar ecosistemas y desarrollar el ecoturismo”, aseveraron sobre el labor de los expertos argentinos en diálogo con Infobae.
Con el título: “Rewilding Argentina: lecciones para las metas de biodiversidad 2030”, el artículo remarcó particularmente la importancia de crear áreas protegidas donde se puedan reintroducir especies nativas, restablecer sus interacciones, restaurar la funcionalidad del ecosistema y construir un ecoturismo valioso basado en la observación de la vida silvestre. “Dentro de unas décadas, un millón de especies de un total de unas ocho millones podrían extinguirse en todo el mundo. La caza, la pérdida de hábitat y la degradación de los ecosistemas están impulsando esta crisis de biodiversidad sin precedentes”, aseguraron.
Lo primero que plantea el texto es el caso argentino y que este no es la excepción. Durante los últimos 150 años, se han extinguido 5 especies de aves y 4 de mamíferos. En la actualidad, alrededor del 17% de las 3000 especies de vertebrados del país están en peligro y 13 de las 18 especies existentes de mamíferos grandes, desde osos hormigueros hasta tapires, están experimentando declives catastróficos, tanto en términos de número como de distribución geográfica.
El artículo firmado por los científicos argentinos Sofía Heinonen, Sebastián Di Martino y Emiliano Donadio también destacó que “tanto la reconstrucción como el ecoturismo pueden ser controvertidos”. “Creemos que nuestro trabajo es un ejemplo instructivo de cómo la restauración activa de especies cruciales, cuando se realiza de manera responsable, puede beneficiar tanto a los ecosistemas como a la población local. Debería estar en el conjunto de herramientas para cumplir con los objetivos de biodiversidad para 2030 que se discutirán en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Kunming, China, el próximo mes”, señaló el documento.
Emiliano Donadio es biólogo y director científico de la Fundación Rewilding Argentina, y su trabajo es diseñar, implementar y monitorear trabajos de conservación de fauna silvestre. En diálogo con Infobae, aseveró: “Escribimos un articulo sobre nuestro trabajo y lo publicaron, lo cual es muy bueno porque quiere decir que les pareció interesante. Es sumamente difícil interesar a los editores de Nature para que publiquen un artículo como el nuestro. La revista publica lo mas top de la ciencia en el mundo y fue una alegría que nos aceptaran ese trabajo”.
La publicación consolida a la Argentina como líder en la implementación de la estrategia de rewilding y contribuye a generar debate para su desarrollo. “El 97% de la superficie terrestre del planeta se encuentra degradada por actividades humanas”, subrayó Sofía Heinonen, coautora del artículo y directora ejecutiva de la fundación. Ante este panorama desolador, la Organización de las Naciones Unidas lanzó el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030. El llamado es urgente: la naturaleza se enfrenta a su última gran batalla y no puede perderla.
La estrategia de la Fundación es clara: adquirir grandes extensiones de tierra y convertirlas en áreas protegidas bajo jurisdicción provincial y nacional, restaurarlas mediante la reintroducción de especies clave (como el yaguareté, el ciervo de los pantanos y otras) y proveer a las comunidades vecinas de las herramientas necesarias para implementar una economía más amigable con los ecosistemas naturales basada en el turismo de naturaleza, alimentado por la observación de la vida silvestre.
El proceso es único en el mundo y tiene dos objetivos principales: conservar la biodiversidad y los procesos ecológicos de los ecosistemas y, convertir estos lugares en motores de desarrollo económico respetando el mundo natural. El rewilding es una herramienta fundamental para revertir la crisis de extinción que asola el planeta y para mitigar otras crisis ambientales como el cambio climático y la aparición de pandemias. Tal es así que varios países del mundo, como Australia, Estados Unidos, varios países de Europa como Gran Bretaña y Rumania, y varios países de África como Sudáfrica y Kenya están implementándolo a gran escala. Pero para que el impacto del rewilding sea global se necesita que los gobiernos se involucren para facilitar, financiar y liderar estos programas.
“Trabajamos en proteger un territorio, y a partir de ese territorio protegido y restaurado con todas las especies claves incluidas, tratamos de generar economías regenerativas para que las comunidades no solo se queden viviendo en la zona, sino que además sean los principales cuidadores de esa naturaleza”, explicó a EFE Heinonen.
Rewilding, fundada en 2010 bajo el nombre de Flora y Fauna Argentina, es heredera del legado de The Conservation Land Trust Argentina, institución creada en 1997 por los ecologistas estadounidenses Douglas y Kristine Tompkins. Sus principales proyectos comprenden el Parque Iberá, en la provincia de Corrientes -donde destaca la reintroducción de osos hormigueros, yaguaretés o nutrias gigantes-; el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco -segundo mayor bosque continuo de Suramérica, tras el Amazonas-; el Parque Patagonia, en Santa Cruz, zona muy sensible a los efectos climáticos y al uso intensivo del suelo, y el más reciente, el Patagonia Azul en Chubut.
“Arrancamos en los Esteros del Iberá, que es un gran humedal, con Kris y Doug Tompkins, en el año 97. Es el origen de todo, es el modelo”, señaló la especialista. Y añadió: “Nuestra visión es, a la larga, delegar todo en el Estado y las comunidades y podernos retirar del territorio, somos transitorios”. Además, la presidenta de la Fundación, que cuenta con un equipo de alrededor de 170 profesionales desplegados en las zonas donde se implementan los proyectos, sostuvo que “el trabajo de Rewilding se basa en un sistema de ‘producción de naturaleza’ que permite rehabilitar áreas naturales que a su vez son motores del resurgir económico y social de las regiones rurales que las rodean. En esto el ecoturismo, con servicios prestados por emprendimientos locales, adquiere un valor fundamental”.
Tres pasos clave
La popularidad de los proyectos de reconstrucción está creciendo. Estos incluyen: lobos traídos al Parque Nacional Yellowstone en Wyoming, castores a Inglaterra, bisontes y bueyes almizcleros al norte de Rusia, leopardos a Mozambique y demonios de Tasmania a Australia continental. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza informa que, desde 2008, se han iniciado al menos 418 proyectos de reintroducción. “La mayoría de estos proyectos ocurren en áreas protegidas e involucran una o unas pocas especies. Nuestro trabajo en Argentina es más amplio”, explicaron desde la Fundación.
Como primer paso, adquieren terrenos privados con fondos filantrópicos, reintroducen muchas especies y forman áreas protegidas por el gobierno que son donadas a los gobiernos federal y provincial. Hasta el momento, compraron y donaron alrededor de 400.000 hectáreas, con un valor de mercado estimado de USD 91 millones. Esto creó y amplió seis parques nacionales, una reserva nacional y dos parques provinciales. Se están donando otras 100.000 hectáreas. En conjunto, estas tierras comprenden un poco más del 10% del área terrestre total actualmente administrada por la Administración de Parques Nacionales de Argentina.
El segundo paso es restaurar los ecosistemas, principalmente mediante la reintroducción de especies a una escala sin precedentes. “Gastamos más de USD 3 millones cada año en actividades de rewilding en tres regiones: los humedales del Iberá en el noreste, los bosques secos del Chaco en el norte y la estepa patagónica y la costa en el sur. La mayoría de las veces, trabajamos con especies que se considera que tienen un gran impacto a nivel de ecosistema, como grandes depredadores y herbívoros”, indicaron.
En tercer lugar, invierten en infraestructura, desarrollo de capacidades y publicidad para crear una economía basada en el ecoturismo. “Las especies con las que trabajamos suelen ser muy carismáticas, lo que beneficia a las comunidades locales y crea un incentivo económico para conservar la vida silvestre y los hábitats nativos. Organizamos talleres y cursos para que los lugareños puedan formarse como guías de naturaleza, cocineros, artesanos y más. En el Iberá, donde nuestro trabajo está más avanzado, las visitas de turistas aumentaron un 87% entre 2015 y 2021, según datos oficiales de la agencia de gestión de humedales del Iberá. Hubo más de 50.000 visitantes el año pasado, a pesar de la pandemia de COVID-19″, añadieron.
Todos estos pasos son importantes porque simplemente apartar áreas protegidas no es suficiente. A nivel mundial, la mayoría de los ecosistemas modernos están ecológicamente dañados, incluso en áreas protegidas de larga data. En Argentina, por ejemplo, faltan poblaciones funcionales de jaguares en 19 de los 22 parques nacionales donde los datos de distribución histórica sugieren que este depredador clave debería existir.
Próximos pasos
El turismo basado en la naturaleza ha estado creciendo globalmente a tasas de más del 4% por año, particularmente en países de bajos y medianos ingresos. La fauna carismática, incluidos los grandes depredadores, se está volviendo cada vez más importante. En el Pantanal brasileño, el humedal más grande del mundo, la observación de vida silvestre, principalmente jaguares, generó un ingreso anual de USD 6,8 millones en 2015. Esto es tres veces el ingreso obtenido de la ganadería tradicional en esa región.
“Con aproximadamente el 97 % de la superficie terrestre del planeta devastada por los seres humanos, la naturaleza se enfrenta a su última batalla. Se necesitan medidas urgentes no solo para detener sino también para revertir la pérdida de ecosistemas y biodiversidad. La reintroducción activa de especies clave es una forma poderosa de curar algunos ecosistemas degradados”, sostuvieron los especialistas.
Y concluyeron: “Esta tarea abrumadora no debe recaer únicamente en organizaciones sin fines de lucro que tienen fondos y personal limitados, como nosotros. Las Naciones Unidas lanzaron su Década para la Restauración de Ecosistemas en junio de 2021, pidiendo esfuerzos masivos de restauración en todo el mundo para sanar la naturaleza y el clima. Para lograr resultados significativos a escala mundial, la reconstrucción necesita el apoyo de muchas partes interesadas y una cooperación internacional eficaz. Fundamentalmente, requiere la participación activa de los gobiernos para facilitar, financiar y liderar los esfuerzos de restauración”.
Fotos: Gentileza Fundación Rewilding Argentina
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