Variantes del COVID: hasta cuándo podrán aparecer nuevas y qué dice la ciencia de cara al futuro

Las mutaciones en los virus son esperables y son parte del desarrollo evolutivo del patógeno al circular entre la población. La explicación de los expertos sobre nuevas variantes más contagiosas o letales

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Las variantes del coronavirus que
Las variantes del coronavirus que generan más interés son las que desarrollaron mutaciones en el gen que codifica para la proteína S (Reuters)

La pandemia por COVID-19 sorprendió al mundo entero, en tiempo récord, la ciencia respondió con vacunas seguras y efectivas para prevenir la enfermedad, pero con el transcurrir de los meses, el SARS-CoV-2 comenzó a mutar y dio origen a nuevas variantes más transmisibles.

Hasta ahora se detectaron varias mutaciones del virus, y de hecho Ómicron, la última hallada en Sudáfrica a fines de noviembre de 2021, ya presentó el linaje BA.1, que se extendió rápidamente por todo el mundo y superó a otras variantes de preocupación como Delta. Y a partir de este mes, otra variante de Ómicron, el linaje BA.2, se detectó en varios países, como Dinamarca y el Reino Unido.

En este nuevo escenario, recientemente, una preimpresión escrita por investigadores japoneses, indicaron que BA.2 tiene una carga viral más alta en las células epiteliales nasales. Este gran equipo de investigación -que incluye expertos del Instituto de Ciencias Médicas de la Universidad de Tokio- también realizó investigaciones de laboratorio con hámsteres y encontró en BA.2 sustancialmente más patógeno que en Ómicron, por lo que sugieren que la mutación BA.2 amenaza al mundo dada su transmisibilidad e infectividad.

Ahora, si bien la ola de casos por la variante Ómicron está en retroceso, y hay científicos de los Estados Unidos que llaman a no relajarse porque podrían surgir variantes aun más contagiosas en función de estudios hacen proyecciones con herramientas de inteligencia artificial.

Los investigadores, liderados por el profesor Guo-Wei Wei y otros colegas, informaron en las revistas especializadas ACS Infectious Diseases y Journal of Chemical Information and Modeling que la variante Ómicron y otras variantes están evolucionando hacia una mayor infectividad y escape de anticuerpos, según un modelo de inteligencia artificial. Por lo tanto, se necesita desarrollar cuanto antes nuevas vacunas y terapias con anticuerpos.

El equipo de investigadores descubrió que las mutaciones que refuerzan la infectividad son la fuerza motriz de la evolución viral, mientras que en las poblaciones muy vacunadas dominan las mutaciones que permiten al virus escapar a las vacunas.

En este punto, la pregunta del millón es ¿por qué se producen estas nuevas variantes del virus que causa la COVID-19? ¿Y qué pasará en el futuro?

Una preimpresión escrita por investigadores
Una preimpresión escrita por investigadores japoneses, indicaron que BA.2 tiene una carga viral más alta en las células epiteliales nasales (Reuters)

Explican los que saben que en los virus, igual que en cualquier organismo, se producen mutaciones aleatorias, es decir alteraciones del material genético. La mayor parte de estas mutaciones no tendrán ningún efecto, pero otras sí que pueden modificar las características del virus, incluso le pueden aportar ventajas. Por ejemplo, algunas de las mutaciones del coronavirus han facilitado su entrada en las células humanas, haciéndolo más contagioso.

Las variantes del coronavirus que generan más interés son las que desarrollaron mutaciones en el gen que codifica para la proteína S, ya que puede condicionar cambios en la capacidad infectiva del virus y en la respuesta inmunitaria a las vacunas. Las variantes británica, sudafricana e india tienen una mayor transmisibilidad, debido a mutaciones en ese gen. Respecto a la Delta, un estudio recientemente publicado en la revista New England dio cuenta de que la vacunación confiere protección del 95% contra la nueva cepa, siempre y cuando se administren las dos dosis.

En epidemiología, se conoce como número reproductivo básico o R, el número de casos nuevos que genera una persona contagiada. En el caso de la variante Delta, un positivo genera cuatro infecciones, mientras que, con la variante de Wuhan o Alfa, un positivo generaba 2,5. “Las nuevas variantes parecen tener más capacidad infectiva, pero no se produce una enfermedad más grave”, explicó a La Vanguardia el doctor Manel Juan, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona.

Por su parte, la variante Ómicron puede propagarse con más facilidad que otras variantes, incluso la Delta. Sin embargo, no parece que cause una enfermedad más grave. Las personas que tienen la pauta de vacunación completa tienen protección bastante eficaz ante la forma grave de la enfermedad.

La variante Ómicron puede propagarse
La variante Ómicron puede propagarse con más facilidad que otras variantes, incluso la Delta (Getty)

Para Andrea Ammon, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y Maria Van Kerkhove, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Ómicron no será la última variante. Las expertas aseguraron, además, que “no es seguro que el SARS-CoV-2 continúe mutando en cepas más leves que hacen que las personas se enfermen menos que las variantes anteriores.

Pero, ¿es realmente así? El profesor Mario Clerici, catedrático de Inmunología de la Universidad Estatal de Milán y director científico de la Fundación Don Gnocchi, sostuvo: “Ninguno de nosotros puede decir qué pasará en el futuro. Especialmente porque este es un virus tan extraño que continuamente nos enfrenta a desafíos. Todo lo que podemos decir es dar pistas sobre lo que sucedió con cualquier otro virus”.

En la historia del hombre ha habido al menos seis o siete saltos de especies de coronavirus de animal a hombre hasta ahora y el SARS-CoV-2 es sólo el último. En todos los demás casos, lo que sucedió fue que después de una fase aguda, el virus se volvió mucho más leve. Y todos estos coronavirus, excepto el MERS que, sin embargo, es otra historia, siempre han vivido con nosotros y nos dan síntomas que son resfriados muy leves, muy leves. Entonces, si nos basamos en lo que sucedió con todos los demás coronavirus, es bastante lógico suponer, esperar, que también sucederá lo mismo con este”, amplió el inmunólogo.

Cuáles son las variantes que cambiaron el curso de la pandemia

La aparición de variantes que
La aparición de variantes que suponían un mayor riesgo para la salud pública mundial, a finales de 2020, hizo que se empezaran a utilizar las categorías específicas de “variante de interés” y “variante de preocupación”

La OMS, en colaboración con asociados, redes de expertos, autoridades nacionales, instituciones e investigadores, vigila y evalua la evolución del SARS‑CoV-2 desde enero de 2020. La aparición de variantes que suponían un mayor riesgo para la salud pública mundial, a finales de 2020, hizo que se empezaran a utilizar las categorías específicas de “variante de interés” (VOI) y “variante de preocupación” (VOC), con el fin de priorizar el seguimiento y la investigación a escala mundial y, en última instancia, orientar la respuesta a la pandemia de COVID-19.

Alpha, Beta, Gamma, Delta y Lambda son las cuatro VOC. También se distinguen las VOI, variantes de interés, y son Eta, Iota, Kappa y Lambda.

Registrada por primera vez en Europa, y llamada originalmente D614G, esta primera variante fue la que desplazó en primera instancia al linaje original de Wuhan en el Viejo Continente entre febrero y marzo de 2020 y causó la primera ola -pico- de casos en junio, tras convertirse en todo el mundo en la prevalente. Luego, en este mismo período, apareció 20A.EU1, en el noreste de España y se propagó a gran velocidad en el resto de Europa, contribuyendo a la segunda ola, de otoño en el hemisferio norte.

- Alpha

Esta variante de coronavirus de rápida propagación embota la primera línea de defensa del cuerpo, lo que podría explicar por qué es más transmisible que las variantes que circulaban anteriormente, según un estudio de la infección de células por SARS-CoV-2.

Desde que se detectó por primera vez en el Reino Unido a fines del año pasado, la variante B.1.1.7, también llamada Alfa, ha dado la vuelta al mundo para convertirse hace pocos meses en la forma dominante de SARS-CoV-2. Algunos estudios muestran que la capacidad de Alfa para superar las variantes que circulaban anteriormente podría provenir de mutaciones en su proteína de punta que le permiten ingresar a las células de manera más eficiente.

- Beta

La variante B.1.351 o variante sudafricana es una de las que más riesgo supone en estos momentos debido a su capacidad para evadir la inmunidad de ciertas vacunas. Se cree que genera una reducción de hasta 12 veces en la eficacia de la vacuna desarrollada por Moderna. En un estudio publicado en la revista científica Science Mag, se hace referencia a los resultados de un estudio in vitro que demostró cómo varios anticuerpos monoclonales no eran capaces de neutralizar esta variante.

- Gamma

El estado de Amazonas, en el norte de Brasil, es una de las regiones más afectadas por la epidemia de COVID-19 y experimentó dos oleadas de crecimiento exponencial a principios y finales de 2020. Mediante un estudio de epidemiología genómica basado en 250 genomas de SARS-CoV-2 de diferentes municipios de la región muestreados entre marzo de 2020 y enero de 2021 un equipo de trabajo de la Fundación Oswaldo Cruz de Manaos determinó que la primera fase de crecimiento exponencial fue impulsada principalmente por la difusión de la variante B.1.195 que fue reemplazada gradualmente por la B.1.1.28, cuando todavía no se vinculaba a las variantes o linajes con la ciudad de origen sino con el nombre científico del laboratorio.

La segunda ola coincide con la aparición de la variante P.1 o llamada de Manaos o Gamma, que evolucionó a fines de noviembre y reemplazó rápidamente al linaje parental en menos de dos meses.

- Delta

La variante Delta de COVID-19, una de las variantes de preocupación según la OMS, por su alta contagiosidad y no por su letalidad, presente hoy en más de 135 países, es hoy uno de los ítems de esta pandemia por el virus SARS-COV-2 que más preocupa a la comunidad científica porque para impedir su transmisión se necesitan sociedades completamente vacunadas con el portfolio de inmunizaciones vigentes contra el COVID-19.

A partir de allí, el surgimiento de Ómicron en noviembre pasado y la historia más reciente por todos conocida.

En este punto, nadie se atreve a afirmar con precisión qué es lo que va a pasar; todo indica que habrá más variantes aunque los expertos coinciden en ignorar cuál va a ser su impacto. Una vez más desde el inicio de la pandemia, sólo el tiempo tendrá la respuesta final.

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