Desde que comenzó el conflicto entre Rusia y Ucrania, hasta el reciente despliegue militar por parte de Vladímir Putin a su vecino país, han surgido sanciones y restricciones económicas por parte de las naciones integrantes de la OTAN. Sin embargo, este conflicto no solo traerá aparejado un abanico de problemas y bloqueos que recibirá la nación soviética sino que además abre la incógnita sobre el futuro de la aprobación de la vacuna Sputnik V por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de las consecuencias más recientes relacionadas con la producción de la vacuna Sputnik V que trajo el conflicto ocurrió en el Estado federado alemán de Baviera, quienes tomaron la decisión de bloquear la producción del desarrollo ruso. Incluso, si es aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Así lo anunció Markus Soder, el primer ministro de la región alemana luego de las últimas acciones de Rusia en Ucrania. “Es inconcebible desde nuestro punto de vista que este proyecto ahora pueda realizarse. Se acabó”, sentenció el funcionario ante el parlamento del estado.
El año pasado, el Ministerio de Salud de Baviera firmó una carta de intención con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), que comercializa la vacuna, para comprar 2,5 millones de dosis de Sputnik V una vez que fuera aprobada por la EMA. La empresa farmacéutica rusa R-Pharm estableció una planta de producción en esa zona para crear capacidades de fabricación regionales en Alemania a la espera de que se produjeran entre 8 y 10 millones de vacunas al mes.
En la madrugada del jueves, Kiev, la capital ucraniana, y otras ciudades con instalaciones militares fueron sacudidas por fuertes explosiones y cortes en la energía eléctrica luego del inesperado anuncio del presidente ruso. “He tomado la decisión de una operación militar”, afirmó el mandatario durante un mensaje televisado que se difundió poco antes de las 6:00 a.m. (hora local). En ese momento, comenzó una ofensiva masiva sobre objetivos militares y logísticos del país vecino.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que impondrá la ley marcial en el país ante la decisión de Putin de iniciar una operación militar especial en la región del Donbás.
Ante este panorama, el Director General of the World Health Organization (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió paz y acceso sostenido para la entrega de asistencia humanitaria en Ucrania y anunció la liberación de USD3,5 millones del Fondo de Contingencia de Emergencia del organismo internacional para la compra y entrega suministros médicos urgentes. Esto se suma a los insumos que ya habían proporcionado en los establecimientos de salud.
“Estoy desconsolado y profundamente preocupado por la salud de las personas en Ucrania a medida que la crisis se intensifica. El sistema de salud debe continuar funcionando para brindar atención esencial a las personas para todos los problemas de salud. El derecho internacional humanitario exige la protección de las instalaciones de salud, los trabajadores, los pacientes, el transporte y los suministros. Como parte del papel de la OMS en la documentación de los ataques a la salud, continuaremos monitoreando e informando tales incidentes”, señaló por la tarde el funcionario en su perfil de Twitter.
Rusia fue el primer país del mundo en desarrollar una vacuna contra el coronavirus al lanzar la Sputnik V en agosto del 2020. Esta inmunización ya es utilizada por decenas de países y se han publicado varios estudios científicos sobre este desarrollo en la prestigiosa revista The Lancet, por citar un ejemplo. Sin embargo, hasta ahora no ha sido homologada ni por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni por las autoridades regulatorias de la Unión Europea. Un situación que provocó inconvenientes en millones de personas que se ven imposibilitados de ingresar a destinos que exigen una pauta completa de vacunación con una fórmula avalada, al menos, por Ginebra.
En el marco de un contexto de gran desconfianza, Rusia viene teniendo dificultades para convencer a su propio pueblo de que se vacune con Sputnik V. “Los otros fabricantes de vacunas han logrado comprender lo que la OMS les pide para la certificación. Y solo los nuestros no lo entienden”, escribió en redes sociales el Fondo de la Lucha contra la Corrupción (FBK) del principal opositor ruso encarcelado Alexéi Navalny. Y continuó diciendo que los ciudadanos rusos no confían en esta vacuna porque la OMS aún no la homologó. De todos modos, hasta el momento no se ha registrado ninguna vacuna extranjera contra el COVID-19 en suelo soviético.
En diciembre de 2021, el Director Ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Kirill Dmitriev, adelantó que la fórmula rusa sería eficaz contra la variante Ómicron y que se encuentran en “buenas negociaciones” con la OMS. Hasta el momento, son 9 las vacunas autorizadas en todo el mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la espera de que la agencia sanitaria de Naciones Unidas la autorice se encuentra la vacuna Sputnik V, que ya se utiliza en más de 70 países en todo el mundo.
El Director Ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y uno de los encargados de financiar la plataforma científica, Kirill Dmitriev, en dialogo con Infobae sobre los alcances del desarrollo ruso frente a las nuevas variantes y sobre la inminente autorización por parte de la OMS, dijo: “Nuestro Ministerio de Salud está trabajando muy de cerca de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y no hay duda de la aprobación porque Sputnik V ya se ha registrado en más de 70 países alrededor del mundo y realmente ha demostrado resultados sobresalientes, no solo en Argentina, en eficacia y seguridad, sino también, por ejemplo, en Hungría, que mostró que es la mejor vacuna entre las vacunas que protegen contra la muerte por COVID-19″.
Putin ha asegurado que los estudios realizados demuestran que la vacuna rusa es “una de las más eficaces” y también “una de las más seguras”. Según indicó, unas 200 millones de personas en todo el mundo han recibido la Sputnik V. Sin embargo, aún no se ha fijado una fecha tentativa para la aprobación del suero soviético por parte de la OMS, paso esencial extender su aplicación en todo el mundo.
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