En marzo de 2020 se desató la emergencia de salud pública con los primeros casos de COVID-19 en la Argentina, y diferentes grupos de científicos se pusieron a trabajar soluciones específicas para enfrentar el momento.
Entre esos grupos, hubo uno integrado por cinco científicas que partieron de considerar que hay “una sola salud”: la salud de los animales importa tanto como la de los seres humanos. Los patógenos, como el coronavirus, pueden afectar a los animales y ser transmitidos a los humanos. O al revés, los humanos pueden transmitirle enfermedades a los animales.
Con ese enfoque, las cinco investigadoras que pertenecen al Conicet, el Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y a la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPaz) desarrollaron un test que sirve para detectar los anticuerpos contra el COVID-19 y se puede utilizar en múltiples especies. El test se llama “Serocovid-Federal”.
Se trata de un kit serológico de anticuerpos y ya obtuvo la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su producción y comercialización. Es un tipo de prueba que puede detectar los anticuerpos generados por el sistema inmune del organismo humano o animal después de haber adquirido la infección por el coronavirus.
Si bien desde el inicio de la pandemia grupos de investigadores desarrollaron otros tests para COVID-19, el kit de las cinco científicas es el primer producto médico que se licencia desde el Conicet para su producción y comercialización a un laboratorio público. Ya empezó a ser producido por Laboratorios Chaqueños S.A., que se encuentra en Resistencia. Es una empresa pública de la provincia de Chaco.
Para hacer el desarrollo del test, las investigadoras recibieron un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), que está bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También contaron con apoyo de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.
“Somos amigas desde hace más de 20 años y cuando empezó la pandemia nos pusimos a pensar en aportar una solución. Queríamos desde el principio que el resultado de nuestro trabajo pudiera ser transferido a una empresa pública”, contó a Infobae la científica Alejandra Capozzo, del Conicet y el INTA. Su amiga es Leticia Bentancor, investigadora independiente en biotecnología de la Universidad de José C. Paz (UNPAZ). También en el grupo que desarrolló el kit estuvieron Nancy Cardoso, Carla Rivero, y Cecilia Truco.
Capozzo siente que es bióloga desde que nació. Cuando era chica, se deslumbraba con la organización de las hormigas y armaba fichas con prospectos de medicamentos que había en la casa. Hasta que en la escuela secundaria le hablaron sobre los cromosomas de las células y empezó a leer sin parar libros de genética hasta en los recreos.
En tanto, Bentancor -la otra líder del desarrollo- jugaba también a hacer experimentos cuando era niña y eligió seguir la carrera de biotecnología de la Universidad Nacional de Quilmes. Un profesor del secundario le pasó un libro sobre ácidos nucleicos y quedó atrapada. “Me leí el libro entero. Me resultó tan interesante todo que decidí seguir hacer biotecnología y luego seguí en investigación en el sector público”, contó Bentancor a Infobae.
Para hacer el desarrollo del test se basaron en la técnica conocida como ELISA. Como antígeno, se usó una proteína que fue producida en laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “La proteína se utilizó como insumo para hacer el test. Colocamos la proteína en placas con diferentes pocillos. Lo que se hace es colocar las muestras de suero de la sangre de animales o de seres humanos en esas placas. Si el animal o la persona tuvo la infección por el coronavirus, el anticuerpo que se encuentra en el suero queda pegado a la placa. Después se hace un lavado y se revela a nivel colorimétrico”, explicó Bentancor.
Al analizar la reacción después del lavado se puede distinguir cuáles son las muestras que tienen anticuerpos que significan que el organismo ha estado expuesto al coronavirus. En definitiva, a partir de una muestra de sangre de una persona o de un animal, se pueden medir la presencia de cualquier tipo de anticuerpo reactivo a la proteína Espiga del coronavirus que causa la enfermedad COVID-19.
El test “Serocovid-Federal” tiene 97% de eficacia y diferentes aplicaciones. Se puede usar para hacer una vigilancia epidemiológica para hacer estudios de cobertura inmunológica en una determinada región. Permitiría investigar los niveles de anticuerpos inducidos por las vacunas o por haber tenido la infección. “Dependiendo del tamaño del laboratorio se podrían chequear hasta 550 muestras en dos horas”, precisó la doctora Capozzo.
Otra ventaja es que permite detectar anticuerpos que se generan alrededor de tres días después de producida la infección. “Se podría usar el mismo kit para el desarrollo pre-clínico de una vacuna que quiera evaluar en animales y luego se puede emplear con las fases clínicas con los voluntarios humanos. Es una herramienta súper práctica”, resaltó Capozzo.
Recientemente, la empresa Laboratorios Chaqueños presentó la primera tanda de los tests serológicos creados por las científicas. Son unos 600 kits que totalizan 115.200 determinaciones.
Consultado por Infobae, el científico del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín y cofundador de la empresa Chemtest, el doctor Diego Comerci, valoró positivamente el desarrollo del kit SeroCovid Federal. El científico participó en el desarrollo de otros tests que ya autorizados por ANMAT para COVID-19 y para otras enfermedades.
“Las científicas desarrollaron un test multiespecie, que permite detectar anticuerpos para COVID-19 en cualquier especie -señaló Comerci-. Es importante porque el coronavirus es un virus zoonótico. Puede migrar entre diferentes especies animales y seres humanos. Ahora que la ola de casos de COVID-19 por la variante Ómicron está en retroceso es importante evaluar posibles reservorios de la presencia del coronavirus en diferentes especies. Por lo tanto, el SeroCovid puede ser una herramienta para la vigilancia epidemiológica del coronavirus hoy”.
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