Muchos viajeros se quejan de tener que usar mascarilla durante todo un vuelo, pero hacerlo reduce la posibilidad de propagar el coronavirus, según confirmó un estudio publicado en la revista Indoor Air.
Expertos chinos simularon cómo las gotas de humedad se esparcían por la cabina de las aeronaves de dos vuelos de pasajeros utilizando dos ejemplos reales de exposición al virus en los aviones.
Uno fue un vuelo de casi 12 horas desde Londres Heathrow a Hanoi en marzo de 2020, donde la mayoría de los pasajeros no llevaban barbijos, y el otro fue un vuelo de cinco horas y media desde Singapur a Hangzhou en enero de 2020 donde sí se usaron.
Los investigadores probaron hasta dónde se podían propagar las gotitas al toser, hablar y respirar. Luego usaron un modelo de computadora y predijeron quién se infectó con más del 80 por ciento de precisión general en comparación con el vuelo del mundo real.
El equipo, de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, calculó que si todos los pasajeros hubieran usado mascarillas quirúrgicas en el vuelo de Londres a Hanoi, la cantidad de personas infectadas con COVID-19 se habría reducido de doce a solo una.
Sin embargo, en el vuelo de Singapur a Hangzhou, una investigación encontró que un pasajero, que luego contrajo el virus, se aflojó la máscara para tener una conversación, algo que, según los autores del nuevo estudio, habría “contribuido en gran medida” a su infección.
Aunque los mandatos del uso de mascarillas en el mundo han ido y venido, siguen siendo obligatorios durante la duración de los vuelos desde que se reanudaron los viajes aéreos. Sin embargo, algunos han cuestionado su eficacia ya que los pasajeros están muy juntos y los sacan para comer y beber mientras están a bordo.
Pero la autora del estudio, la profesora Dayi Lai, dijo que las últimas investigaciones confirmaron que los barbijos marcan una “diferencia significativa”. “Estamos muy contentos de ver que nuestro modelo validado por datos experimentales puede lograr una precisión tan alta en la predicción de la transmisión de COVID-19 en las cabinas de los aviones. Además, es importante saber que el uso de máscaras tiene un impacto significativo en la reducción de la transmisión”, aseveró.
Los investigadores crearon un modelo de computadora que simulaba la distancia que viajarían en el avión las gotas producidas por los pasajeros que respiran, tosen y hablan. Utilizaron datos de la investigación del virus de la influenza para determinar cuán “infecciosas” eran cada una de estas gotas debido a la falta de “datos detallados” sobre la carga viral de las gotas emitidas por pacientes con COVID-19.
Después de ejecutar su modelo de computadora, compararon sus hallazgos con una investigación sobre el vuelo de Londres Heathrow a Hanoi que descubrió que un pasajero había transmitido COVID-19 a otros doce. El modelo logró predecir once de doce personas infectadas y cinco de siete de los pasajeros cercanos que no se contagiaron. Esto le dio una precisión general del 84,2 por ciento.
En el vuelo de Singapur a Hangzhou, el equipo probó el impacto del uso de máscaras y la reducción de las conversaciones entre los pasajeros sobre la propagación de gotas y descubrió que ambos reducían considerablemente la exposición potencial.
La simulación del equipo encontró que solo un pasajero, un hombre, había sido infectado por coronavirus en el vuelo. Además, que la tos y la respiración por sí solas no habrían resultado en suficientes gotas para infectar al hombre y, por lo tanto, era probable que la conversación entre los pasajeros infectados cercanos lo llevara a contraer SARS-CoV-2.
También dijeron que según los detalles de la investigación el hombre se aflojó la mascarilla para tener una conversación con su esposa e hijo, algo que aumentó mucho sus posibilidades de contagio. Por eso, reducir todas las conversaciones de pasajero a pasajero sería una forma efectiva de reducir el riesgo de exposición, sentenció el equipo.
El equipo de investigación atribuyó la baja tasa de infección general durante Singapur al uso de máscaras de vuelo en Hangzhou y agregó que su modelo también mostró que si el pasajero infectado en el vuelo de Londres a Hanoi hubiera usado una máscara, solo dos personas se habrían infectado debido a que la máscara atrapó la mayoría de sus gotas. Si todos los pasajeros hubieran usado máscaras, solo una persona se habría infectado, concluyeron los expertos.
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