Desde el comienzo de la pandemia por COVID-19, los expertos en virología aseguran que el destino ineludible del SARS-CoV-2 es terminar convirtiéndose en un virus endémico de los tantos que circulan entre los seres humanos.
La pregunta del millón es cuándo ocurrirá eso. Y mientras algunos ven en el avance sin freno de la variante Ómicron una señal de que el virus se está volviendo más débil, para otros es prematuro aún hablar del fin de la pandemia.
En este contexto, la semana pasada, el presidente del gobierno español Pedro Sánchez había afirmado en una rueda de prensa que el Ejecutivo de ese país lleva semanas trabajando en un plan para tratar al COVID-19 como una “enfermedad endémica”, y similar a la gripe, dada la baja mortalidad actual, situada en un 1% frente a las tasas del 13% registradas al inicio de la pandemia.
La divulgadora científica española Deborah García Bello, autora del reconocido blog Dimetilsulfuro, repudió este posicionamiento de Sánchez -similar al de Boris Johnson en el Reino Unido- y explicó que el COVID-19 “no es ni endémico ni estacional, así que de momento no es comparable a la gripe”.
“El COVID-19 es una pandemia. La incidencia está disparada, lo que está tensionando los sistemas de salud. Con este panorama hablar de ‘gripalizar’ al COVID-19 es una frivolidad, es una forma de banalizar la pandemia y de banalizar la gripe. Es algo que responde más a un deseo que a la evidencia científica”, aseveró García en un artículo publicado por la cadena de televisión La Sexta, donde remarcó varias ideas para explicar la actual realidad del coronavirus en el mundo: advirtió que “no se sabe si la pandemia terminará con la variante Ómicron”, que considerar endémica a una enfermedad no significa que sea menos letal o virulenta que una enfermedad pandémica, que la gripe no es una enfermedad menor y mata a miles de personas cada año, que “no es buena idea propiciar que todos se contagien” y que el COVID-19 no dejará de ser una pandemia hasta que no haya una vacunación global.
¿Qué significa que una enfermedad sea endémica? Según define la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, una enfermedad es “endémica” cuando “siempre se presenta en una población dentro de un área geográfica”. Por ejemplo, dice que la malaria es una enfermedad endémica en partes del sur de África, del desierto del Sáhara. La Real Academia Española, en tanto, señala que se trata de una “enfermedad que reina habitualmente, o en épocas fijas, en un país o comarca”.
“Con una incidencia tan alta el virus tiene más oportunidades de mutar, así que no se puede descartar que en el futuro puedan surgir nuevas variantes capaces de eludir la inmunidad, ya sea proporcionada por vacunas o por infecciones previas con otras variantes. Para estudiar esto se está comparando la evolución de este coronavirus con otros que sí son endémicos y estacionales, los que producen resfriados comunes”, agrega García Bello.
La autora, una de las divulgadoras científicas más renombradas de España, aclara: “Además, las personas infectadas pueden propagar el virus a todos los que les rodean, sin distinción, incluyendo a los más vulnerables, como personas con sistemas inmunitarios comprometidos que no responden igual a las vacunas. Así que, participar en la fiesta de contagios no es una decisión responsable, ya que afecta a la salud y a la libertad de otras personas que no han tomado la misma decisión y es posible que tengan un nivel de riesgo más alto que los que se han prestado a ello. Hay más razones por las que la barra libre de contagios es una mala idea. Una muy importante es colapsar el sistema sanitario. Un contagio masivo por COVID-19 disparará el gasto sanitario, precipitará la escasez de tratamientos y dejará sin asistencia a miles de personas, tanto infectados por coronavirus como quienes sufren otras enfermedades, retrasando diagnósticos, operaciones, tratamientos… Además, si coincide en el tiempo con la epidemia estacional de gripe, esto provocará una crisis sanitaria épica”.
Además, explica que “gripalizar” el COVID-19 provocaría que se dejaran de contabilizar los casos tal como ocurre ahora en España y otras partes del mundo. “Implicaría no llevar una cuenta de los casos ni controlar los contagios. Solo se contabilizarían los casos graves que necesitan de ingreso hospitalario y, por supuesto, las defunciones causadas por el virus. Es decir, tratar a la COVID-19 como si ya fuese una enfermedad endémica y estacional. Esto podría aliviar la avalancha informativa, pero no aliviará la avalancha de casos que de verdad están sucediendo en la actualidad”.
“De momento el aislamiento de las personas infecciosas sigue siendo necesario para evitar la propagación del virus y para proteger a los más vulnerables, y para eso es necesario hacer un seguimiento caso a caso. Es algo que las autoridades sanitarias abogan por mantener”, manifestó García Bello.
Ante las disyuntivas que presenta la actual pandemia, el coordinador del Servicio de Epidemiología Molecular de FISABIO, el investigador Fernando González-Candelas, catedrático de Genética de la Universidad de Valencia y especialista en genética de poblaciones y evolución de microorganismos, quien resalta que el término endémico “es lo mismo que pandémico pero restringido a una población concreta”.
En una entrevista con Infosalus, el experto señaló que “al decir que el virus es pandémico es porque es endémico en casi todo el mundo, y a esto se le llama pandemia”. Según él, en estos momentos el virus es endémico en casi todos los países del mundo porque en prácticamente todos los países del mundo hay circulación del SARS-CoV-2.
Eso sí, González-Candelas precisó que en muchas ocasiones se interpreta que un virus es endémico diciendo que “es un virus que ya está aquí” y es como el de la gripe o el del resfriado común o cualquier otro que tenemos habitualmente infectando en nuestra población: “En este sentido es endémico porque no nos hemos librado de él y se transmite casi con libertad”.
Además, advirtió sobre un posible cambio de estrategia en el tratamiento de la enfermedad puesto que, según insiste este especialista, no sé sabe cómo se va a comportar el virus en el futuro. “No podemos decir que no vaya a cambiar más veces y no sabemos en qué sentido, si aumentando la transmisión o bien la gravedad de las infecciones o cómo”, consideró.
Por eso, este experto en genética de poblaciones y evolución de microorganismos reitera en que hay que tener “mucho cuidado” con el empleo que se haga del término “endémico” porque “se malinterpreta mucho”. El investigador de FISABIO cree además que, tal y como está la situación sanitaria en la actualidad, parece que habrá coronavirus “para mucho tiempo, una opinión que aplica estrictamente la definición de endémico”.
Por su parte, en otra entrevista con Infosalus, la doctora Esther Calvo, profesora del Grado en Medicina de UIC Barcelona, y responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y directora del ámbito de asistencia médica del Hospital Universitario Mútua de Terrassa considera que es “prematura” la afirmación del presidente del Gobierno español sobre que el COVID sea una enfermedad endémica, tal y como lo es la gripe.
“El concepto de pandemia implica que se da en todo el mundo una enfermedad y con una intensidad desaforada. Una enfermedad endémica mundial es la gripe, pero la intensidad, el número de afectados es otro nivel. La diferencia entre pandemia y endemia es la intensidad o número de afectados, y todavía estamos en niveles muy altos de afectados”, sostuvo.
Recuerda que la mayor parte de los virus respiratorios tienen una estacionalidad anual, como el virus respiratorio sincitial o VRS cuyo mayor número de casos se concentra entre los meses de noviembre y de diciembre (a veces hasta febrero); con la gripe entre diciembre y marzo; y con otros coronavirus entre medio.
“Hay una estacionalidad y luego una intensidad en el número de infectados. Hablar de endemia o epidemia o pandemia depende de la cantidad de pacientes que sufren la enfermedad -agregó la experta en Enfermedades Infecciosas-. La cantidad de infectados por COVID-19 es 10 veces superior a lo que se ve en los peores inviernos de gripe, lo que no hay acordeón sanitario para poder encajar este esfuerzo de atención a estos pacientes”.
Por eso, reiteró que la afirmación de Pedro Sánchez es “prematura”, y no podrá ser considerada una enfermedad endémica la infección por SARS-CoV-2 hasta que no sea una epidemia anual: “De momento vemos olas de una gran intensidad, que se producen cada dos o tres meses, y que esta no es simplemente una patología leve en la comunidad que se podría tratar de forma ambulatoria, si no que es colapso del sistema hospitalario”.
Según cita, en estos momentos el 20% de las camas de hospitalización en la mayor parte de hospitales catalanes están dedicadas a pacientes COVID. “Esto es una ola pandémica de calibre muy grande, aunque el 98% forma de la población tendrá una forma de enfermedad leve, banal, sin requerir hospitalización, pero el 1% de la población general es mucho en números absolutos”, sostuvo la doctora Calvo.
La profesora de UIC incide en que habrá que esperar a ver si después de esta ola surgen nuevas variantes del virus, cómo serán estas si aparecen, o cómo se comportará el SARS-CoV-2, en definitiva, en los próximos meses, que ya ha dado al mundo más de una sorpresa.
“La gripe es una enfermedad anual, que en el peor de los momentos tiene tasas de 400 por 100.000 habitantes, y en el COVID-19 estamos en 3.000 infectados por cada 100.000 habitantes; es decir, es 10 veces superior en cuanto a número de infectados. Pero, es verdad que en estos momentos la COVID tiene una mortalidad muy inferior a la gripe, y una tasa de hospitalización inferior, pero en números absolutos son muchísimos más pacientes de los que habitualmente llegan a los hospitales con gripe. Con lo que una estrategia de gripalización sí, pero en el futuro, ahora es prematuro”, sentenció la especialista de Mútua Terrassa.
Para la OMS, “aún no es momento” de declarar el fin de la pandemia
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se posicionaron contra esta propuesta, no sólo de España sino también de otros países europeos, argumentando que, por el momento, “no se cumplen las condiciones para ello”.
“La endemia asume cierta estabilidad de circulación del virus a unos niveles predecibles y unas olas de transmisión epidémica conocidas y predecibles, pero, lo que vemos en este momento, entrando en 2022, no se acerca en absoluto a eso”, resaltó una portavoz del citado organismo internacional, al tiempo que recordó que “sigue habiendo una gran cantidad de incertidumbre”.
Además, en unas recientes declaraciones a Europa Press, el vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), el doctor Óscar Zurriaga censuró que se esté hablando del coronavirus SARS-CoV-2 como una endemia en este momento y como una enfermedad de tratamiento similar a la gripe.
“Es lo que todos quisiéramos. Pero en estos momentos el COVID-19 no es como el resto de enfermedades. Si se pretende decir que es como la gripe y ya está no es así. Es una pandemia y deberíamos seguir trabajando con esa vista. No estamos viendo lo mismo que en una temporada gripal estándar o incluso de las malas. No estamos viendo lo mismo no solo en casos sino también en términos de gravedad. En una temporada gripal mala podemos tener 1.500 fallecidos directos. En la COVID-19 no estamos viendo esos números, no estamos en esa situación todavía”, afirmó recientemente.
Y tras considerar que “se está hablando de endemia para no preocuparse de nada”, el especialista sentenció: “Es como si dijéramos que no nos preocupamos de la tuberculosis porque es endémica. Que sea endémica no significa que deje de ser un problema”.
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