Una investigación realizada por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón detectó que las personas que contraen la variante Ómicron del COVID-19 eliminan el virus durante más tiempo después de que surgen los síntomas, respecto de mutaciones anteriores. Esto pone en cuestión la reducción del período de aislamiento para las personas que dan positivo, como ha ocurrido en numerosos países.
Los datos preliminares del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, que lleva a cabo la vigilancia de enfermedades en Japón, sugieren que la cantidad de ARN viral es más alta de tres a seis días después del diagnóstico o la aparición de los síntomas.
El período de aislamiento para las personas que dieron positivo por COVID-19 se redujo recientemente de 10 días a siete en Inglaterra si dos pruebas de flujo lateral arrojaban resultados negativos en los días seis y siete. A la vez se produjeron medidas similares en el aislamiento en Escocia, Gales e Irlanda del Norte. En el caso de Argentina la última recomendación del Ministerio de Salud de la Nación es que si una persona tiene diagnóstico de COVID-19 y había accedido al esquema inicial de vacunación completo (con menos de cinco meses de haber completado el esquema inicial o aplicada la dosis de refuerzo), solo debe aislarse durante 7 días desde la fecha de inicio de síntomas (o desde la fecha de diagnóstico si es asintomático.
El COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, continúa causando una morbilidad y mortalidad significativas en todo el mundo. Desde la primera detección de una nueva variante Ómicron en Sudáfrica en noviembre pasado se ha ido extendiendo rápidamente por todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud clasificó la mutación, identificada por la ciencia como B.1.1.529, como Variante de Preocupación (VOC) debido a posibles cambios en las características virales. La variante de Ómicron contiene una mayor cantidad de mutaciones en su proteína espiga, lo que genera cambios sustanciales en su infectividad, transmisibilidad y/o capacidad de evasión inmunitaria y genera un grave problema de salud pública a nivel mundial.
En función de los datos de Japón, uno de los defensores de acortar el aislamiento, Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad de East Anglia, admitió que los últimos datos japoneses “enturbian las aguas”, según publicó la revista médica británica BMJ.
En el Reino Unido las ausencias del personal debido al aislamiento han causado una grave escasez de mano de obra para los servicios críticos, incluidos el Servicio Nacional de Saluid (NHS, por sus siglas en inglés), las escuelas y el transporte, lo que ha llevado a ese país a seguir los pasos de EE.UU. y reducir el período de aislamiento a cinco días.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, afirmó ayer que se levantarán la mayoría de las restricciones por el coronavirus en Inglaterra a partir de la próxima semana, incluidas el uso de mascarillas en el transporte público y en las tiendas, las directivas para trabajar desde casa y los certificados de vacunación. El primer ministro dijo que los cambios entrarían en vigor a partir del 26 de enero. “A medida que el COVID se vuelve endémico, tendremos que sustituir los requisitos legales por consejos y orientaciones que insten a las personas con el virus a tener cuidado y consideración con los demás”, afirmó Johnson.
En el caso de Argentina, el Ministerio de Salud en el actual contexto epidemiológico y resolvió que “los trabajadores y trabajadoras que tengan diagnóstico de COVID-19 que no hayan requerido internación, podrán reincorporarse a sus actividades sin necesidad de presentar resultado de test negativo ni certificado de alta”, en las siguientes circunstancias: Casos confirmados sin vacunación o con esquema incompleto a los 10 días de la fecha de inicio de síntomas o, para personas asintomáticas, desde la fecha del diagnóstico. En los casos confirmados con esquema de vacunación completo (con menos de 5 meses de completado el esquema o aplicada la dosis de refuerzo) a los 7 días desde la fecha de inicio de síntomas. Esto permitirá paliar en parte el ausentismo provocado por la gran cantidad de contagios.
“Todavía estoy trabajando en la evidencia a favor y en contra dado que el estudio japonés ahora ha cambiado el equilibrio”, dijo, por su parte, Hunter.
Según publicó BMJ, estudios previos sugieren que el período de transmisión máxima para las personas con otras variantes fue entre dos días antes de que aparecieran los síntomas y tres días después, y la eliminación del virus alcanzó su punto máximo antes de la aparición de los síntomas. El estudio japonés sugiere que con Ómicron, el pico de eliminación del virus puede ser dos o tres días después, dijo Hunter.
En Japón, las personas infectadas con SARS-CoV-2 ingresan en el hospital en virtud de la Ley de Control de Enfermedades Infecciosas o la Ley de Cuarentena y son dadas de alta solo después de dos pruebas negativas consecutivas mediante métodos de amplificación de ácido nucleico o cuantificación de antígenos. Las preocupaciones de que estos criterios de alta puedan conducir a estadías prolongadas en el hospital llevaron al Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas a examinar la duración de la diseminación del virus para determinar el período de infecciosidad potencial para los pacientes con Ómicron.
La cuantificación del ARN del SARS-CoV-2 en 83 muestras respiratorias de 21 casos mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa cuantitativa y las pruebas de aislamiento del virus revelaron que la cantidad de ARN viral era más alta de tres a seis días después del diagnóstico o la aparición de los síntomas, y luego disminuía gradualmente. Se observó una tendencia similar para virus positivos detectados en muestras respiratorias, sin virus infeccioso detectado en muestras después de 10 días desde el diagnóstico o el inicio de los síntomas.
Según el análisis de los científicos japoneses publicado en la web del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas “la cantidad de ARN viral fue máxima entre 3 y 6 días después del diagnóstico o entre 3 y 6 días después del inicio de los síntomas, y luego disminuyó gradualmente con el tiempo, con una marcada disminución después de 10 días desde el diagnóstico o el inicio de los síntomas. Los resultados positivos del aislamiento del virus mostraron una tendencia similar a la cantidad de ARN viral, y no se detectó ningún virus infeccioso en las muestras respiratorias después de 10 días desde el diagnóstico o la aparición de los síntomas.
Un factor a favor de acortar el período de aislamiento es que, de todos modos, “faltan” las pruebas en aproximadamente dos tercios de las infecciones, dijo Hunter. Anteriormente, poco menos de la mitad de los casos de covid-19 se detectaban mediante pruebas, pero desde que surgió Omicron, esta cifra se redujo a menos de un tercio, dijo.
Hunter agregó que debido a que muchas personas han estado expuestas a Ómicron y está circulando ampliamente, el aislamiento se vuelve menos efectivo como herramienta. “Tendrá algún valor para las personas en entornos de atención médica que atienden a personas realmente enfermas, pero estamos llegando al punto, probablemente pronto, si es que aún no hemos llegado, donde el valor (del aislamiento) será menor”, dijo.
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