La esclerosis múltiple, una enfermedad progresiva para la que todavía no hay una cura definitiva, “está probablemente” causada por la infección con el virus de Epstein-Barr, que provoca la mononucleosis, según un gran investigación de dos décadas, cuyos resultados fueron publicados en la revista Science.
La investigación liderada por la Universidad de Harvard, siguió a más de 10 millones de reclutas militares en los Estados Unidos e identificó a 955 que fueron diagnosticados con esclerosis múltiple durante su periodo de servicio.
La hipótesis de que el virus de Epstein-Barr (VEB) cause la esclerosis múltiple ha sido analizada por diversos grupos científicos durante varios años, pero “este es el primer estudio que aporta pruebas convincentes de causalidad”, según el autor principal de la investigación, Alberto Ascherio, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Los investigadores de la Universidad de Harvard compararon las muestras de 801 reclutas con las de 1.566 militares que nunca desarrollaron esclerosis múltiple para probar su hipótesis. Así encontraron que la infección por el virus de Epstein-Barr dispara el riesgo de desarrollar la patología autoinmune.
El científico consideró que se trata “de un gran paso, porque sugiere que la mayoría” de los casos de esclerosis múltiple (EM) “podrían prevenirse al detener la infección” por el virus que causa la mononucleosis, conocida como la enfermedad del beso, y que tener el virus de Epstein-Barr como objetivo “podría conducir al descubrimiento de una cura para la EM”.
La esclerosis múltiple, que afecta a 2,8 millones de personas en el mundo, es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central que ataca las vainas de mielina que protegen las neuronas del cerebro y la médula espinal. Suele presentarse en forma repentina entre los 20 y los 40 años de edad, En la Argentina, la enfermedad afecta a unas 17 mil personas.
Aunque no se conoce su causa, uno de los principales sospechosos es el virus de Epstein-Barr, un virus herpes que puede causar mononucleosis infecciosa y que establece una infección latente y de por vida en el huésped.
Establecer una relación causal entre el virus y la enfermedad “ha sido difícil”, porque el virus de Epstein-Barr infecta aproximadamente al 95 % de los adultos, mientas que la esclerosis múltiple es relativamente rara y la aparición de los síntomas comienza unos diez años después de la infección por el virus de Epstein-Barr, indica la Escuela de Salud Pública T.H. Chan en un comunicado.
Para determinar la conexión entre ambas, los investigadores analizaron muestras de suero tomadas cada dos años a los militares. De esta manera determinaron el estado del virus de Epstein-Bar de los soldados en el momento de la primera muestra y la relación entre la infección por este y aparición de la esclerosis múltiple durante el periodo de servicio activo.
El equipo descubrió que “el riesgo de padecer esclerosis múltiple se multiplicó por 32 tras la infección por el virus de Epstein-Barr, pero no cambió tras la infección por otros virus”.
Los niveles séricos de la cadena ligera de neurofilamentos, un biomarcador de la degeneración nerviosa típica de la esclerosis múltiple, solo aumentaron tras la infección por el virus de Epstein-Barr.
Estos resultados, según el equipo de investigadores, “no pueden explicarse por ningún factor de riesgo conocido de la esclerosis múltiple y sugieren que el virus de Epstein-Barr es la principal causa” de esa enfermedad.
Ascherio explicó que el retraso entre la infección por el virus de Epstein-Barr y la aparición de la esclerosis múltiple “puede deberse, en parte, a que los síntomas de la enfermedad no se detectan durante las primeras fases y, en parte, a la relación evolutiva entre el virus de Epstein-Barr y el sistema inmunitario del huésped, que se estimula repetidamente cada vez que el virus latente se reactiva”.
En la actualidad no hay forma de prevenir o tratar eficazmente la infección por el virus de Epstein-Barr, pero una vacuna contra este o atacarlo con fármacos antivirales específicos “podría, en última instancia, prevenir o curar la esclerosis múltiple”, agregó el experto.
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