Destacados científicos británicos y estadounidenses creían probable que el coronavirus se filtrara accidentalmente desde el laboratorio de Wuhan, pero les preocupaba que un debate más grande perjudicara a la ciencia en China, según muestran correos electrónicos a los que tuvo acceso el medio británico The Telegraph.
Un email de Jeremy Farrar, director de la organización benéfica de investigación biomédica Wellcome Trust, del 2 de febrero de 2020, decía que “una explicación probable” era que el coronavirus había evolucionado rápidamente a partir de un virus similar al SARS dentro de un tejido humano en un laboratorio de baja seguridad.
El correo electrónico, dirigido a Anthony Fauci y Francis Collins de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, continuaba diciendo que dicha evolución podría haber “creado accidentalmente un virus preparado para la transmisión rápida entre humanos”, según The Telegraph.
Pero un destacado científico le dijo a Farrar que “seguir debatiendo haría un daño innecesario a la ciencia en general y a la ciencia en China en particular”. El Dr. Collins, antiguo director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, advirtió que podría dañar la “armonía internacional”.
El científico británico Matt Ridley, coautor de “Viral: la búsqueda del origen de Covid”, afirmó: “Estos correos electrónicos muestran una lamentable falta de apertura y transparencia entre los científicos occidentales, que parecen haber estado más interesados en cerrar una hipótesis que consideraban muy plausible, por razones políticas”, de acuerdo a The Telegraph.
En los correos electrónicos, Farrar decía que otros científicos también creían que el virus no podía haber evolucionado de forma natural. Uno de ellos era el profesor Mike Farzan, de Scripps Research, el experto que descubrió cómo se une el virus SARS original a las células humanas.
Los científicos estaban preocupados por una parte del coronavirus llamada sitio de escisión de la furina, una sección de la proteína de la espiga que lo ayuda a entrar en las células y lo convierte en muy infeccioso para los humanos.
Resumiendo las preocupaciones del profesor Farzan en un correo electrónico, Farrar dijo: “Le molesta el sitio de la furina y le cuesta (explicar) que sea un evento fuera del laboratorio, aunque hay formas posibles en la naturaleza, pero muy poco probables”.
“Creo que esto se convierte en una cuestión de cómo se junta todo esto, si se cree en esta serie de coincidencias, lo que se sabe del laboratorio en Wuhan, ¿cuánto podría estar en la naturaleza - liberación accidental o evento natural? Estoy 70:30 o 60:40 (se refiere a porcentajes de probabilidad)″, se preguntó, según The Telegraph.
Correos electrónicos posteriores mostraron que el 4 de febrero, Farrar había modificado su estimación de una fuga en el laboratorio a 50:50, mientras que el profesor Eddie Holmes, de la Universidad de Sydney, calculó un 60:40 a favor de una liberación accidental.
Los emails también muestran que Bob Garry, de la Universidad de Texas, no estaba convencido de que el coronavirus surgiera de forma natural.
El profesor Andrew Rambaut, de la Universidad de Edimburgo, también dijo que el lugar de escisión de la furina le parecía “inusual”.
“Creo que las únicas personas con suficiente información o acceso a muestras para abordarlo serían los equipos que trabajan en Wuhan”, añadió.
Los mensajes muestran que para el 2 de febrero de 2020 los científicos ya estaban tratando de cerrar el debate sobre la teoría de la fuga en el laboratorio.
“Seguir debatiendo sobre estas acusaciones distraería innecesariamente a los mejores investigadores de sus tareas activas y haría un daño innecesario a la ciencia en general y a la ciencia en China en particular”, decía un correo del Dr. Ron Fouchier a Farrall.
El Dr. Collins respondió: “Comparto su opinión de que es necesario convocar rápidamente a los expertos en un marco que inspire confianza o las voces de la conspiración dominarán rápidamente, haciendo un gran daño potencial a la ciencia y a la armonía internacional”.
Según The Telegraph, James Comer, el congresista republicano que consiguió los correos electrónicos, dijo que mostraban que expertos como el Dr. Fauci se habían tomado la teoría de la filtración del laboratorio de Wuhan “mucho más en serio” de lo que habían dejado entrever.
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