Las personas que tienen sobrepeso u obesidad tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una enfermedad mucho más grave e incluso la muerte por coronavirus y un nuevo estudio sugiere que perder peso puede reducir ese riesgo.
Desde hace años, la epidemia de obesidad ha sido una amenaza para la salud de los estadounidenses. Es la segunda causa de muerte evitable en el país, después de fumar. Con Covid-19, se vuelve aún más peligroso.
El peligro de desarrollar cuadros graves se incrementa con cada aumento en el índice de masa corporal (IMC), coinciden los científicos. El IMC permite calcular el peso ideal para cada persona y nos ayuda a detectar si nos encontramos dentro de los valores saludables o no. Es un índice que pretende determinar, a partir de la estatura y la masa de una persona, si su peso se encuentra en un intervalo saludable.
Una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, señaló que aquellos con el riesgo más bajo de desarrollar cuadros graves, tenían un IMC cerca del umbral entre el peso saludable y el sobrepeso en la mayoría de los casos. Por supuesto, el riesgo aumentaba con un IMC más alto. Otro estudio que analizó los registros de más de 6,9 millones de pacientes en el Reino Unido encontró una relación similar entre el aumento de IMC y la admisión en unidades de cuidados intensivos.
Estudios científicos alertaron que el 30% de las hospitalizaciones por COVID-19 fueron en personas con obesidad. Además otra investigación, demostró que las personas con sobrepeso tienen un 46% más de riesgo de contraer coronavirus y también tienen mayor riesgo de desarrollar cuadros graves de COVID-19, con 113% más de posibilidades de ser hospitalizados, 74% más de riesgo de ser internados en unidades de Terapia Intensiva.
Pero lo más preocupante es que en los pacientes con obesidad se registrar 48% más riesgo de muerte que en las personas sanas.
¿La pérdida de peso reduce el riesgo de Covid-19?
La pérdida de peso sustancial, a través de una cirugía bariátrica o por un plan intenso de adelgazamiento, puede reducir el riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19, encontraron investigadores de la Clínica Cleveland, de los Estados Unidos en un estudio publicado la semana pasada en la revista JAMA Surgery revisada por pares.
Entre los resultados más destacados, los investigadores observaron que el descenso pronunciado de peso genera 60% menos de probabilidades de desarrollar complicaciones graves.
Si bien desde el inicio de la pandemia, las personas que padecen obesidad fueron incluidas en los grupos de riesgo frente al SARS-CoV-2, por la probabilidad de desarrollar síntomas graves de COVID-19 debido a una función respiratoria deteriorada y problemas cardíacos asociados con la afección, no se había probado previamente que la pérdida de peso quirúrgica podría disminuir los riesgos.
Para determinar si la pérdida de peso quirúrgica previa podría reducir el riesgo de complicaciones de COVID-19, los investigadores estudiaron a 20,212 adultos con obesidad, de los cuales 5,053 tenían un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más (obesidad severa a mórbida) y tenían se sometieron a cirugía bariátrica en el Cleveland Clinic Health System antes de la irrupción mundial de SARS-CoV-2.
Los investigadores encontraron que la tasa de contraer SARS-CoV-2 era comparable, con un 9,1% de los pacientes que habían recibido cirugía bariátrica antes del brote contrayendo el virus y un 8,7% de los que no habían recibido cirugía contrayendo el virus.
Sin embargo, el grupo que se había sometido a una cirugía de pérdida de peso tenía un 49% menos de probabilidades de ser hospitalizado debido a COVID-19, un 63% menos de probabilidades de requerir oxígeno suplementario y un 60% menos de probabilidades de desarrollar complicaciones graves de la enfermedad en comparación con los pacientes que no se había sometido a una cirugía de pérdida de peso.
Los resultados del estudio indicaron que “la pérdida de peso sustancial lograda con la cirugía bariátrica se asoció con mejores resultados frente a la infección por COVID-19, lo que sugiere que la obesidad puede ser un factor de riesgo modificable para la gravedad de la infección por COVID-19″.
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