El museo de Historia Natural de Reino Unido hizo un recuento de las nuevas especies descubiertas en 2021 y la cantidad es inmensa

El 2021 fue un año prolífico para la clasificación de nuevas especies, sólo en el Museo de Historia Natural de Londres se describieron un total de 552 en los pasados 12 meses.

Entre las especies clasificadas, destacan seis nuevas especies de dinosaurios, escarabajos, docenas de crustáceos que influyen de manera clave en el ciclo de carbono del planeta y cientos de otras especies que los investigadores del museo han añadido en el árbol de la vida de la Tierra.

El resultado es impresionante, sobre todo si se tiene en cuenta que este 2021 todavía estuvo enmarcado en medio de la pandemia del Covid-19 que al parecer no pudo detener los avances científicos, aunque ciertamente han entorpecido las salidas de campo y exploraciones.

A las 552 nuevas especies se suma el estudio de un meteorito que cayó cerca de la ciudad inglesa de Winchcombe en febrero de este año y que también fue clasificado.

Un puñado de dinosaurios nuevos

La nueva especie más grande y, con mucho, más temible que se ha descrito este año, es un par de dinosaurios carnívoros gigantes conocidos como espinosaurios, los cuales son más grandes que los tiranosaurios.

Ellos fueron descubiertos en la Isla de Wight por el estudiante de doctorado Jeremy Lockwood, los depredadores han sido llamados ‘cazadores de ribera’ y ‘garza infernal’ por el entorno pantanoso en el que habrían vivido y cazado.

Los espinosaurios eran solo dos de los seis nuevos dinosaurios descritos por los científicos del Museo, cuatro de los cuales eran del Reino Unido.

Estos han incluido el verdaderamente extraño Spicomellus afer, el primer anquilosaurio y el primero en ser encontrado en África, Rhomaleopakhus turpanensis, un grueso saurópodo de China, Brighstoneus simmondsi, un nuevo iguanodoncia con un hocico inusual también de la Isla de Wight y Pendraig milnerae, el primer dinosaurio carnívoro del Reino Unido.

“Ha sido un año fantástico para la descripción de nuevos dinosaurios, especialmente del Reino Unido”, dice la Dra. Susannah Maidment, investigadora y curadora de dinosaurios en el Museo que ayudó a describir algunos de estos nuevos hallazgos.

“Estos especímenes son parte de un vasto rompecabezas paleobiológico que nos permite comprender los entornos del pasado y cómo cambiaron con el tiempo”, agrega.

Además de estos descubrimientos, ha habido varios otros hallazgos fósiles. Estos han incluido briozoos fósiles (o animales de musgo), algas, braquiópodos y arácnidos atrapados en ámbar, pero también un pariente de cocodrilo antiguo y dos mamíferos antiguos.

El primero de ellos, Megalomys camerhogne, perteneció a un grupo de roedores que alguna vez vivieron esparcidos por el Caribe, mientras que el otro, Borealestes cullinensis, es un ‘ratón jurásico’ de Escocia que se habría escabullido alrededor de los pies de los dinosaurios hace 166 millones de años.

Crustáceos e insectos

La gran mayoría de las nuevas especies descritas son crustáceos, que en particular pertenecen a un grupo llamado “copépodos”, unas pequeñas criaturas similares a los camarones que habitan en cualquier agua, desde altos lagos en la montaña hasta los sitios más profundos y recónditos del océano.

A pesar de su apariencia pequeña y sencilla, son fundamentales para la ecología y el ciclo del carbono del planeta. Al formar el componente principal del zooplancton, son alimento vital para peces, krill y otros animales.

Su increíble abundancia significa que los copépodos son uno de los mayores sumideros de carbono de los océanos. En consonancia con esta importancia para los ecosistemas marinos, los científicos del Museo han descrito la increíble cantidad de 291 especies de copépodos este año.

Junto con su colega en Corea del Sur, el profesor Geoff Boxshall ha pasado el último año trabajando en una inmensa colección creada durante un período de seis décadas por los investigadores franceses Claude y Françoise Monniot quienes, al estudiar las ascidias marinas, salvaron todos los copépodos que encontraron y los conservó.

“Los copépodos no solo son de vida libre, sino que muchos son parásitos y se pueden encontrar viviendo en prácticamente todos los demás grupos animales importantes”, explica Geoff. “He centrado mi investigación en estos copépodos parásitos de peces y huéspedes invertebrados marinos”.

Además del extraordinario trabajo de Geoff y su colega, los científicos del Museo también han descrito 52 especies de avispas, siete cangrejos, seis moscas, cinco anfípodos y 13 polillas, incluida una especie con la lengua más larga del mundo que se predijo que existía por Darwin y Wallace.

Una vez más, también hubo una impresionante cantidad de escarabajos con 91 nuevas especies descritas este año. Esto ha incluido un par de escarabajos metálicos brillantes de color púrpura y verde de la India, un escarabajo monocromático grueso con un gran par de mandíbulas de Filipinas y un escarabajo diminuto amante de los pantanos llamado en honor al Jefe Ratonero del número 10 de Downing Street, Larry el gato.

Una de las nuevas especies más enigmáticas fue conocida por su canto durante décadas antes que el propio animal. En 1990, se publicó un artículo que describía el canto de un grillo del sudeste asiático, a pesar de que se desconoce el animal que lo produjo.

Este año finalmente se determinó que las seductoras estridencias eran el dulce canto de una especie que se encuentra en Singapur ahora conocida como Mecopoda simonodoi, un espécimen de la cual ha estado en las colecciones desde 1984.

Plantas, serpientes y parásitos

Se describieron cinco nuevas especies de plantas de África oriental. Conocidas como jewelweed o touch-me-nots, suelen producir delicadas flores rosadas o blancas, a excepción de unas pocas especies que han pasado a producir flores rojas. Esto se debe a que, en lugar de ser polinizadas por mariposas, las flores son visitadas por pájaros, que encuentran más fácil elegir el color rojo entre el follaje verde.

Además de las plantas, hay ocho nuevas especies de algas, seis gusanos parásitos y tres diatomeas.

Finalmente, hay 10 nuevas especies de reptiles y anfibios. De estas, cinco son serpientes nuevas, incluida una que ahora se llama corredor de Joseph, que se describió con la ayuda de una pintura de 185 años. También se han descrito tres nuevas especies de lagartos, incluido un lagarto garganta de abanico y un gecko de la India.

Mientras que una nueva especie de rana de Vietnam figura en la lista, otra especie fue declarada como probablemente extinta. También ha habido una nueva especie de cecilia, que son anfibios con forma de serpiente que viven principalmente bajo tierra y en el agua.

El meteorito recuperado

Una de las historias científicas más importantes de este año fue cuando, durante el cierre en febrero, un gran trozo de roca espacial quemó la atmósfera antes de detenerse repentinamente en un camino de entrada en la ciudad de Winchcombe (Inglaterra).

Cientos de personas vieron la bola de fuego atravesando el cielo nocturno. En cuestión de horas, los investigadores pudieron recuperar más de 600 gramos del meteorito, que había viajado miles de millones de kilómetros y alcanzó más de 1.600 ° C mientras ardía en la atmósfera.

Ahora clasificado oficialmente como el meteorito Winchcombe, es uno de los 603 meteoritos aprobados clasificados como condritas carbonáceas. Cada meteorito oficial se convierte en su propio tipo de espécimen, que es aproximadamente análogo a ser una nueva especie.

“El meteorito Winchcombe es la primera caída de meteorito que se recupera en el Reino Unido en 30 años”, explica la Dra. Helena Bates, investigadora del Museo que participó en la recuperación del meteorito. “Se cree que Winchcombe proviene de un asteroide que se ha mantenido prácticamente sin cambios desde el nacimiento del sistema solar hace 4.600 millones de años”.

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