La variante Ómicron del coronavirus fue detectada hace poco más de un mes en Sudáfrica, desde ese momento, los contagios crecieron de manera exponencial a escala mundial y países de los cinco continente baten récords de nuevas infecciones de COVID-19 en lo que va de la pandemia.
Sin embargo, varios científicos tienen una mirada alentadora sobre este momento de la pandemia. Es el caso del inmunólogo y profesor de Medicina de la Universidad de Oxford, John Bell. El especialista, que se desempeña como asesor de ciencias biológicas del gobierno del Reino Unido, aseguró que lo peor de la pandemia “ya pasó” y que las altas tasas de muerte por coronavirus son historia del pasado.
Bell analizó los datos del Reino Unido, donde los casos están batiendo récords y las admisiones hospitalarias están en su nivel más alto desde marzo, sin embargo, destacó que la cantidad de personas en unidades de terapia intensiva que están vacunadas sigue siendo “muy, muy baja”.
“La incidencia de enfermedad grave y muerte por esta enfermedad básicamente no ha cambiado desde que nos vacunamos y eso es muy importante de recordar”, le dijo el inmunólogo a la radio BBC.
“Las horribles escenas que vimos hace un año (unidades de cuidados intensivos llenas, mucha gente muriendo prematuramente) eso ahora es historia en mi opinión y creo que deberíamos estar seguros de que es probable que así continúe”, describió el asesor del gobierno de Boris Johnson.
Al ser consultado sobre la incidencia de la nueva variante Ómicron en el curso de la pandemia, Bell añadió: “La enfermedad parece ser menos grave y muchas personas pasan un tiempo relativamente corto en el hospital. No necesitan oxígeno de alto flujo, la duración promedio de la estadía es aparentemente de tres días, esta no es la misma enfermedad que veíamos hace un año“.
Un estudio del gobierno del Reino Unido publicado recientemente sugirió, a través de datos preliminares, que las personas que se contagian con la variante Ómicron del coronavirus tienen entre un 50% y un 70% menos de probabilidades de necesitar hospitalización que aquellas con la cepa Delta.
Además, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido dijo que se estima que las personas infectadas con la nueva variante tienen entre un 31% y un 45% menos de probabilidades de ser internados en las unidades de emergencia en comparación con las que tienen delta.
El análisis es preliminar y debido al pequeño número de casos de Ómicron actualmente en los hospitales, pero coincide con hallazgos similares de científicos en Sudáfrica y equipos de investigación en el Imperial College de Londres y la Universidad de Edimburgo.
Aunque la cantidad de muertes diarias sigue siendo baja y la investigación inicial sugiere que la variante omicron no es tan grave como otras cepas de Covid, los expertos advierten que el aumento de nuevos casos que se está dando en muchos países aún puede inundar los hospitales con casos de Ómicron, simplemente porque la variante se propaga mucho más fácilmente que las versiones anteriores del coronavirus y multiplica la cantidad de infectados.
“No quiero ser alarmista, pero no creo que se pueda bajar la guardia”, dijo Christina Ramírez, bioestadística de la Universidad de California en Los Ángeles. Si bien Ómicron puede estar causando una enfermedad más leve en promedio, también se está propagando más rápido que cualquier variante hasta ahora: ya es la variante dominante en los Estados Unidos, Europa y muchas otras regiones del mundo.
Bell señaló que el comportamiento de la población en Inglaterra había cambiado en esta nueva ola y que muchos eran “bastante responsables”. Las admisiones hospitalarias todavía están por debajo de 400 por día en Londres, lo que se considera un umbral crucial para el gobierno.
El Reino Unido ha informado más de 12,4 millones de infecciones desde el inicio de la pandemia, y marcó el récord de 129.471 nuevos contagios ayer.
Mirando específicamente al Reino Unido, remarcó que “este es un momento en que el NHS (Servicio Nacional de Salud) está agotado enormemente por la nueva variante del coronavirus y, además, está tensionado y fatigado después de dos años ingratos en la primera línea, esto sería insostenible”.
Los científicos coinciden en que si bien las últimas semanas la ciencia se hizo de una avalancha de nuevos datos sobre Ómicron, todavía hay muchas preguntas sobre cómo se desarrollarán las próximas semanas y cuánto subirán las tasas de hospitalización.
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