Una investigación realizada por científicos sudafricanos sugirió que la infección por Ómicron mejora la inmunidad neutralizante contra la variante Delta del coronavirus.
El estudio, que no ha sido revisado por pares, encontró que las personas que contrajeron la enfermedad de COVID-19 con la variante Ómicron, especialmente aquellas que fueron vacunadas, desarrollaron una inmunidad mejorada a la variante Delta.
El análisis incluyó a 33 personas vacunadas y no vacunadas que estaban infectadas con la variante Ómicron en Sudáfrica. Si bien los autores encontraron que la neutralización de Ómicron aumentó 14 veces durante 14 días después de la infección, también encontraron que hubo un aumento de 4,4 veces en la neutralización del virus SARS-CoV-2 Delta.
“El aumento en la neutralización de la variante Delta en individuos infectados con Ómicron puede resultar en una menor capacidad de Delta para reinfectar a esos individuos”, dijeron los científicos.
Alex Sigal, profesor del Instituto de Investigación de Salud de África en Sudáfrica, dijo en Twitter el lunes que si Ómicron era menos patógeno como se ve en la experiencia sudafricana, “esto ayudará a expulsar a Delta”.
Los investigadores sudafricanos estimaron que alrededor del 70% de las personas en su país habían cursado una infección por COVID-19 antes de la oleada de Ómicron. Y con aproximadamente el 30% de la población vacunada, los autores no pudieron separar la protección que brindan las infecciones de la que resulta de las vacunas.
Según estudios realizados en Sudáfrica, Escocia y Reino Unido, existe un riesgo reducido de hospitalización y enfermedad grave en las personas infectadas con la variante del coronavirus Ómicron en comparación con la de Delta, aunque los autores dicen que parte de eso probablemente se deba a la alta inmunidad de la población.
Las tres investigaciones realizadas en dos continentes descubrieron que las infecciones causadas por Ómicron resultan más a menudo en una enfermedad leve que las variantes anteriores del coronavirus, lo que ofrece la esperanza de que el aumento actual no sea tan catastrófico como se temía a pesar del aumento vertiginoso de los casos. El objetivo, siempre, es controlar lo más posible la situación a efectos de evitar el colapso del sistema sanitario.
Los investigadores examinaron el curso de Ómicron a través de poblaciones en Sudáfrica, Escocia e Inglaterra, y a la luz de los resultados en cada escenario, que aún son preliminares, sugirieron que la variante tiene menos probabilidades de enviar personas a los hospitales.
En línea con dos estudios realizados en los últimos días, que hacían referencia a la menor hospitalización de personas infectadas con la nueva mutación en comparación con las anteriores, la nueva investigación sugiere que la variante detectada por primera vez en Sudáfrica el 24 de noviembre, puede tener características biológicas que la hacen algo menos peligrosa que Delta, la variante que dominó el mundo desde el verano hasta ahora.
Natalie Dean es bioestadística de la Universidad Emory en Atlanta, y sostuvo que “dado que esto está en todas partes y que va a ser tan transmisible, cualquier cosa que reduzca la gravedad será mejor”.
Al parecer, el menor riesgo de hospitalización de Ómicron en esos tres países también puede deberse en gran parte a la inmunidad de esas poblaciones, ya que muchos de los infectados ya tenían protección contra enfermedades graves, ya sea por infecciones previas o por vacunas.
A pesar de los datos alentadores respecto a la enfermedad más leve, los expertos advierten que el aumento de nuevos casos que se está dando en muchos países aún puede inundar los hospitales con casos de Ómicron, simplemente porque la variante se propaga mucho más fácilmente que las versiones anteriores del coronavirus.
“No quiero ser alarmista, pero no creo que se pueda bajar la guardia”, dijo Christina Ramírez, bioestadística de la Universidad de California en Los Ángeles.
Los científicos alertan que es necesario estar alerta, porque si bien la nueva variante del coronavirus puede estar causando una enfermedad más leve en promedio, también se está propagando más rápido que cualquier variante hasta ahora: ya es la variante dominante en los Estados Unidos, Europa y muchas otras regiones del mundo.
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