Los científicos de la misión Perseverance Mars de la NASA han descubierto que el lecho de roca sobre el que ha estado circulando el explorador de seis ruedas se ha formado a partir de magma al rojo vivo, informa el Instituto de Tecnología de California (Caltech) en un comunicado.
El sorprendente hallazgo fue anunciado el miércoles en el contexto del congreso de otoño de la Unión Geofísica estadounidense, que reunió a expertos en la materia en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.
El descubrimiento realizado por el Perseverance tiene importantes implicaciones para comprender y fechar con precisión eventos críticos en la historia del cráter Jezero, en Marte, que estudia el Perseverance, así como en el resto del planeta, cita la nota.
El equipo también ha llegado a la conclusión de que las rocas del cráter sobre el que ha circulado la nave han interactuado con el agua varias veces durante un largo periodo de tiempo y que algunas contienen moléculas orgánicas.
Incluso antes de que el Perseverance aterrizara en Marte, el equipo científico de la misión se había preguntado sobre el origen de las rocas que había en el área.
”Estaba empezando a desesperarme, ya que pensaba que nunca encontraríamos la respuesta” a esta cuestión, dijo Ken Farley, Profesor de la Fundación Keck de Geoquímica y Científico del Proyecto Perseverance al presentar el descubrimiento.
La situación cambió cuando el Perseverance comenzó a usar un taladro en el extremo de su brazo robótico para raspar las superficies de las rocas, agregó.
”Los cristales dentro de la roca proporcionaron la prueba concluyente”, dijo Farley.
Perseverance está armado con un conjunto de instrumentos sofisticados que pueden visualizar y analizar estas rocas raspadas, revelando su composición y contenido mineral.
El explorador robótico Perseverance, que llegó a Marte en febrero pasado después de casi siete meses de viaje desde Florida, recogió el pasado septiembre la primera muestra en suelo marciano para analizar si alguna vez hubo vida en el planeta rojo.
Esta muestra era un pedazo de roca ligeramente más ancha del grosor de un lápiz tomada del cráter Jezero, que junto con unas siete más harán parte del programa Mars Sample Return, que tiene previsto traerlas a la Tierra para 2031.
La muestra, junto a otras recolectadas por el rover -el quinto de la NASA en Marte después de Sojourner, Spirit, Opportunity y Curiosity- está depositada en uno de los 43 tubos de titanio hermético que lleva la nave.
De los 43 tubos de muestra del Perseverance, seis han sido sellados hasta la fecha: cuatro con núcleos de roca, uno con atmósfera marciana y uno que contenía material “testigo” para observar cualquier contaminación que el rover pudiera haber traído de la Tierra.
La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) están planeando una serie de misiones futuras para devolver las muestras del rover a la Tierra para un estudio más detenido.
(con información de EFE)
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