Argentina ya lleva 9 semanas constantes de aumentos de casos confirmados de COVID-19. Es un aumento del 275% si se comparan los promedios semanales de casos diarios reportados desde la primera semana de octubre hasta los últimos siete días. La mayoría de esas personas fueron afectadas por la variante Delta del coronavirus. El 69% de la población ya tiene el esquema completo de vacunación, y hasta el momento, las internaciones por la infección y las muertes no crecieron en la misma proporción que los casos que se producen principalmente en las personas que no están inmunizadas. Pero la pandemia en el país está entrando en una tercera ola con la circulación comunitaria de Delta y ahora se suma la aparición de casos en San Luis, Córdoba, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires (en estudio) con la preocupante variante Ómicron. ¿Crecerá la ola de Delta combinada con Ómicron o una desplazará a la otra?
La variante Ómicron se detectó el mes pasado en África. La jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, expresó su preocupación por la aparición de la variante Ómicron y advirtió que se avecina “un tsunami de infecciones en el mundo”. En base a los resultados de investigaciones preliminares, Ómicron parece tener ventaja: “Se está propagando más rápidamente que la variante Delta en Sudáfrica, donde la circulación de Delta era baja, pero también parece propagarse más rápidamente que la variante Delta en otros países donde la incidencia de Delta es alta, como en el Reino Unido”, informó la Organización Mundial de la Salud.
En Sudáfrica, el 74% de la población aún no tiene el esquema completo de vacunación. En el Reino Unido, el 30% de la población no tiene las dos dosis. En Argentina, el 31% tampoco tiene el esquema completo, y Ómicron ya está adentro del territorio.
El primer caso confirmado a través de un estudio del Instituto ANLIS/Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, fue el de un hombre de 38 años que había estado en Sudáfrica y regresó a San Luis. Estaba con el esquema completo de vacunación y había tenido COVID-19 en marzo pasado. Sin embargo, se contagió: se confirmó el 5 de diciembre pasado. El hombre no tuvo síntomas y se mantuvo aislado. Al contar con la vacunación, su caso fue leve.
El domingo pasado, se confirmaron 4 casos de COVID-19 por la variante Ómicron del coronavirus en las localidades de Colonia Caroya y Jesús María, provincia de Córdoba. El caso índice fue una persona que había estado en Emiratos Árabes y volvió con la variante. También en Córdoba ya se detectaron 110 casos positivos relacionados con fiestas de egresados de cuatro colegios y se aislaron a 800 personas que participaron de las celebraciones. Se consideran que esos casos podrían ser compatibles con Ómicron.
Se confirmó hoy otro caso de una mujer con la variante Ómicron que había vuelto desde los Estados Unidos a la provincia de Santa Fe, según informó el Ministerio de Salud provincial. Allí, hay 22 personas en aislamiento como contactos estrechos. En la ciudad de Buenos Aires también se estudian casos que serían compatibles con Ómicron.
“La variante Ómicron nos preocupa por su velocidad de transmisión y por su capacidad de escape a la capacidad neutralizante de sueros inmunes- que es uno de los mecanismos de nuestro sistema inmunológico frente al virus pero no el único-. Esto puede aumentar la posibilidad de más reinfecciones”, dijo a Infobae la doctora Daniela Hozbor, del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular, que depende del CONICET y la Universidad Nacional de La Plata.
“Argentina ya ha comenzado a transitar una nueva ola en la que co-circula la nueva variante de preocupación Ómicron junto con Delta -remarcó la doctora Hozbor. Es claro que la pandemia sigue y que es necesario que la población se vacune y complete los esquemas de vacunación. En el país hay dosis disponibles para completar esos esquemas y para los refuerzos. Mientras las vacunas llegan a nuestros brazos, tenemos que seguir con todas las medidas de prevención, incluyendo la vigilancia en las fronteras para contener la entrada y propagación del virus”.
Mientras se detectan los casos de personas con la variante Ómicron en diferentes ciudades, hoy hay 4 jurisdicciones que tienen riesgo epidemiológico alto. En la mitad de octubre, no había ninguna en esa situación. El 1° de diciembre solo una provincia estaba en esa situación: Tucumán. Ahora, se sumaron Ciudad de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén.
Tucumán reportó 345 casos confirmados por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días. La ciudad de Buenos Aires registró 225 casos por cada 100.000 habitantes. Esto significa que en la capital del país la incidencia de casos de COVID-19 subió un 80% durante las últimas dos semanas.
En tanto, Neuquén reportó 163 y Río Negro 151 casos confirmados por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días. Además, otras 15 de las jurisdicciones del país están en riesgo epidemiológico medio, como provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, San Luis, Salta y Corrientes.
A nivel nacional, el promedio semanal de casos confirmados diarios de COVID-19 eran 772 entre el 6 y el 12 de octubre. Ese promedio semanal pasó a ser de 2.897 casos diarios entre el 8 y el 14 de diciembre. Esto significa que hubo un crecimiento del 275% en el promedio semanal de casos entre esas semanas.
En cambio, no se ha registrado una suba tan pronunciada en las internaciones en terapia intensiva ni fallecimientos. Entre el 17 y el 23 de noviembre, el promedio semanal de internados en terapia por día había fue de 569 pacientes. Entre el 8 y el 14 de diciembre, el promedio fue de 703 pacientes. Es decir, las internaciones en terapia intensiva solo aumentaron un 24%.
Mientras que el promedio semanal de fallecidos (por fecha de carga diaria) se mantiene estable con menos de 30 muertos desde la mitad de octubre pasado hasta ahora, según explicó a Infobae el análisis del físico Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos públicos del Ministerio de Salud de la Nación.
¿Cómo será una ola de Delta combinada con Ómicron en Argentina? “Los aumentos de casos confirmados desde octubre pasado fueron por la presencia de Delta. En otros países, como Sudáfrica, ya la variante Ómicron está desplazando a Delta. Es posible que en Argentina suceda lo mismo. Lo que no sabemos es si Ómicron hará crecer aún más los casos en nuestro país, aunque puede tener un menor impacto por la alta cobertura de vacunación de Argentina”, comentó a Infobae la doctora Carolina Torres, integrante del Proyecto País de vigilancia genómica del coronavirus, dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
“Sabemos que en diciembre se hacen muchas reuniones sociales y si no se siguen las medidas de prevención como la ventilación cruzada y permanente de los espacios cerrados, el barbijo y el distanciamiento, existe el riesgo de que haya más contagios”, señaló Torres, quien es también investigadora en virología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.
“En Argentina, estamos en el comienzo de una nueva oleada de COVID-19, en la que coexisten los casos por la variante Delta en la mayoría de los pacientes y los casos de Ómicron en viajeros. Coexisten ambas realidades. Ómicron se caracteriza por su mayor transmisibilidad, pero aún no está comprobado que cause más casos graves y muertes en las personas afectadas”, afirmó la doctora Angela Gentile, médica epidemióloga y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría y la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas.
“Es fundamental que la gente complete cuanto antes los esquemas de vacunación, y reciba los refuerzos si le corresponde. Aún es baja la cobertura de la vacunación en los jóvenes de 18 a 39 años y es motivo de preocupación. Sería clave que se apliquen las vacunas antes de fin de año. También es necesario que las autoridades sanitarias de cada municipio realicen más rastreo de contactos estrechos de los pacientes con COVID-19 y que cumplan con el aislamiento para que no contagien el coronavirus si tuvieran la infección. Es clave el testeo de los contactos estrechos asintomáticas entre el quinto y el séptimo día”, recomendó la doctora Gentile.
Para el doctor en química Roberto Etchenique, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet, “la ola actual de COVID-19 se produce principalmente por la variante Delta. Apenas se establezca, la variante Ómicron la desplazará en gran medida o totalmente. Habría más reinfecciones. Las personas ya vacunadas estarían más protegidas contra la enfermedad grave y la muerte. Pero hay más riesgo de adquirir la infección en ambientes cerrados”.
Desde las ciencias políticas, María Celeste Ratto, del Instituto en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio, que depende de la Universidad Nacional de Río Negro y del CONICET en Bariloche, investigó qué eficacia tuvieron las diferentes medidas gubernamentales para el control de la pandemia el año pasado. Publicó el estudio en la revista Social Science Quartely, y comentó hoy a Infobae: “En primer lugar, ante el surgimiento de una nueva variante, lo mejor es intentar retardar lo más posible la entrada. Esto fue lo que pasó con la Delta. Una vez que la variante llega al país, como ya ocurrió con Ómicron, debe incrementarse el sistema de rastreo y seguimiento para intentar aislar los casos de la nueva variante y que no se produzca la circulación comunitaria”.
También se debería disponer de test obligatorio y aislamiento preventivo al menos por 7 días a las personas que ingresen al país -indicó la doctora Ratto-, con una nueva prueba luego de ese período. Eso ayudaría a controlar nuevos focos provenientes del exterior, mientras se intenta contener el avance al interior del país”.
Esta semana, el Ministerio de Salud de Córdoba le propuso al Gobierno nacional que amplíe la medida del aislamiento para todos los viajeros que lleguen al país desde cualquier región del mundo y no solo para los que vienen de África. Esas personas deberían cumplir 4 días de aislamiento como una manera de evitar que contagien la infección a otros.
Según explicó a Infobae ayer la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud de Córdoba, Gabriela Barbás, el aislamiento para todos los viajeros permitiría “dilatar el avance de variantes de preocupación como Ómicron, que ahora no está sólo en África. El aislamiento de los viajeros nos permitirá tener tiempo para avanzar con la aplicación de las dosis de refuerzo y llegar a coberturas máximas para no tener que pasar lo que hoy está pasando en Europa, adonde hay países que se están cerrando”. Según Barbás, la propuesta se trataría en la próxima reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA).
En tanto, la profesora en enfermedades infecciosas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, Silvia González Ayala, afirmó: “Técnicamente, Argentina está ya transitando la cuarta ola de la pandemia, porque entre noviembre del año pasado y enero de 2021 hubo aumento de casos confirmados de COVID-19, pero oficialmente no se la reconoció como segunda ola. Ahora, se puede combinar la circulación de Delta y Ómicron en la Argentina y la situación epidemiológica se puede complicar con más casos. Porque ya hubo viajeros que trajeron a Ómicron al país. Durante el fin de semana pasado hubo eventos masivos y se verá qué impacto tuvieron. Aún no se entiende algo: nosotros hacemos la pandemia al circular sin tener en cuenta las medidas de prevención”.
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