Desde comer en un restaurante hasta cantar: cómo saber cuáles son las actividades de más riesgo frente al COVID-19

Una herramienta creada por científicos de la Universidad de Cambridge ayuda a las personas a tomar decisiones sobre cómo protegerse mejor del coronavirus

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"Una  herramienta como esta puede ayudar a dejar en claro que todas las rutas de transmisión son importantes, en diferentes proporciones en distintos contextos" (Getty Images)
"Una herramienta como esta puede ayudar a dejar en claro que todas las rutas de transmisión son importantes, en diferentes proporciones en distintos contextos" (Getty Images)

Un nuevo gráfico interactivo desarrollado por investigadores del Reino Unido y publicado en un estudio por la revista especializada The BMJ ayudará a las personas a decidir qué hacer en situaciones cotidianas para protegerse a sí mismos y a los demás del COVID-19.

Basado en estimaciones proporcionadas por 26 expertos internacionales, muestra las diferentes vías que puede tomar el virus que causa COVID-19 cuando se transfiere entre dos personas. Está diseñado para ayudar a ilustrar los riesgos de contraer COVID-19 en diferentes escenarios, y qué se puede hacer para reducir esos riesgos, según la evidencia disponible.

Además de las áreas de consenso científico, también transmite las incertidumbres y el desacuerdo que existe entre los expertos sobre cómo se comporta el virus, cómo se transmite y cómo es posible reducir mejor la probabilidad de transmisión a través de medidas personales y sociales.

Los especialistas indican que la herramienta debería ayudar a los tomadores de decisiones y al público a tomar elecciones informadas responsablemente, basadas en datos científicos, sobre cómo reducir la transmisión del virus en diferentes contextos, como cómo hacer que un lugar de trabajo o un área pública sea lo más seguro posible sin dejar de ser abierto y funcional.

Encontrar el método

Para crear la herramienta, los investigadores, dirigidos por la Universidad de Cambridge, consultaron a 26 expertos de una variedad de disciplinas y países, y les preguntaron por todos los valores necesarios para respaldar el gráfico
Para crear la herramienta, los investigadores, dirigidos por la Universidad de Cambridge, consultaron a 26 expertos de una variedad de disciplinas y países, y les preguntaron por todos los valores necesarios para respaldar el gráfico

Para crear la herramienta, los investigadores, dirigidos por la Universidad de Cambridge, consultaron a 26 expertos de una variedad de disciplinas y países, y les preguntaron por todos los valores necesarios para respaldar el gráfico.

Entre las cifras que se analizaron incluyeron la importancia de diferentes rutas de transmisión de virus (por ejemplo, gotas pequeñas y grandes en el aire, contacto con superficies contaminadas) durante una variedad de actividades (considerando alternativas como hablar, toser, hacer ejercicio, comer, caminar) en diferentes entornos (tales como, al aire libre o en interiores en diferentes habitaciones de tamaño, con o sin ventilación).

También recogieron estimaciones sobre la importancia de diferentes medidas de protección en la reducción de la transmisión. En su estudio consideraron el uso de cubiertas y mamparas faciales, el distanciamiento físico, la higiene de manos o limpieza de superficies.

El análisis de todos los valores mostró que las rutas de transmisión aérea eran más importantes en casi todas las situaciones, mientras que las cubiertas faciales, especialmente cuando las usaba una persona infectada como una forma de control de la fuente, eran la medida de mitigación más importante.

Es importante mantener una ventilación cruzada, continua, distribuida en los ambientes
Es importante mantener una ventilación cruzada, continua, distribuida en los ambientes

Pero lo que es más trascendente aún, se que confirmó que todas las rutas desempeñaban un papel en la transmisión, y medidas simples como el distanciamiento físico, el lavado de manos y la higiene respiratoria hicieron una contribución útil.

Los investigadores encontraron importantes lagunas en la evidencia y diferencias de opinión entre los expertos en torno a varias variables, incluida la función de la transmisión de aerosoles; los efectos de diferentes tipos de mascarillas sobre los aerosoles inhalados; y los efectos de las cubiertas faciales sobre la transferencia de las manos a los ojos, la nariz y la boca.

“Todo el mundo ha estado interesado en saber cuánta diferencia hace cada acción posible sobre la que nos han informado, y finalmente hemos podido reunir suficiente conocimiento de expertos de todo el mundo y en una variedad de campos para responder a esas preguntas”, dijo la coautora principal, Alexandra Freeman, del Centro Winton de Comunicación de Riesgos y Evidencia de Cambridge.

Y añadió: “La herramienta es interactiva, de modo que cualquiera puede explorar los escenarios que son más relevantes para sí mismo, ya sea porque canta en un coro o quiere conocer los riesgos de comer en un restaurante pequeño. ¿Cuánta diferencia haría si abriera las ventanas o limpiara las superficies? Se puede echar un vistazo y descubrirlo”.

Una gama de factores

“Es muy fácil concentrarse en una sola ruta de propagación de COVID y olvidarse de todas las demás -analiza el coautor Harry Rutter de la Universidad de Bath-. Una herramienta como esta puede ayudar a dejar en claro que todas las rutas de transmisión son importantes, en diferentes proporciones en distintos contextos. El hecho de que una de esas rutas, la transmisión aérea, sea la principal en la mayoría de las situaciones, no significa que podamos ignorar las demás”.

Los autores reconocen algunas limitaciones del estudio y dicen que generar evidencia sólida sobre las rutas complejas y altamente contingentes de la transmisión del virus COVID-19 no es sencillo. Pero coinciden en que esperan que su enfoque resulte útil para aquellos que enfrentan el desafío de comunicar evidencia compleja, imprecisa e incierta en el futuro.

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