Cuando vemos en fotografías nocturnas satelitales cientos de puntitos blancos que son barcos extranjeros pescando en el límite del Mar Argentino, podemos confirmar que llegan desde el otro lado del mundo para depredar uno de los ecosistemas marinos más ricos y diversos del mundo.
Nuestro mar constituye una pieza clave del ecosistema mundial oceánico y eso lo saben por ejemplo científicos del Conicet y del Instituto Weizmann de Ciencias que en dos misiones oceanográficas estudiarán el plancton marino, el cambio climático y la contaminación del Océano Atlántico desde Buenos Aires a Ushuaia.
Concretamente realizarán un relevamiento importante del fitoplancton, uno de los conjuntos de organismos acuáticos que, además de ser la base de la cadena alimentaria de la vida en el agua, es responsable de más de la mitad de la actividad fotosintética en el mundo y de la producción de gran parte del oxígeno de nuestro planeta.
El estudio internacional que efectuarán los científicos y científicas de ambas instituciones se produce en el marco de la expedición internacional Tara Microbiome Mission cuyo objetivo es estudiar el microbioma del Océano Global.
La investigación en la Patagonia Argentina incluye dos campañas oceanográficas: una desarrollada por un consorcio argentino que navegó en noviembre a lo largo del talud continental, desde Ushuaia hasta Buenos Aires en el motovelero Houssay, manejado por Prefectura Naval Argentina; y otra que realizarán tres científicas del Instituto Weizmann de Ciencias y dos expertos más, desde el 4 de diciembre el consorcio internacional a bordo de la goleta científica Tara, gestionada por la Fundación Tara Ocean, que hará el recorrido inverso: desde Buenos Aires hasta Ushuaia.
Antes de llegar a la Argentina, el equipo de Fundación Tara Ocean se contactó con investigadores argentinos especialistas en oceanografía física y biológica, enfocada en la dinámica de las corrientes y la ecología del plancton, con experiencia en la zona patagónica de la plataforma marina argentina. En los dos recorridos de los buques científicos, tanto el equipo nacional como el internacional estudiarán la diversidad de los microorganismos planctónicos y del zooplancton.
“Uno de los fitoplancton más abundantes que existen en el Mar Argentino y será foco del estudio científico es el cocolitofórido Emiliania huxleyi, una microalga que fue descrita por primera vez en nuestro país por la doctora Ana María Gayoso en la década del 70 y 80 y que por ello esta campaña lleva su nombre en forma de homenaje”, explicó Valeria Guinder, investigadora del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-CONICET-UNS) de Bahía Blanca. “También investigaremos las especies de fitoplancton tóxico responsables de floraciones nocivas, y se realizarán marcaciones isotópicas para evaluar el origen y destino de la productividad que tienen en el mar”.
Su colega, Celeste López-Abbate, de la misma institución, agregó que este grupo particular de microalgas proliferan en la primavera y el verano, generando grandes floraciones a lo largo del talud continental, que pueden ser vistas desde el espacio con señales satelitales de calcita, debido a su recubrimiento celular con placas de carbonato de calcio.
“Buscaremos estudiar el desarrollo de la floración de estos microorganismos en relación con el ambiente y otros grupos microscópicos del plancton por medio de tecnologías de vanguardia. La biodiversidad del microbioma se estudiará mediante la metagenómica, es decir, aplicando técnicas moleculares para caracterizar según sus ADN a todos los microorganismos que hay en las muestras de agua, lo cual es algo muy novedoso para la oceanografía de nuestro país”, agregó la experta.
En noviembre, el buque científico Bernardo Houssay realizó la primera expedición de esta campaña en el Mar Argentino. La doctora en Biología Molecular del Conicet, Paula Huber, doctora en Biología Molecular del Conicet fue una de las investigadoras a bordo, que describió que su parte del trabajo fue estudiar la diversidad, estructura y densidad de todos los microorganismos en la superficie y también en las profundidades del mar, sus características fisiológicas y morfológicas y también moleculares. Incluso destacó su potencial genético y las funciones que ellos ejercen en el ecosistema marino.
El equipo argentino que participa del proyecto científico, además de Guinder, López Abbate y Huber, está integrado por investigadores/as del CONICET de distintos institutos: Federico Ibarbalz, Pedro Flombaum y Martín Saraceno, investigadores en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA- CONICET-UBA); Rocío Loizaga y Valeria D’Agostino, investigadoras del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CONICET) de Puerto Madryn; y Ricardo Silva, investigador del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) de Mar del Plata.
Una campaña oceanográfica internacional
El Instituto Weizmann de Ciencias, que está en el 8ª puesto entre las mejores instituciones científicas del mundo según la reciente edición del ranking Leiden, también se interesó en la campaña científica en el Mar Argentino y el su diversidad biológica. Por ello, tres científicas que trabajan en el Laboratorio de Microbioma del Océano del Instituto Weizmann de Ciencias, las doctoras Flora Vicent, Michel Flores y Constanze Kuhlisch, serán parte de la tripulación que en una segunda expedición protagonizará la goleta Tara en esta Campaña Oceanográfica Internacional, que organiza la fundación Tara Oceans, junto a la Universidad de Buenos Aires, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, el Conicet, la Prefectura Naval Argentina y la Embajada de Francia.
“Estudiamos el Mar Argentino porque es uno de los más ricos del mundo a nivel biodiversidad. Los florecimientos o también llamados booms de sus algas se caracterizan por producir manchas de alta reflectancia, fácilmente identificables en imágenes satelitales y es uno de los mayores a nivel global. Por ello hay un creciente interés en estudiar in situ mediante estas campañas oceanográficas, para comprender mejor su composición y los procesos ecológicos, incluso a nivel molecular, que realizan”, afirmó la experta Vicent.
“La misión Tara buscará caracterizar las vesículas extracelulares, comprender la mortalidad fitoplanctónica por acción viral, caracterizar las interacciones microbianas y las señales químicas y de aerosoles en el mar. En algunos momentos pararemos los motores de la embarcación y nos dejaremos llevar por el mar, junto con los fitoplancton para estudiar mejor su comportamiento, tanto de día como de noche”, indicó la científica Vincent, que destacó que actualmente el 40% de los estudiantes del Instituto Weizmann de Ciencias son mujeres. Para fomentar que las mujeres elijan y continúen en la Academia, en 2007 el Weizmann impulsó el Programa Nacional de Apoyo a Mujeres en Ciencia que brinda apoyo a científicas de Israel para hacer sus posdoctorados en el exterior. Ya participaron 146 mujeres. De las 90 que completaron el pos doctorado, el 64% continúa en posiciones científicas académicas, en su mayoría en Israel.
El encuentro Mujeres en Ciencia donde hablaron las científicas, tuvo lugar en el edificio del grupo Insud con la presencia del empresario Hugo Sigman y el viceministro de Ambiente de la Nación, Sergio Federovisky y Mathias Sielecki, vicepresidente de la Asociación de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias, una institución que se reabrió en la Argentina hace 5años, con el liderazgo de Sigman. Hasta el inicio de la pandemia, logró que 12 estudiantes argentinos participen en programas educativos en el Instituto, en Israel, y 25 estudiantes integren un Torneo Nacional de Física. También recibió 20 visitas de científicos y autoridades del Weizmann.
Un homenaje a Gayoso
En la conferencia de prensa que brindaron las científicas del Instituto Weizmann de Ciencias y el Conicet, también estuvo presente Cecilia Muglia, hija de la fallecida investigadora Ana María Gayoso, que brindó unas cálidas palabras sobre su madre y la pasión con la que investigaba. “Mi madre era una científica apasionada, naturalista. Era una apasionada del mar. Como científica pensó que era importante dedicarse a estudiar el mar. Era común que llegara a casa con varios tarros llenos de litros de agua de mar para analizar”, contó sobre la doctora en Ciencias Naturales por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.
Muglia rememoró también cuando Gayoso en 1989 participó de una campaña oceanográfica en la que reportó y describió por primera vez, la presencia de altas densidades del cocolitofórido Emiliania huxleyi, componente clave en la productividad primaria del Mar Argentino. Su temprano fallecimiento en 2004 dejó un invaluable legado científico en la oceanografía biológica del Atlántico Suroccidental.
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