Se sabe que el consumo de alcohol, sobre todo en un nivel excesivo, debilita el sistema inmune y hace más fácil contraer enfermedades e infecciones. También que tomar varias cervezas al día podría reducir el efecto de la vacuna contra el coronavirus, por lo que puede ser recomendable disminuir su ingesta antes y después de recibir una dosis.
Ahora, un nuevo estudio científico, pendiente de revisión por pares, profundizó en las pruebas epidemiológicas sobre la asociación entre el hábito de fumar y el consumo de alcohol y los niveles de anticuerpos inducidos por la vacuna contra el COVID-19.
La investigación, publicada en MedRxiv, contó con la participación de 3.457 trabajadores de la salud de centros nacionales de investigación y medicina avanzada en Japón, completamente vacunados contra el virus. Estos fueron clasificados en cinco grupos según sus hábitos de fumar (desde personas que nunca habían fumado hasta fumadores actuales, ya fuese de cigarros convencionales o de productos de tabaco sin combustión -HNB, por sus siglas en inglés-), y en otros cinco de acuerdo con sus hábitos de consumo de alcohol (no bebedores, bebedores ocasionales y quienes beben cada semana, con distinta frecuencia).
Según advirtieron los investigadores, los títulos de anticuerpos IgG fueron “significativamente menores” entre los consumidores de tabaco HNB (incluidos los que también fumaban cigarrillos) y los fumadores exclusivos de cigarrillos. En comparación con las personas que no bebían alcohol, los bebedores tenían menos anticuerpos, tanto si tomaban dosis altas de alcohol como moderadas.
Quienes consumían menos de 1 go al día (1 go de sake japonés contiene unos 23 gramos de etanol), 1-1,9 diarios y 2 o más cada día presentaban “títulos de anticuerpos significativamente más bajos”. “El uso de productos de tabaco HNB y el consumo moderado de alcohol pueden ser modificadores de la inmunogenicidad inducida por la vacuna COVID-19″, destacaron los autores.
La mediana de edad de los participantes fue de 41 años; el 72% eran mujeres con antecedentes de COVID-19 al 0,5%. En general, el 34% de la población activa eran enfermeras; los demás eran profesionales de la salud aliados (18%), trabajadores administrativos (15%), médicos (14%) e investigadores (13%). Casi la mitad de los 212 fumadores actuales utilizaba productos de tabaco HNB. Mientras tanto, el 39% de los participantes consumió alcohol al menos una vez a la semana. Entre la segunda vacunación y la recolección de muestras de sangre, la mediana de retraso fue de 64 días.
Tras estos hallazgos, los investigadores concluyeron: “Los resultados sugieren que, además del tabaquismo convencional y el consumo excesivo de alcohol, el uso de productos de tabaco HNB y el consumo moderado de alcohol pueden ser predictores de una menor respuesta inmunológica a la vacuna COVID-19″.
“Numerosos estudios demuestran un alto grado de variabilidad interindividual en los niveles de anticuerpos inducidos por la vacuna. Aunque varios factores pueden contribuir a la heterogeneidad, es fundamental delinear los factores modificables que afectan la inmunogenicidad posterior a la vacuna”, analizó el sitio de información y noticias médicas News Medical.
Y añadió: “Se sabe que el tabaquismo y el exceso de alcohol perjudican la activación de la inmunidad innata y adquirida y, en consecuencia, reducen la formación de anticuerpos inducida por la vacuna. Al igual que con los cigarrillos normales, los productos de tabaco HNB incluyen nicotina, que puede afectar negativamente al sistema inmunológico. En relación con el consumo de alcohol, estudios previos no han evaluado la relación dosis-respuesta con especial énfasis en el efecto del consumo moderado. El hecho es particularmente preocupante para los asiáticos orientales, específicamente los japoneses, que tienen una alta tasa de mutaciones en una enzima que metaboliza el alcohol”.
En conclusión, los fumadores de cigarrillos y, en menor medida, los usuarios de productos de tabaco HNB tenían títulos de anticuerpos IgG más bajos contra la proteína pico del SARS-CoV-2, después de la vacunación. Mientras que los títulos de anticuerpos disminuyeron constantemente a medida que aumentaba el consumo de alcohol, se encontró un nivel bajo significativo incluso con una ingesta moderada de alcohol. Por lo tanto, fumar cigarrillos, los productos de tabaco HNB y el consumo excesivo de alcohol, e incluso el alcohol con moderación, podrían afectar la respuesta inmunológica a la vacuna COVID-19.
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