El consumo frecuente de antibióticos aumenta el riesgo de padecer COVID-19 grave

La ingesta de estos fármacos modifica la microbiota intestinal y podría afectar la inmunidad antiviral. Qué opinan expertos en infectología consultados por Infobae

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En Cataluña, encontraron una correlación entre las personas que habían recibido más antibióticos en los dos años previos y desarrollaron COVID-19 severo (Getty images)
En Cataluña, encontraron una correlación entre las personas que habían recibido más antibióticos en los dos años previos y desarrollaron COVID-19 severo (Getty images)

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones causadas por bacterias. Sin embargo, en la actualidad existe un grave problema porque los antibióticos se prescriben incorrectamente o se utilizan en enfermedades virales o en otras situaciones que no corresponden tanto para la salud humana como la salud animal.

En España, se detectó que el consumo de antibióticos durante los dos años previos a tener la enfermedad COVID-19 estaba asociado al desarrollo de complicaciones en los pacientes que se contagiaron el coronavirus.

La investigación fue realizada por científicos del Instituto por la Investigación de la Atención Primaria, Jordi Gol (IDIAPJGol), y fue publicada en la revista especializada Antibiotics. Descubrieron que el riesgo de gravedad por Covid-19 es “más alto” entre las personas expuestas a antibióticos los dos años previos a la infección. En el estudio, se analizaron datos de todos los pacientes diagnosticados de Covid-19 entre marzo y junio de 2020 en Cataluña.

De los 280.679 pacientes infectados por coronavirus,146.656 habían tomado antibióticos los dos años previos y 25.222 presentaron una infección grave por Covid-19 (9%). En el análisis de la pauta antibiótica, los investigadores tuvieron en cuenta si los pacientes habían tenido una alta exposición (más de cuatro prescripciones antibióticas los dos años previos), el consumo de antibióticos de máxima prioridad y el consumo de antibióticos los dos meses previos a la infección por Covid-19.

Se analizaron datos de pacientes diagnosticados de Covid-19 entre marzo y junio de 2020 en Cataluña. Fueron 280.679 diagnosticados (EFE)
Se analizaron datos de pacientes diagnosticados de Covid-19 entre marzo y junio de 2020 en Cataluña. Fueron 280.679 diagnosticados (EFE)

El riesgo de gravedad fue un 12% más grande entre las personas que habían tomado antibióticos los dos años previos a contraer la enfermedad que entre las personas que no habían tomado. Aquellos que habían tomado antibióticos de máxima prioridad presentaron un 25% más de Covid-19 grave en comparación con los pacientes que habían tomado otros tipos de antibióticos.

En el caso de las personas con una alta exposición, presentaron un 19% más de gravedad por Covid-19 que los que habían tomado tres o menos pautas antibióticas; mientras que las personas que habían consumido antibióticos los dos meses previos a la infección presentaron un 41% más de gravedad.

En las conclusiones del estudio, los investigadores escribieron: “Observamos una correlación significativa entre la exposición previa a los antibióticos y el riesgo de una mayor gravedad de la enfermedad COVID-19. Esta asociación fue aún mayor en los pacientes que estuvieron expuestos de forma más intensa y en los que habían tomado un curso de antibióticos más recientemente”.

Carl Llor, el investigador principal del trabajo, señaló una hipótesis sobre por qué el consumo de antibióticos podría influir en el desarrollo de complicaciones tras la infección por el coronavirus. Una posibilidad es que el consumo de antibióticos altera la microbiota del organismo humano, principalmente la del tubo digestivo, lo que reduce la diversidad microbiana y provoca alteraciones en la inmunidad antiviral. “Este hecho queda reflejado en este trabajo ya que las personas que presentaron una Covid-19 más grave son las que habían tomado antibióticos de forma más reciente”, afirmó Llor.

Una posibilidad -según los investigadores de Cataluña- es que el consumo de antibióticos altere la microbiota del organismo humano (Europa Press)
Una posibilidad -según los investigadores de Cataluña- es que el consumo de antibióticos altere la microbiota del organismo humano (Europa Press)

Esas alteraciones se han visto principalmente en modelos animales, y aún es bastante desconocida la interacción entre bacterias, virus y la fisiología humana. “Los resultados de este estudio deberían abrir la puerta a hacer nueva investigación para entender mejor cómo afecta la alteración de la microbiota causada por el consumo antibiótico sobre nuestra inmunidad y la posibilidad de presentar infecciones más graves”, sugirió el doctor Llor.

Consultada por Infobae, Laura Barcelona, jefa del Servicio lnfectología en Hospital Bernardo Houssay en Vicente López, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y coordinadora de Uso Apropiado Antimicrobianos del Ministerio de Salud de la Nación, comentó: “Los factores de riesgo para desarrollar COVID-19 grave son: edad mayor a 60 años, la obesidad, diabetes y otras enfermedades pre-existentes como EPOC, enfermedades cardiológicas y enfermedades con inmunocompromiso. Consumir antibióticos no es un factor de riesgo per se para COVID-19 grave. Lo que sí puede ocurrir es que los pacientes con antecedentes de ingesta de antibióticos pueden tener más riesgo de desarrollar complicaciones bacterianas con gérmenes resistentes, infecciones que pueden ocurrir como complicación en los pacientes con COVID-19, especialmente severos ″.

En tanto, la doctora Elisa Estenssoro, asesora de la Escuela de Gobierno en Salud Floreal Ferrara, que depende del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, e integrante de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y el comité ejecutivo de la Federación Mundial de Sociedades de Terapia Intensiva, opinó: “La hipótesis que plantean los investigadores de Cataluña sobre la correlación entre ingesta de antibióticos y el desarrollo de COVID-19 grave es interesante. Estudiaron una muestra grande de pacientes. Es sabido que los antibióticos pueden alterar la microbiota de los organismos. Quizá a partir de este estudio en Cataluña haya que preguntar también a los pacientes con la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 si han consumido antibióticos en los años previos”.

Para el doctor Francisco Nacinovich, de la Sociedad Argentina de Infectología y director de la asociación Investigación en Resistencia Antibióticos (INVERA) los resultados de la investigación en Cataluña también fueron interesantes por la cantidad de pacientes estudiados. “Si bien el estudio tiene limitaciones, los autores sugieren que el consumo de antibióticos puede alterar la microbiota intestinal. Antes de este trabajo, se sabía que el consumo previo de antibióticos por lo menos en los 6 ó 12 meses previos predisponen a tener colonización por gérmenes multirresistentes. Si una persona está colonizada por ese tipo de gérmenes, está en mayor riesgo de tener infecciones. También sabemos que la colonización por gérmenes multirresistentes en mascotas de compañía puede preceder su aparición en los humanos que conviven con ellas”, dijo Nacinovich a Infobae.

Para evitar el problema de la resistencia a los antibióticos, se recomienda solo consumir los que están prescriptos por profesionales para infecciones bacterianas (RODOLFO ANGULO/CUARTOSCURO.COM)
Para evitar el problema de la resistencia a los antibióticos, se recomienda solo consumir los que están prescriptos por profesionales para infecciones bacterianas (RODOLFO ANGULO/CUARTOSCURO.COM)

Para evitar que se desarrollen más casos de resistencia a los antibióticos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a la población que solo consuma los antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado, y que no pida antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.

Si el antibiótico está bien prescripto, las personas deben seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso. No hay que utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otras personas.

Además, se pueden prevenir las infecciones con el lavado frecuente las manos, la preparación de los alimentos en condiciones higiénicas, evitar el contacto cercano con enfermos, adoptar medidas de protección en las relaciones sexuales y mantener las vacunaciones al día.

En tanto, los profesionales de la salud también tienen un rol clave en el control de la resistencia a los antibióticos. Según la agencia sanitaria de Naciones Unidas, los profesionales deben evitar las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno. Deben prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigencia. También tienen que notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia, e informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a esos fármacos y los peligros de su uso indebido.

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