Los casos de bebés con COVID-19 grave son poco frecuentes: identifican quiénes corren más riesgos

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos hicieron un relevamiento y detectaron un dato hasta ahora desconocido en cuanto a las internaciones

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La enfermedad COVID-19 afecta más con complicaciones a los adultos. Pero no estaba claro con cuánta frecuencia hay casos graves en bebés (Foto: Fabian Strauch/dpa)
La enfermedad COVID-19 afecta más con complicaciones a los adultos. Pero no estaba claro con cuánta frecuencia hay casos graves en bebés (Foto: Fabian Strauch/dpa)

Ya se reportaron más de 249 mil millones de casos de personas con la enfermedad COVID-19 en el mundo. La mayoría de las que desarrollan la enfermedad son adultos. Sin embargo, los bebés, los niños y los adolescentes también pueden contagiarse el coronavirus, desarrollar síntomas y complicaciones que los pueden llevar al hospital. En los Estados Unidos, se realizó un estudio para conocer cuán frecuente son los casos de bebés afectados por el coronavirus y en qué porcentaje requieren hospitalización.

Los investigadores pertenecen al Grupo de Respuesta para el COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. Tuvieron en cuenta que se observaban pocos casos de bebés con COVID-19. Si bien había un conocimiento limitado de la infección neonatal por el coronavirus, se habían difundido estudios recientemente que han sugerido un mayor riesgo de COVID-19 grave en los bebés en comparación con los niños mayores. Se basaban en datos que muestran una mayor tasa de hospitalización entre los bebés.

En Estados Unidos, entre febrero y abril de 2020, los bebés menores de un año representaron el 62% de todas las hospitalizaciones pediátricas relacionadas con COVID-19. Más específicamente, los bebés menores de tres meses representaron el 18,8% de las hospitalizaciones pediátricas relacionadas con COVID-19 entre marzo y julio de 2020.

Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos indagaron sobre con qué frecuencia los bebés necesitaban internación y cuál era su evolución (REUTERS/Kirill Braga)
Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos indagaron sobre con qué frecuencia los bebés necesitaban internación y cuál era su evolución (REUTERS/Kirill Braga)

Sin embargo, los investigadores de los CDC consideraron que podía haber un sesgo en la cantidad de internaciones durante la pandemia: los médicos pueden estar más inclinados a admitir a los neonatos con COVID-19, por lo que la tasa de hospitalización puede no ser apropiada para determinar la gravedad de la enfermedad.

Los datos de investigaciones anteriores sugerían que hay una baja incidencia de COVID-19 entre los bebés recién nacidos, y cuando la enfermedad se produce, es relativamente leve, aunque se han notificado casos de enfermedad grave. Por ejemplo, un estudio francés había sugerido que el 37% de todos los ingresos hospitalarios por COVID-19 eran de niños menores de noventa días; sin embargo, el 97% de estos bebés no experimentaron una enfermedad grave.

Para saber qué estaba pasando con los bebés, el equipo de investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades utilizó un gran conjunto de datos sanitarios electrónicos de EE.UU. para comparar los indicadores de enfermedad grave en recién nacidos con y sin diagnóstico de COVID-19 durante el parto. Publicó el estudio en la revista Journal of Perinatology.

En agosto y septiembre, con más vacunación en adultos y el avance de la variante Delta, las hospitalizaciones de niños con COVID-19 se incrementaron en todo Estados Unidos (REUTERS/Lucy Nicholson /Archivo)
En agosto y septiembre, con más vacunación en adultos y el avance de la variante Delta, las hospitalizaciones de niños con COVID-19 se incrementaron en todo Estados Unidos (REUTERS/Lucy Nicholson /Archivo)

Entre marzo y diciembre de 2020, se registraron 701.777 nacimientos en 609 hospitales estadounidenses, de los cuales el 49% eran blancos no hispanos, el 46,5% utilizaban Medicaid y el 9,2% eran prematuros. Hubo un total de 209 casos de COVID-19 registrados durante las hospitalizaciones de los nacimientos. La mayoría de los recién nacidos con COVID-19 nacieron prematuramente en comparación con los bebés sin la enfermedad. De los recién nacidos con COVID-19, el 69,9% no mostraba signos de enfermedad grave.

El riesgo de desarrollar sepsis o de requerir ingreso en la unidad de cuidados intensivos fue elevado en los recién nacidos a término/prematuros con COVID-19 en comparación con los que no tenían COVID-19. Sin embargo, de los recién nacidos con COVID-19, el 77,4% no mostró indicadores de enfermedad grave. Los recién nacidos prematuros que dieron positivo a COVID-19 tenían un riesgo elevado de necesitar ventilación invasiva en comparación con los que no tenían la enfermedad.

En el caso de los recién nacidos hispanos, los bebés positivos al virus SARS-CoV-2 mostraron un mayor riesgo de complicaciones respiratorias en comparación con los recién nacidos hispanos sin la enfermedad. Se observó un riesgo elevado de ingresos en la UCI en los recién nacidos no hispanos de “otra raza/desconocida” y un mayor riesgo de sepsis en los recién nacidos blancos no hispanos a término/prematuros con COVID-19 en comparación con los que no tenían COVID-19.

La vacunación de las personas embarazadas genera anticuerpos que pueden proteger a sus bebés, según los CDC (REUTERS/Hannibal Hanschke)
La vacunación de las personas embarazadas genera anticuerpos que pueden proteger a sus bebés, según los CDC (REUTERS/Hannibal Hanschke)

Se observó un mayor riesgo de ventilación mecánica y complicaciones respiratorias en los recién nacidos negros no hispanos que tenían el coronavirus. Los recién nacidos hispanos prematuros con COVID-19 presentaban un riesgo elevado de complicaciones respiratorias, y lo mismo se observó en los recién nacidos no hispanos de “otra raza/desconocida”, así como un mayor riesgo de sepsis y de necesidad de ventilación invasiva. De todos los recién nacidos que requirieron ingreso en la unidad de cuidados intensivos, los que tenían COVID-19 tuvieron que permanecer allí durante un período significativamente más prolongado en comparación con los que no tenían COVID-19.

De los datos recogidos para este estudio se desprende que la incidencia de la COVID-19 en los recién nacidos entre marzo y diciembre de 2020 fue poco frecuente. Por lo tanto, los resultados del estudio sugieren que los recién nacidos a término o pretérmino que adquieren la infección COVID-19 pueden no tener un riesgo elevado de complicaciones respiratorias o de requerir ventilación mecánica, pero podrían tener un mayor riesgo de sepsis e ingreso en la terapia intensiva.

También los recién nacidos prematuros que tienen COVID-19 pueden no tener un riesgo elevado de ingreso en la unidad de cuidados intensivos y de complicaciones respiratorias, pero podrían tener un mayor riesgo de requerir ventilación invasiva. Según los investigadores de los CDC, se necesitarán más estudios que podrían explorar los cambios en el perfil de riesgo de los recién nacidos con COVID-19.

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