Qué se sabe sobre las 5 vacunas contra el COVID-19 que se están desarrollando en Argentina

Son investigadas por científicos del CONICET, el INTA, universidades públicas, junto a empresas privadas con subsidios del Estado. En una, comenzarán los ensayos con voluntarios en enero

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En Argentina, el 58% de la población tiene el esquema completo de vacunación contra el COVID-19. Se aplica más en chicos ahora (EFE/José Jácome)
En Argentina, el 58% de la población tiene el esquema completo de vacunación contra el COVID-19. Se aplica más en chicos ahora (EFE/José Jácome)

En el mundo, se han aplicado más de 7 mil millones de dosis de vacunas contra el COVID-19. Esto implica que ya la mitad de la humanidad recibió al menos la primera dosis y el 40% tiene el esquema completo. En la Argentina, el 58% de la población general tiene ambas dosis aplicadas. Mientras tanto, dentro de su territorio, ya se ha iniciado el desarrollo de 5 vacunas contra el COVID-19. Algunos proyectos están más avanzados. Se llevan a cabo en instituciones científicas, universidades públicas y empresas privadas. Una de ellas también se hace en colaboración con Brasil y Francia.

Los 5 proyectos son los siguientes:

1- Se lleva adelante en colaboración entre científicos del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín y el Laboratorio Pablo Cassará. Cuenta con financiamiento de la Agencia I+D+i, a cargo de Fernando Peirano. El desarrollo ya estaba en marcha en marzo del año pasado y se aprovechó la experiencia del grupo de la científica del CONICET Juliana Cassataro, que ya venía realizando trabajos sobre vacunas orales para otras enfermedades. A fines de enero próximo, se empezará con el ensayo clínico en Fase I sobre la vacuna que ya tiene nombre: se llama ARVAC Cecilia Grierson, como homenaje a la primera médica argentina.

“En este momento, la última etapa del estudio pre-clínico de la vacuna ARVAC Cecilia Grierson está en curso. A fines de enero de 2022 se empezará con un ensayo clínico con voluntarios en Fase I. Esta fase duraría más de 60 días y evaluará la seguridad y sus efectos biológicos, incluida la inmunogenicidad. Si los resultados son buenos, se seguirá con la fase 2/3″, contó ayer a Infobae el químico Jorge Cassará (h), del Laboratorio Pablo Cassará.

El equipo de Juliana Cassataro desarrolló una vacuna contra el coronavirus. A fines de enero, empezará el ensayo en Fase I
El equipo de Juliana Cassataro desarrolló una vacuna contra el coronavirus. A fines de enero, empezará el ensayo en Fase I

Además, el químico comentó: “Esta vacuna se basa en una tecnología conocida y muy segura, y es parte de la segunda generación de vacunas contra el COVID-19. Esta pensada para ser utilizada como dosis de refuerzo. La plataforma que usamos se puede adaptar a las variantes del virus que predominan en el país. Es una plataforma que ya usamos con la vacuna de la hepatitis B desde 1997 y ha sido exitosa por su seguridad y eficacia”.

2-Otra vacuna en marcha en Argentina es la llamada “CoroVaxG.3″, cuyo desarrollo es liderado por científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del CONICET. Sería de una sola dosis. Recientemente se informó que esa candidata vacunal demostró en estudios preclínicos en animales de laboratorio una alta capacidad para neutralizar a las variantes Delta, Alpha y Gamma. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Vaccines.

“Los estudios en animales también muestran que una sola dosis de la vacuna genera una respuesta inmunológica tanto de anticuerpos como de células de memoria contra SARS-CoV-2 muy potente que no decae en 5 meses”, afirmó Osvaldo Podhajcer, coordinador del proyecto y jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la FIL e investigador superior del CONICET. Y agregó: “Por su potencia esperamos que la vacuna no solo pueda ser utilizada como única dosis que proteja al menos durante 12 meses, sino que también la dosis sea menor a la que usa en las vacunas actuales de modo tal de volver más eficiente su producción a escala”.

El equipo de la Fundación Instituto Leloir desarrolla la vacuna CoroVaxG.3
El equipo de la Fundación Instituto Leloir desarrolla la vacuna CoroVaxG.3

CoroVaxG.3 es una vacuna basada en una plataforma de adenovirus no replicativo, totalmente inocuo y que es del tipo de las vacunas producidas por Johnson & Johnson /Janssen, AstraZeneca, CanSino y el Instituto Gamaleya de Rusia. Pero el investigador Podhajcer señaló una diferencia: la vacuna en desarrollo está basada en un vector adenoviral híbrido. “Nuestra vacuna ha demostrado en animales ser más potente que versiones similares a las que circulan en el mercado y que desarrollamos en nuestro laboratorio para compararlas”, dijo Podhajcer.

En mayo pasado, la Fundación Instituto Leloir, el Conicet y la compañía biotecnológica Vaxinz firmaron un acuerdo para el desarrollo de la vacuna CoroVaxG.3 y llevarla a ensayos clínicos. Para impulsar su avance a esa fase, el proyecto recibió 60.000.000 de pesos de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC).

Para finalizar los estudios preclínicos sobre CoroVaxG.3 colaboran el Instituto ANLIS-Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación; el Centro de Medicina Comparada de la Universidad del Litoral-Conicet; y otros centros de investigación. También están participando las compañías farmacéuticas locales mAbxcience y Sinergium Biotech, que serán responsables de la formulación farmacéutica del candidato vacunal y de la producción industrial de la vacuna.

3- Otro desarrollo es la vacuna ARGENVAC a subunidad para prevenir el COVID-19. Es un proyecto del Conicet liderado por Guillermo Docena, quien explicó que la iniciativa surge de trabajos previos de colaboración desde el 2018, en los que “se sumaron capacidades complementarias para el desarrollo y optimización de inmunoterapias para enfermedades inflamatorias y enfermedades infecciosas. En esas investigaciones, el grupo del doctor Omar Azzaroni aportó un sistema adyuvante basado en la tecnología de nanopartículas, mientras que el grupo que dirijo contribuyó con diferentes sistemas biológicos, diseño de las vacunas, patologías y métodos para evaluar la inmunidad generada por las vacunas”.

El doctor Guillermo Docena y Omar Azzaroni desarrollan otra vacuna, la Argenvac
El doctor Guillermo Docena y Omar Azzaroni desarrollan otra vacuna, la Argenvac

El investigador Docena, que es profesor de la Universidad Nacional de La Plata, contó que “se diseñó una estrategia vacunal basada en el empleo de nanopartículas con fracciones proteicas provenientes del SARS-CoV-2. En un principio será empleado en una vacuna sistémica, pero también se está evaluando desarrollar vacunas mucosales”. En la actualidad el desarrollo se encuentra en la etapa pre-clínica, evaluando la seguridad, inmunogenicidad y eficacia en ratones.

Se está optimizando el plan de vacunación de manera de llegar a un plan de vacunación con reacciones adversas mínimas y máxima inmunogenicidad. En estos últimos meses el equipo de investigadores comenzó a interactuar con el ANMAT en aspectos regulatorios y ya se está evaluando el diseño de un ensayo clínico en humanos.

Docena expresó: “Se están ajustando diferentes variables de manera de generar los mecanismos efectores de protección deseados para llegar finalmente a los ensayos de desafío. En ellos se vacunarán los ratones y luego se evaluará si al exponerlos al virus vivo del SARS-CoV-2 los animales se enferman o no. Para esto debemos utilizar ratones especiales, genéticamente modificados y esperamos poder realizar estos ensayos durante el corriente año”.

Las iniciativas en Argentina buscan que las próximas vacunas tengan en cuenta las variantes circulando y que sean más fáciles de producir y distribuir
Las iniciativas en Argentina buscan que las próximas vacunas tengan en cuenta las variantes circulando y que sean más fáciles de producir y distribuir

Sobre el proceso de desarrollo y la tecnología que serán utilizados para la producción de la nueva vacuna con el sello de dos universidades nacionales, la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad de Buenos Aires, el doctor Docena describió: “las vacunas contra el COVID-19 conocidas hasta hoy se han diseñado en base a dos tipos de plataformas: las basadas en el empleo de proteínas (proteínas, fracciones de proteínas y virus completo muerto), y las basadas en el empleo de ácidos nucleicos (vectores virales, vacunas a ARN). A modo de ejemplo algunas de estas vacunas son: Sinopharm y Sinovac, Moderna o Pfzier/BioNtech y Sputnik V o AstraZenaca/Oxford”.

En cambio, sobre su iniciativa en marcha, Docena señaló: “En este proyecto seguiremos la estrategia basada en el empleo de proteínas virales, específicamente fracciones de la proteína Espiga, encapsulas en nanopartículas. La proteína Espiga se encuentra en la cubierta del virus y es la estructura que el virus emplea para poder invadir las células blanco (células del epitelio nasal y pulmonar principalmente). La proteína se une al receptor de angiotensina 2 o ACE 2 e ingresa a la célula que le permitirá dividirse o multiplicarse para luego invadir otras células”.

4-En la provincia de Córdoba se lleva a cabo la iniciativa liderada por Hugo Luján, director del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (CIDIE). Es una vacuna oral. Se hace en colaboración con Jorge Kalil, de la Universidad Federal de San Pablo y exdirector del Instituto Butantan, en San Pablo, Brasil; y David Klatzmann, inmunólogo de la Universidad de la Sorbona, en París, Francia.

Hugo Luján, de la Universidad Católica de Córdoba y el Conicet, desarrolla una vacuna oral contra el COVID-19 en colaboración con Brasil y Francia
Hugo Luján, de la Universidad Católica de Córdoba y el Conicet, desarrolla una vacuna oral contra el COVID-19 en colaboración con Brasil y Francia

“Apuntamos al desarrollo de una vacuna que se podría aplicar como una pastilla, lo que tendría mayor aceptación para la población y favorecería su almacenamiento a temperatura ambiente. Además, no requeriría de jeringas o agujas que luego tienen que ser cuidadosamente descartadas e incineradas”, afirmó Luján, quien es investigador titular del CONICET y profesor de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), institución de la que también depende el CIDIE, en diálogo con la agencia CYTALeloir.

De acuerdo con Klatzmann, evitar las inyecciones es una buena estrategia para mejorar la aceptación de la vacuna y favorecer su aplicación en países con sistemas de salud deficientes. “Para una eficacia óptima, la vacunación debe dirigirse a la mayor proporción de la población. No solo protege a quien recibe la vacuna, sino que contribuye a reducir el tamaño de la población en la que el virus puede diseminarse, contribuyendo así mismo al control de la pandemia”, afirmó el también director del Departamento de Inflamación, Inmunopatología y Bioterapias del Hospital Pitié-Salpêtrière, en París.

El grupo de Luján tiene trabajos publicados en revistas científicas de prestigio internacional como Nature y Nature Medicine y es responsable del desarrollo de una vacuna oral para la giardiasis, una de las diarreas más comunes en países en desarrollo. Esta preparación resultó efectiva y segura en perros y gatos. Fue patentada y licenciada por CONICET a una empresa internacional para su uso en animales domésticos, y resta aún probarla en humanos en ensayos clínicos.8

5-En febrero pasado, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Laboratorios Bagó anunciaron un acuerdo para avanzar en investigaciones vinculados al COVID-19. El acuerdo representa un esfuerzo público-privado nacional y tiene como objetivo obtener datos en la generación de la respuesta inmune en ratones y la evaluación de futuros desarrollos contra el SARS-CoV-2.

La segunda ola de la pandemia en Argentina empezó en marzo y empezó a retroceder en junio. En este momento, crece la circulación de la variante Delta del coronavirus (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
La segunda ola de la pandemia en Argentina empezó en marzo y empezó a retroceder en junio. En este momento, crece la circulación de la variante Delta del coronavirus (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

“El convenio con Laboratorios Bagó considera nuestra experiencia como grupo de investigación en el direccionamiento de nanovehículos hacia células dendríticas, que involucra una molécula sintética que se ancla específicamente a un receptor de estas células que tienen un rol fundamental en la regulación de la respuesta inmune”, señaló Sebastián Pappalardo, responsable del proyecto e investigador del Grupo de Nanomedicina Veterinaria de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Bariloche –Río Negro–.

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