Los cóndores de California pueden reproducirse sin que un macho haya participado en la fecundación del huevo, descubrieron investigadores tras realizar pruebas genéticas a dos de estas aves nacidas en cautiverio.
Los investigadores de San Diego Zoo Wildlife Alliance dijeron al periódico San Diego Union Tribune que las pruebas genéticas confirmaron que dos polluelos machos nacidos en 2001 y 2009 de huevos no fertilizados estaban relacionados con sus madres pero ninguno estaba relacionado con un macho.
Este fenómeno conocido como partenogénesis, en el que un huevo no es fecundado por un macho, se ha observado en ciertos insectos, peces, reptiles y algunas aves, pero esta sería la primera vez que se reporta en los cóndores de California, aves en peligro de extinción. En las aves, generalmente solo ocurre cuando las hembras no tienen acceso a los machos. En este caso, cada cóndor madre se había cruzado previamente con machos, produciendo 34 polluelos, y cada uno estaba alojado con un macho fértil en el momento en que producían los huevos mediante partenogénesis.
Los investigadores dijeron que creen que es el primer caso de reproducción asexual en cualquier especie de ave donde la hembra tuvo acceso a una pareja.
La reproducción asexual se descubrió hace algunos años durante pruebas generalizadas de material genético recolectado durante décadas de cóndores, tanto vivos como muertos, en programas de reproducción y en la naturaleza.
“Entre los 467 cóndores machos de California evaluados en el análisis de parentesco, ningún macho calificó como padre potencial” de las dos aves, según el estudio. Los cóndores de California pueden vivir hasta 60 años, pero ambos machos estaban enfermos. Uno tenía menos de 2 años cuando murió y el otro vivió menos de ocho años.
En las últimas décadas los biólogos conservacionistas se han esforzado en salvar al cóndor californiano. Hace más de 40.000 años se extendieron por toda la costa oeste y sobrevivieron en gran parte de América del norte. Pero sólo 22 sobrevivieron en la década de 1980 cuando el gobierno de los Estados Unidos los capturó y los colocó en zoológicos para su reproducción en cautiverio. Aproximadamente 160 fueron criados en el Zoológico y Safari Park de San Diego.
El cóndor californiano es, además, el ave más grande de esta parte del continente americano, por lo que los investigadores se han dedicado a recolectar información vital para poder evitar su extinción.
En 2013 se comenzaron a analizar muestras de ADN de más de 900 cóndores. El análisis de estos datos encontró que dos cóndores nacidos en cautiverio no tenían material genético de cóndores machos; solo tenían material de la madre. El estudio fue publicado este jueves en la revista Journal of Heredity.
La población de cóndores californianos vivos cuenta ahora con más de 500 ejemplares. Más de la mitad de estas aves vuelan en libertad en California, Arizona, y Utah.
El Departamento de Pesca y Fauna Silvestre de California reportó que el primer nido de cóndores californianos libres en más de 100 años en el centro del estado fue documentado en 2006. A cada ave, ya sea nacida en la naturaleza o en cautiverio, se le asigna un número para diferenciarla de las demás.
La intoxicación por plomo sigue siendo la causa principal de la mortalidad del cóndor y un obstáculo para la recuperación de la población.
(Con información de EFE y AP)
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