El hallazgo de huevos con embriones fosilizados reveló detalles de cómo era la vida en sociedad de los dinosaurios

80 esqueletos de dinosaurios y más de 100 huevos. Los investigadores no podían creerlo. “Encima en un área relativamente pequeña, como un kilómetro cuadrado. Y cuando ves los tipos de fósiles es aún más increíble”, dice a Infobae Diego Pol, paleontólogo e investigador del CONICET en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). “¡Huevos de dinosaurio! Son raros, aparecen cada tanto, y la mayoría de las veces están vacíos”.

Pero encontraron huevos con embriones fosilizados; muchos. Los analizaron en Francia y así pudieron verlos con una altísima resolución. “Pudimos estudiar perfectamente la anatomía de los huesos y pudimos identificarlos como Mussaurus patagonicus, de la familia de los sauropodomorfos. Y ahí cobró cuerpo el panorama: era una colonia reproductiva”.

Los sauropodomorfos dominaron entre los herbívoros durante los primeros 40 millones de años de la historia de los dinosaurios, en un período que comprende el Triásico tardío y el Jurásico temprano. Sin embargo, sus comportamientos y los factores paleobiológicos que influyeron en su éxito evolutivo todavía no se comprenden completamente.

Es por eso que un equipo internacional compuesto por investigadores de Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos y Francia se unió para arrojar luz sobre uno de los grandes misterios que aún permanecen en el mundo de la paleontología.

En un paper publicado en Scientific Reports, una prestigiosa revista científica de acceso abierto revisada por pares y publicada por Nature Research, los científicos dieron a conocer sus hallazgos realizados en un sitio paleontológico de características únicas ubicado en la provincia de Santa Cruz, Argentina. La localidad se conoce como El Tranquilo y los primeros restos fósiles (11) fueron descubiertos en esta zona en la década del ‘60. Pero expediciones en los últimos años han descubierto una gran cantidad de restos fósiles de dinosaurios (69), lo que permitió determinar que era una colonia reproductiva de Mussaurus patagonicus, un dinosaurio sauropodomorfo primitivo (antecesor de los grandes dinosaurios de cuello largo) que vivió 192 millones de años atrás.

“Poco después de que se originaran los dinosaurios, los primeros sauropodomorfos experimentaron una notable radiación adaptativa marcada por la adquisición de herbivoría, grandes tamaños corporales y una gran diversidad taxonómica y abundancia de especímenes”, escriben los investigadores.

A finales del Triásico, los sauropodomorfos habían reemplazado a otros herbívoros y eran los tetrápodos más abundantes en muchos ecosistemas terrestres.

Posteriormente, los sauropodomorfos no se vieron afectados por el evento de extinción Triásico-Jurásico (ca. 200 Ma), lo que los dejó como los únicos grandes herbívoros en los ecosistemas terrestres del Jurásico Temprano. El predominio de los primeros dinosaurios sauropodomorfos en los ecosistemas terrestres se prolongó durante casi 40 millones de años.

La Formación Laguna Colorada de la Patagonia austral (provincia de Santa Cruz) contiene una localidad fósil excepcional que proporciona nueva información sobre su comportamiento social. “2002 fue el primer año que fui a esta localidad a ver si aparecían fósiles. Especialmente en los últimos ocho años hemos venido trabajando de manera bastante intensa con un grupo interdisciplinario de investigadores de diferentes países. La idea era tratar de entender qué significaba toda esta acumulación de restos, porque la densidad de fósiles era realmente algo que nunca había visto en entonces”, cuenta Pol a Infobae.

En la publicación, los autores -Diego Pol, Adriana C. Mancuso; Roger M. H. Smith; Claudia A. Marsicano; Jahandar Ramezani; Ignacio A. Cerda; Alejandro Otero; y Vincent Fernández- informan que este sitio incluye más de 100 huevos y especímenes esqueléticos de 80 individuos de este sauropodomorfo primitivo, que van desde embriones hasta adultos completamente desarrollados.

Además, “la mayoría de los especímenes se encontraron en un área restringida e intervalo estratigráfico, con algunos esqueletos articulados agrupados en grupos de individuos de aproximadamente la misma edad”. Por lo tanto, estos nuevos descubrimientos indican la presencia de cohesión social a lo largo de la vida y segregación por edad dentro de una estructura de rebaño, además del comportamiento de anidación colonial.

“Estos hallazgos proporcionan la evidencia más temprana de comportamiento social complejo en dinosaurios, anteriores por al menos 40 millones de años a los registros hasta el momento”, escribieron. “La presencia de sociabilidad en diferentes linajes de sauropodomorfos sugiere un posible origen Triásico de este comportamiento, que puede haber influido en su éxito temprano como grandes herbívoros terrestres”.

Para formar estas colonias reproductivas, el Mussaurus volvía año tras año al mismo lugar, según pudo determinar el equipo, que también, mediante el estudio de los sedimentos, infirió que el sitio elegido por el Mussaurus se ubicaba en las cercanías de una laguna seca.

Otra clave de la investigación es que los esqueletos hallados en la Patagonia argentina no estaban distribuidos al azar, sino que seguían un patrón muy claro: estaban agrupados de acuerdo a su edad.

“Tenemos todo el crecimiento, todas las diferentes camadas que nacían y que probablemente se mantenían como una manada durante el correr de los años en un lugar donde se juntaban muchos individuos a poner los huevos. Esto es una estrategia muy común de protección de los huevos y de los pichones”, explica Pol. “Encontrar también los juveniles da una idea de la persistencia del grupo. Por ejemplo, con un grupo de 11 individuos, sus esqueletos fueron preservados uno al lado del otro. Murieron ahí y estaban en posición de descanso, recostados uno sobre otros. Eso captura un momento, una instantánea de la herramienta de estos jóvenes dinosaurios en su infancia”.

¿Qué revela esto? Que los Mussaurus tenían una estructura de rebaño muy organizada. Este hallazgo es, así, el primer registro de comportamiento social complejo en una especie primitiva de dinosaurio, según analiza el experto: “Tenían un comportamiento social bastante avanzado. Realmente tenían una interacción bastante estrecha. No es que se juntaban sólo para reproducirse como hacen muchas especies, muchas aves marinas, sino que había mucha interacción entre individuos no sólo del mismo nido. Había individuos de varios años de edad que mantenían esta cuestión de grupo a lo largo de su vida”.

“Sobre estos dinosaurios tan antiguos no se tenía ningún tipo de información sobre si tenían comportamiento social, si tenían interacción social, y lo que estamos proponiendo es que esto pudo haber sido realmente algo de caracterizó a los dinosaurios herbívoros desde su inicio y que podría haber sido uno de los componentes que explican el éxito evolutivo de estos dinosaurios de cuello largo, que dominaron los nichos de herbívoros en todo el mundo durante 100 millones de años”.

Según argumenta Pol, han tenido un éxito evolutivo que no tiene paralelos en la historia de los animales terrestres. “Fueron los herbívoros más exitosos de la historia”, dice. ¿Cáles fueron las causas de ese éxito tan espectacular? Seguramente hay muchas, reconoce. Por eso hallazgos excepcionales como éste y el posterior estudio minuciosso permiten acceder a algunos aspectos de la biología de estos animales. “En este trabajo estamos diciendo que el comportamiento pudo haber sido realmente uno de los factores que posibilitaron o ayudaron a este éxito tan profundo”.

Otra cuestión que postulan los investigadores es que el inicio de este comportamiento gregario pudo haber estado causado o influenciado por dos factores. Uno de ellos es el aumento del tamaño corporal cuando aparece este primer grupo de dinosaurios herbívoros.

“Estos herbívoros de cuello largo son los primeros dinosaurios que se vuelven abundantes y comunes en nuestro planeta. Cuando aparecen aumentan bastante su tamaño corporal. Pasan a ser animales de cerca de 1000 kilos, el adulto pesaba 1500 kg. Sin embargo, los pichones eran diminutos; el esqueleto de uno de los bebés cabe en la palma de tu mano. Estimamos que pesaba 60 gramos al nacer. Ese crecimiento que tenían que hacer demoraba varios años y todos esos años eran, por supuesto, vulnerables a la predación y a diferentes riesgos que tienen en general los individuos jóvenes. Entonces la aparición del gigantismo probablemente estuvo asociada al origen del gregarismo, de vivir en manadas como manera de proteger a los jóvenes”.

Y esto se dio en lugares de latitudes altas, sobre todo en el sur del planeta, como en la Patagonia o Sudáfrica, en donde las estacionalidad también es bien marcada: “Esto probablemente también influía, que los animales tuvieran que moverse de manera sincronizada requería coordinación entre los individuos y tiene completo sentido que haya una estructuración de manada”.

Además, da un panorama ecológico del momento. “Son los tiempos de Pangea”, recuerda Pol. “Todas las masas continentales estaban unidas, y en el extremo sur es donde más conocemos de los primeros pasos de la historia de los dinosaurios. Por eso es que las exploraciones en el sur, tanto en la Antártida como en Sudamérica y en Sudáfrica están dando tantas informaciones novedosas que ayudan a entender el origen y la evolución temprana de los dinosaurios”.

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