El número de infecciones de ayer en el Reino Unido es un llamado de atención, un aviso de lo que puede suceder en el hemisferio norte con el inicio de la temporada de frío. Los 49.156 contagios, el nivel más alto desde mediados de julio, ponen al país al frente de las naciones con tasas de crecimiento de casos de COVID-19 más altas del mundo.
A pesar de su vigorosa campaña de vacunación, el país se enfrenta a una serie de infecciones que ponen en cuestionamiento la política de salud oficial. Tasa de incidencia de 410 casos por 100.000 habitantes al 12 de octubre, muy superior a la del resto de Europa y casi 10 veces más, por ejemplo, que en Francia (44). Sólo Rumanía, Serbia y los países bálticos se encuentran en una situación peor.
La situación puede “hacer tambalear al gobierno” del primer ministro, Boris Johnson, señalan algunos tabloides británicos, lo cuales agregan a la crisis de suministro como otra fenómeno de inestabilidad. Downing Street está “muy atento” a los crecientes niveles de infecciones, reconoció el portavoz del primer ministro, quien admitió que existen indicios de que las admisiones hospitalarias y las muertes también están aumentando.
Sin embargo, la advertencia más dura llegó del ex asesor científico jefe del Reino Unido, David King, quien dio su adelanto sobre la situación del COVID-19 este invierno.
“La enfermedad está aumentando a otro pico y este pico podría ser tan grave como el anterior”, sentenció el experto.
Considerado uno de los científicos principales del país, incluso con un grupo de expertos que asesora en la “sombra” al gobierno, dijo que no podía entender por qué la gente ya no usa máscaras en el transporte público o dentro de los edificios, y lo describió como una “operación muy simple” que ayudaría a reducir la propagación de la enfermedad.
Siguiendo estas declaraciones, el secretario de Salud, Sajid Javid, en audiencia en la Sala de los Comunes, expresó que hay una “enorme presión” sobre el sistema nacional de Salud inglés (NHS).
“El COVID-19 se está recuperando durante el invierno y, por lo general, los inviernos son duros para el NHS, pero este invierno, creo, va a ser particularmente duro y el gobierno ha expuesto las razones: la pandemia aún está en curso, esta temporada de gripe será particularmente difícil, creo, y es por eso que estamos teniendo, por ejemplo, el programa de vacunación contra la influenza más grande junto con el programa coronavirus este año “, comentó
El ministro tuvo además que adelantar que el gobierno establecerá un programa detallado para el invierno, “cómo podemos lidiar mejor con las presiones”, indicando que las previsiones no son alentadoras.
El panorama no es sólo una cuestión de crecimiento de casos. Ayer, el mismo día en el que casi se tocaban los 50.000 contagios, ingresaron 915 personas en un hospital, cuando el 17 de julio, en el momento que se produjo el ultimo pico de casos, las internaciones eran de 709 pacientes.
En ese sentido, el portavoz del gobierno reconoció que “claramente, estamos vigilando muy de cerca el aumento de las tasas de casos, el mensaje más importante que el público debe comprender es la importancia vital del programa de refuerzo de vacunas y para los niños que son elegibles para presentarse y recibir” los inoculantes.
Sin embargo, a pesar de reconocer las crecientes tasas de casos, el funcionario dijo que Johnson y su gabinete no discutieron la implementación del Plan B del programa para controlar el virus durante el invierno, algo que se le cuestiona al inquilino de Downing Street. El país no tiene obligatoriedad de máscaras, no hay sistemas de pasaportes sanitarios, lo que algunos consideran, vuelve a la nación vulnerable a un rebrote.
Pero además, el plan de vacunación, “precoz” en comparación con el resto del mundo, también hace que las defensas de la población puedan estar ya en baja. Lo que abre a especulaciones científicas sobre el grado de inmunización británico.
Como si fuera poco, las autoridades sanitarias, han dicho que no hay evidencia de que la variante Delta AY4.2 se propague más fácilmente, aunque esta en observación.
El portavoz dijo: “Es algo que estamos vigilando muy de cerca. No hay evidencia que sugiera que esta variante la AY4.2 se propague más fácilmente”
El profesor Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, ha tratado de explicar por qué las infecciones están en crecimiento. Para quien es uno de los especialistas más reconocidos del país, en parte se debe a que nuestra inmunidad no es actualmente tan alta como la de otros países de Europa occidental.
“En parte, tuvimos mucho éxito en la implementación de la vacunación temprano y sabemos que la inmunidad disminuye gradualmente con el tiempo después de haber recibido esa segunda dosis, por lo que cuán temprano estamos significa que somos un poco más vulnerables”, dijo a BBC radio.
En segundo lugar, confiamos más en la vacuna AstraZeneca y, si bien protege muy bien contra resultados muy severos de COVID-19, protege un poco menos que Pfizer contra la infección y la transmisión, particularmente frente a la variante Delta.
“Y finalmente, nos sentamos detrás de algunos otros países, no dramáticamente, pero ya no estamos en el rango más alto de los países europeos en términos de cobertura de vacunación general, particularmente vacunando a los adolescentes”, agregó.
“Las tasas de cobertura general aquí son considerablemente más bajas, por ejemplo, que en España, Portugal y Dinamarca”. Acelerar tanto los programas de refuerzo como la vacunación de los adolescentes “sería “fundamental para mantener bajas las tasas de COVID”, concluyó.
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