La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer Inc/BioNTech tuvo una efectividad del 93% en la prevención de hospitalizaciones en personas de entre 12 a 18 años, indicó un comunicado de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) el martes.
El estudio se realizó entre junio y septiembre, cuando predominaba la variante Delta del coronavirus, extremadamente contagiosa.
Sin embargo, los datos de 19 hospitales pediátricos mostraron que entre los 179 pacientes que fueron hospitalizados por COVID-19, el 97% no estaban vacunados, lo que ofrecía garantías sobre la eficacia de la vacuna.
Del 16% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 lo suficientemente grave como para requerir soporte vital, ninguno estaba vacunado.
El informe de los CDC se basa en ensayos realizados por las empresas de este grupo etario que mostraron una alta respuesta inmune contra el virus, pero que no fueron diseñados para demostrar eficacia contra la hospitalización.
“Estos datos sugieren que aumentar la cobertura de vacunación entre este grupo podría reducir la incidencia de COVID-19 grave en los Estados Unidos”, escribieron los investigadores de los CDC en su Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad.
La vacuna de Pfizer/BioNTech está autorizada para niños de 12 años en adelante, y las empresas están buscando autorización para su uso en menores de hasta cinco años.
Se espera que un panel de expertos asesores de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos evalúe los datos sobre niños pequeños a finales de este mes.
Los datos de los CDC “refuerzan la importancia de la vacunación para proteger a los jóvenes estadounidenses contra el COVID-19 grave”, dijeron los autores del estudio.
Además, los hallazgos de los CDC son similares a los resultados de un estudio realizado en Israel, que encontró que la vacuna de Pfizer fue casi un 92% efectiva para prevenir la hospitalización entre pacientes de 12 a 15 años.
Sin embargo, el estudio israelí no presentó suficientes casos para medir adecuadamente la efectividad total de la vacuna contra las hospitalizaciones por coronavirus, escribieron los CDC.
En Estados Unidos, los niños se han infectado en mayor número en la última ola de coronavirus impulsada por la variante Delta, y la vacunación de los jóvenes se considera clave para mantener las escuelas abiertas y ayudar a poner fin a la pandemia.
La vacuna Pfizer-BioNTech recibió la aprobación total de la FDA para personas de 16 años en adelante, y la FDA en mayo autorizó su uso de emergencia en niños de 12 a 15 años. Los expertos dicen que es esencial vacunar a los niños para ayudar a lograr la inmunidad de la población contra la enfermedad.
Si bien los niños más pequeños tienen menos probabilidades de desarrollar casos graves, aún pueden enfermarse y transmitir el virus a la población en general.
“Estamos trabajando con los estados para establecer lugares convenientes para que los padres y los niños se vacunen, incluidos los consultorios de los pediatras y los sitios comunitarios”, dijo el coordinador de COVID de la Casa Blanca Jeff Zients.
Casi 5,9 millones de niños dieron positivo por COVID-19 hasta el 30 de septiembre, según la Academia Estadounidense de Pediatría. Las vacunas, máscaras y otras medidas de mitigación contra el COVID-19 se han convertido en problemas profundamente políticos en los Estados Unidos, especialmente para los niños.
En tanto, un reciente estudio de la Universidad de California, en Estados Unidos, advirtió que el riesgo de inflamación del músculo cardíaco, es decir la miocarditis, después de la vacunación con BioNTech/Pfizer es mayor para los niños que el riesgo de enfermar gravemente con COVID-19.
Los investigadores compararon la frecuencia con la que los menores sin enfermedades previas de entre 12 y 17 años desarrollaron una inflamación del músculo cardíaco después de la vacunación y el número de adolescentes del mismo grupo que tuvieron que ser hospitalizados por COVID-19 durante el mismo período.
Los investigadores determinaron que la tasa de eventos cardíacos adversos (CAE por sus siglas en ingles) posterior a la vacunación fue más alta en niños de 12 a 15 años después de la segunda dosis. Para los niños de 12 a 17 años sin comorbilidades médicas, la probabilidad de CAE después de la vacunación es de 162,2 y 94,0 por millón, respectivamente. Esta incidencia excede la tasa de hospitalización por COVID-19 esperada tras 6 meses del contagio. Sin embargo, el informe aclaró que “se necesitan más investigaciones sobre la gravedad y las secuelas a largo plazo de los problemas cardíacos tras la vacunación”.
Los científicos concluyeron que los beneficios de la segunda dosis de la vacuna además de la inmunidad natural en este grupo demográfico está indicada para minimizar el daño.
(Con información de Reuters y AFP)
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