Aún hay 105 candidatas vacunales en desarrollo contra el COVID-19, y ya 8 han sido autorizadas en el mundo tras demostrar eficacia y seguridad en la protección frente al riesgo de contagio del coronavirus. Ahora, científicos de Suecia y Noruega aportaron más pruebas sobre el beneficio que aporta la aplicación de vacunas no sólo para las personas que las reciben sino para sus familias.
El estudio fue publicado por los investigadores en la revista especializada JAMA Internal Medicine, de la Asociación Médica Estadounidense. Encontraron que las personas sin inmunidad contra el coronavirus tenían un riesgo considerablemente menor de infección y hospitalización a medida que aumentaba el número de miembros de la familia con inmunidad por una infección anterior o por una vacunación completa. También hallaron otro beneficios de la vacunación.
Hasta hoy, se han notificado a la Organización Mundial de la Salud más de 238 millones de casos confirmados de COVID-19, incluidas 4.859.277 muertes. Hasta el 10 de octubre de 2021, un total de 6.364.021.792 dosis de vacunas se habían aplicado. Aunque hay una distribución y aplicación desigual: el 48% de la humanidad tiene al menos una dosis de vacuna. Pero en los países de bajos ingresos sólo se vacunó al 2,5% de la población, según el sitio OurWorldInData.
Los resultados son parte de un estudio sobre una base de datos sueca, y fue realizado por investigadores de la Universidad de Umeå, en Suecia, y la Universidad del Ártico en Noruega. “Los resultados sugieren claramente que la vacunación es importante no sólo para la protección individual, sino también para reducir la transmisión, especialmente dentro de las familias, que es un entorno de alto riesgo para la transmisión”, afirmó Peter Nordström, profesor de medicina geriátrica de la Universidad de Umeå.
Existe un amplio conjunto de investigaciones que demuestran que las vacunas reducen considerablemente el riesgo de contraer el COVID-19. Sin embargo, se sabía menos sobre la influencia de la vacunación en la transmisión del virus en entornos de alto riesgo, como en el seno de las familias. Esta fue la pregunta que los investigadores de la Universidad de Umeå pretendían investigar con el nuevo estudio.
Los investigadores descubrieron que existía una asociación dosis-respuesta entre el número de individuos inmunes en cada familia y el riesgo de infección y hospitalización en los miembros no inmunes de la familia. En concreto, los familiares no inmunes presentaban un riesgo de infección y hospitalización entre el 45% y el 97% menor, a medida que aumentaba el número de familiares inmunes.
El trabajo está basado en un registro de más de 1,8 millones de individuos de más de 800.000 familias. Los investigadores combinaron los datos del registro de la Agencia de Salud Pública de Suecia, el Consejo Nacional de Salud y Bienestar, y de Estadísticas de Suecia, que es la agencia gubernamental que supervisa los datos estadísticos.
En el análisis, los investigadores cuantificaron la asociación entre el número de miembros de la familia con inmunidad contra el COVID-19 y el riesgo de infección y hospitalización en individuos no inmunes. Los investigadores tuvieron en cuenta las diferencias de edad, estatus socioeconómico, agrupación dentro de las familias y varios diagnósticos previamente identificados como factores de riesgo de COVID-19 en la población sueca.
“Parece que la vacunación ayuda no sólo a reducir el riesgo individual de infectarse, sino también a reducir la transmisión, lo que a su vez minimiza no sólo el riesgo de que más personas se vuelvan críticamente enfermas, sino también de que surjan nuevas variantes problemáticas y comiencen a tomar el control. Por consiguiente, garantizar que muchas personas se vacunen tiene implicancias a escala local, nacional y mundial”, sostuvo Marcel Ballin, estudiante de doctorado en medicina geriátrica de la Universidad de Umeå y coautor del estudio.
En agosto pasado, otro equipo de investigadores se basaron en los datos de seguimiento rutinario de los contactos en Holanda, y estimaron también la eficacia de las vacunas en los hogares y otros contactos cercanos de los casos confirmados de infección por el coronavirus entre el 1 de febrero y el 27 de mayo de 2021.
Los científicos encontraron que las tasas de transmisión secundaria se reducen del 31% al 11% si el paciente índice estaba totalmente vacunado, según un estudio publicado en la revista especializada en salud pública Eurosurveillance. “Este hallazgo subraya la importancia de la vacunación completa de los contactos cercanos de las personas vulnerables”, escribieron los investigadores.
En el estudio de Holanda, los científicos analizaron 113.582 casos índice de adultos y 253.168 contactos cercanos de todas las edades. Aclararon que 5.394 personas entraron en ambas categorías: un contacto cercano también se clasificó como caso índice cuando dio positivo. Menos del 1% (0,5%) de los casos índice estaban totalmente vacunados, mientras que el 1,8% estaban parcialmente vacunados. En el caso de los contactos cercanos, el 2,1% estaban totalmente vacunados y el 1,7% parcialmente vacunados.
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